Bien por la Junta, pero hay que ir por más
Recientemente acudí a la Junta Central Electoral en busca de un acta de nacimiento y me sorprendió la agradable noticia de que por las “legalizaciones” de las actas no se estaba cobrando.
Centro Persona y este servidor en particular, desde el 2010 viene luchando por esto, a tal punto que emplazamos a la Junta Central Electoral mediante acto de alguacil para que desista de la ilegal práctica del cobro por los servicios que brinda a través de las oficialías del Estado Civil.
Siempre hemos sostenido, y lo continuamos haciendo hoy, que la Junta Central Electoral no tiene derecho a cobrar por esos servicios ya que los cobros por la expedición de actas y otros que brindan sus dependencias encontraban un pírrico fundamento legal en la ley 659 del 17 de julio del año 1944 sobre Actos del Estado Civil, cuyos precios los ha ido aumentando progresivamente al margen de la propia ley.
Con la aprobación de la ley 173 de fecha 17 de julio del año 2007, la JCE perdió la facultad total de cobrar derecho alguno por sus servicios, debido a que esa ley derogó pura y simplemente las disposiciones del artículo 103 de la ley 659, que era la base para el cobro de los servicios prestados por ese organismo. Esa ha sido siempre la base para sustentar nuestra petición.
Hoy la Junta Central Electoral cobra por casi todo y cobra mucho. Si usted quiere saber los precios visite esta dirección https://jce.gob.do/portals/0/TasasServicios Prestados.pdf y compruebe por usted mismo lo que le digo.
En un artículo que publicamos hace varios años sosteníamos que el mayor abuso lo tenían en la legalización de actas, pues te piden que para la validez y uso legalice las actas pagando una suma igual al costo de la expedición. Y como burla mayor, la misma firma que aparece en las actas, por lo menos en Santo Domingo, es la misma que la legaliza.
En esta ocasión, esta parte la Junta la ha dejado de cobrar y eso hay que saludarlo, pero no es suficiente. Hay que ir por más. Es nuestro derecho y es su deber dejar de cobrar lo que no es debido.
Hasta la próxima.