Breve reseña histórica sobre los medios de comunicación
El inicio de la aparición de diarios de gran calidad se puede remontar a mediados del siglo XIX. Llevaban a cabo seguimientos serios y exhaustivos de las noticias del momento y análisis profundos de sus posibilidades y consecuencias. Pero su predominio fue poco duradero.
En el siglo XX surgieron nuevos medios de comunicación que eclipsaron parcialmente la prensa escrita, por su posibilidad de ser más actualizados y espontáneos. Como reacción a la competencia y con el fin de cubrir los sucesos de la actualidad de un modo más veloz, a principios de siglo, los periódicos que inicialmente solo aparecían por la mañana o por la tarde, iniciaron en algunos casos a producir dos ediciones, la matutina y la vespertina.
Con la aparición de la radio (década de 1920), y sus posibilidades de tratamiento instantáneo y continuo de las noticias, los diarios perdieron su monopolio de seguimiento pormenorizado de los acontecimientos y hubieron de limitarse a aparecer bien por la mañana, o bien por la tarde, emitiendo alguna emisión extra, cuando las circunstancias lo ameritaron.
Inicialmente, las emisiones radiofónicas transmitían acontecimientos en directo, pero luego, la programación se fue enriqueciendo y aparecieron boletines de noticias locales, nacionales e internacionales, que en algunos lugares recibieron la denominación de «Diario hablado».
Posteriormente, la radio acaparó gran parte del protagonismo que habían tenido los periódicos como transmisores veloces de noticias, y su prestigio creció enormemente durante la II Guerra Mundial, pues mantuvo puntualmente informados a millones de ciudadanos del desarrollo de los acontecimientos en el campo de batalla, y constituyó un arma propagandística de incalculable valor para los contendientes de ambos bandos.
Pero su difusión quedó frenada por la introducción de la televisión, que unía a la casi instantaneidad de las informaciones el poder seductor de la imagen que las acompañaba. Las primeras emisiones comerciales de televisión se llevaron a cabo en la ciudad de Nueva York en la década de 1930, aunque el verdadero estallido del medio no se produjo hasta después de la II Guerra Mundial.
En América Latina, tanto la radio como la televisión han alcanzado un gigantesco desarrollo, en todos los países. Entre las cadenas de televisión, sobresale el grupo mexicano de Televisa, con gran difusión, tanto en el ámbito nacional como en Estados Unidos, a través de cadenas filiales e incluso en el resto del mundo, gracias a Galavisión, transmitiendo sus programas a través de satélite.
CONSIDERACIONES ACTUALES
En América Latina como en el resto del mundo, los medios de comunicación informan de manera fragmentaria, ya que rompen la realidad e informan por medio de micronoticias. Como forma de causar más impacto buscan el lado más negativo y oscuro de la noticia, como si todo lo positivo se hubiese acabado, cosa que no se refleja para nada en los anuncios, en lo que todo es perfecto y todos los que aparecen se muestran felices y satisfechos.
Otra característica de los medios de comunicación es su disimetría, es decir, que se centran en los hechos capaces de generar más interés, sin dar importancia a lo que no les daría gran audiencia, pese a que tenga mucha. Por ejemplo, los medios de comunicación se centran en las noticias que llaman la atención, sin considerar a las acciones positivas, que consideran rutinarias. La idea es que lo que es noticia, existe, y lo que no, como si no existiera.
Lo que les importa es el impacto del momento. Están conscientes de que nada hay más efímero que la noticia, ya que poco tiempo después de ser lanzada, es cubierta por otras miles de informaciones que llegan, o por otros aspectos de esa misma información que interesan más -por el posible negocio que representan- a los medios.
Más adelante, en 1969, tras las investigaciones realizadas por algunos profesores y estudiantes de la Universidad de Los Ángeles surgió la Internet. Este extraordinario descubrimiento permitió enlazar millones de personas en todo el mundo, sin importar su ubicación ni su idioma, creándose así, mediante esta revolución electrónica, un monstruo de la comunicación, cuyo alcance y posibilidades no parecen tener límites.
Aunque la interacción informática todavía está en su infancia, ha cambiado espectacularmente el mundo en que vivimos, eliminando las barreras del tiempo y la distancia y permitiendo a la gente compartir información y trabajar en colaboración. Pero al mismo tiempo ha surgido un grave problema y es el relativo al control del uso de este poderosísimo medio de comunicación.
La posibilidad de censura en Internet plantea muchos problemas. La mayoría de los servicios de la red no pueden vigilar y controlar constantemente lo que dice la gente en Internet a través de sus servidores. Al tratar con información procedente de otros países surgen dificultades legales que conllevan a establecer criterios mundiales de comportamiento y ética. La meta sería conseguir que esta arma poderosa sea usada solo para el bien.
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