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De primera intención, este título parecería se tratara de un merengue de Luis Kalaf o Joseito Mateo, pero no es nada de eso. La revocación de las condenas contra Luiz Inácio Lula da Silva ha sacudido la política en Brasil en repleta pandemia creando un apuro de aún no se sabe que dimensiones, en la Corte Suprema en torno a la “limpieza de la operación Lava Jato, ahora puesta en duda.
Esta ocurrencia legal del expresidente Lula, salvado de prisión que reunían 26 años, ha degenerado un terremoto político, ha recobrado sus derechos y puede aspirar a la Presidencia en 2022, cuando el actual gobernante, Jair Bolsonaro, procurará renovar su mandato.
Evidentemente Lula deberá declarar el próximo 27 de mayo ante un juez de Brasilia en una de las acusaciones en su contra por sospechas de corrupción, insinuaron fuentes oficiales.
En una decisión insospechada, el 8 de marzo, el ministro Edson Fachin anuló las sentencias de la Operación Lava Jato, controversial esfuerzo anticorrupción liderado por Sergio Moro-contra el expresidente Lula da Silva.
Esta decisión, que devuelve sus derechos políticos, embrolla los planes de reelección del presidente Jair Bolsonaro y hace más difícil la posibilidad de establecer un frente amplio de partidos de centro para tratar de derrotarlo en las elecciones presidenciales.
Una posible candidatura de Lula es acontecimiento inconstante en el espectro político de Brasil. Varios dirigentes locales piensan que lo más peliagudo a lo que se enfrentará Lula da Silva es “unificar a la izquierda”.
La supresión de las condenas de Lula sacude a Brasil y constreñirá a originar las esquelas en un país radicalizado por el gobernante ultraderechista Jair Bolsonaro, quien recibe un antagonista de peso para las elecciones de 2022.
La providencia, notificada por un juez de corte, añade un hecho inestable a la peligrosa dificultad que franquea el país, con más de 266, 000 muertos por la epidemia de coronavirus y un desempleo en sus colosales niveles históricos.
El expresidente de izquierda (2003-2010) no fue exento, habida cuenta que el juez estableció volver a juzgarlo en otro tribunal debido a fallas procesales. Pero el fallo reconoce su retorno al ruedo y este “va a acumular las historias” políticas, afirman los analistas.
Lula, con 75 años, participó en todas las elecciones desde la redemocratización en 1985, excepto en 2018, cuando superaba a Bolsonaro en las encuestas pero fue inhabilitado debido a sus dos condenas por corrupción pasiva y lavado de dinero.
En una encuesta electoral más reciente, el 50 por ciento de los entrevistados dijeron que votarían o podrían votar por Lula para presidente el próximo año. Bolsonaro está en segundo lugar, con el 38 por ciento.
Y según esa misma encuesta, el 56 por ciento de la gente desaprueba a Bolsonaro. Esto significa, que el horizonte de la elección de 2022 es un deja vu de 2018: Lula da Silva como favorito contra Bolsonaro, en un segundo lugar bien afianzado.
El final de la telenovela de 2018 es bien recordado: Lula no llegó a las boletas a unos meses de las elecciones le impidieron lidiar___y Bolsonaro ganó la presidencia impulsado por la indignación ciudadana causada por las revelaciones de la Lava Jato.
De estos sucesos, podemos extraer la expresión de Monseñor de Meriño: “Tan fácil es pasar del destierro al solio, como del solio a la barra del Senado”.
Lula es hoy la apuesta más segura para derrotar a Bolsonaro, una amenaza a la democracia que debe salir cuanto antes para que el país empiece a reconstruirse, porque en estos momentos luce muy feo para la foto.
JPM
mi opinion sobre el tema es el siguiente: admito que lula no es santo de mi devocion pero eso no me impide reconocer que es preferible lula otra vez a un demente como bolsonaro. un mal gobierno reinvindica casi de manera automatica a un malo que lo preceda y bosonaro ha sido lo peor que le ha pasado a brasil. todavia resuena la destitucion cuasi ilegal de dilma rouseff lo cual le ha salido muy caro al brasil…
bolsonaro es un troglodita, simil de duterte pero con menos luces. no me cabe ninguna duda que lula sera presidente otra vez, no por ser lula sino por la incapacidad de jair bolsonaro, que mas que en el palacio del quirinal debiera estar en un manicomio.