Avanza la Circunvalación de Baní
La trocha llega ya a orillas del río Baní tras destrozar la rica agricultura
Al ruido que acompaña el quebradero de las matas de mango, aguacate, guayaba, naranjas y otras se une el de las máquinas de movimiento de tierra que va delineando la trocha de la que será la avenida de circunvalación a Baní.
Iniciada su construcción en su extremo oeste en el cruce de la carretera de Cañafistol a Las Tablas y en avance hacia Sombrero y la carretera a Calderas, los trabajos se iniciaron de manera acelerada para preparar la explanación de la autopista de dos carriles e ir avanzando hacia el sur sin pausa y sin interrupciones.
Falta el empalme norte con la carretera Sánchez cerca de Galeón. Ese es un terreno sin valor agrícola ya que solo existen procesadoras de agregados muchas de las cuales suspendieron sus operaciones hace varios años.
Es notable el avance de los trabajos cuando ya la trocha llega hasta las orillas del río Baní, después de haber destrozado la rica agricultura de unos predios costosos y generadores de riqueza que ahora desaparecen así como parte de las urbanizaciones construidas a lo largo del eje de la nueva autopista.
Desde Sombrero hasta el cauce del río Baní se atraviesan tierra que fueron el soporte económico de la zona, enriquecida por el afán laborioso del banilejo ausente que al regresar ha convertido los terrenos en fruto de rica producción agrícola y en urbanizaciones de lujo contando con la presencia de personas que oriundas del valle de Peravia han regresado a su terruño para hacer lo que soñaban desde siempre en su transitar descalzos y sin oportunidades, vivieron sus primeros años a duras penas.
Ahora sueñan con el retiro en su tierra, pero con la suerte cambiada perturbados con el ruidoso movimiento de máquinas pesadas abriendo la trocha y el asiento de la nueva avenida que desde siempre se debió construir por el lado norte de la ciudad.
El panorama de Baní ha cambiado con la interrupción de los sembradíos por el movimiento de la modernidad con una vía necesaria pero indebidamente concebida por el sur, cuando las opiniones y estudios señalaban que por el norte era una mejor ruta y menos costosa.
Ya el daño está hecho y muy pronto veremos elevarse sobre el terreno las pilas de hormigón del largo puente sobre el río Baní que por sus características tendrá un largo terraplén preparados para cuatro carriles de circulación aun cuando ahora se trabajará con dos carriles.
Pronto iniciarán el movimiento de tierra desde el río Baní hasta llegar al cruce de Nizao pasando por el frente de las instalaciones de las plantas de Punta Catalina y permitirá abrir el paso por el arroyo Paya, el Catalina y otros de menor caudal.
Eran tierras agrícolas caras desde Cañafistol, pasando por Sombrero, El Llano, Boca Canasta, Mata Gorda, Paya. Fueron predios agrícolas arrasados sus siembras. Por suerte las costosas viviendas no se afectarán mucho, solo las siembras serán las más perjudicadas que eran razón de la riqueza de esa planicie banileja que gracias al agua del canal Marco A. Cabral mantienen esa tierra en producción y afianzando los sueños y esperanzas de los banilejos ausentes que regresados a su tierra vuelven a sus orígenes de la tierra y ahora dedican esfuerzos y sueños a la siembra de varillas y cemento.
Eran predios que sus propietarios habían abandonados hace años y se marcharon para los países a buscar mejores para darle forma más segura a sus inquietudes.
Y el retorno no ha podido ser más tumultuoso al encontrarse después de años de trabajo tesonero en el norte y haber desarrollado costosas urbanizaciones ver cómo sus matas de mango, naranja, aguacates y otras son aniquiladas por los tractores en la preparación del terraplén de la avenida de circunvalación.
Regresaron después de muchos años de ausencia sin romper el nudo umbilical con su tierra de los siembra hielo con la cual añoraba regresar en esas noches de largo y frío invierno a la espera de un cambio de vida con una mayor holgura económica.
Al lograr la fortuna que en su tierra no hubiesen conseguido, retornaron con ínfulas de nuevos ricos para apabullar a sus vecinos de antaño exhibiendo prosperidad que se convirtieron en lujosos proyectos habitacionales sembrados en el valle de Baní, otrora tierra de gran riqueza agrícola.
Eran tierras agrícolas caras en Cañafistol, Sombrero, El Llano, Boca Canasta, Mata Gorda, Paya.
JPM
carajo…y la de azua….que ya esta mas de 2/3 terminada…para cuando…desplorables gobiernos?
todas esas fincas agrícolas tendrán más valor ahora.el tiempo/ progresó no se detiene.don,con todo respeto,mire el vaso medio lleno,ya no habrán las quejas del fuerte transito vehicular por el medio del casco urbano,ni polución.para lograr algo,hay que sacrificar algo.de nuevo,mi respetos
otra cosa,muchas gentes en baní y todo el país se va fuera,trabaja duro,algunos hacen mil diabluras y regresan ciertos a echarles vainas a los que no se fueron,,,,pero se fueron,trabajaron duro,no como muchos de los pueblos que les echan vainas a los jodidos,con dinero de ese mismo pueblo que se los robaron con la corrupción pública y privada.esos son peores.
don fabio, el progreso tiene sus efectos colaterales que se pueden enmendar.además, el paso de una vía de comunicación a atravez de grandes predios agrícolas no es significativo el daño que podría hacer. esa misma vía pasa por en medio de cañaverales y no lla afecta en nada.
que pena me da ver tierras complement aagricolas sembradas de blocks y varillaslos come cheques del congress deben aprobar la ley de ordenamiento territorial y bacteria cumplirpara evitar cosas come estan