Abandonan el parque de la Vieja Barquita
POR JORGE GONZALEZ
A cinco años de ser iniciado el proyecto del parque fluvial La Barquita en la localidad del mismo nombre, a orillas del río Ozama, en Santo Domingo Este, con la finalidad de convertir el lugar en un área ecológica de espaciamiento y recreación, una gran cantidad de basura y un descuido generalizado es lo que se observa en el entorno.
Hay toneladas de basura acumulada a orillas del Ozama que llegan arrastradas por cañadas o por el mismo río, animales muertos y vertederos improvisados en los terrenos del lugar, tirados por lugareños y desaprensivos que cobran para botar desperdicios cuando la recogida en una zona tiene problema, es lo normal.
“Esa basura está ahí desde diciembre. Son los viciosos de ahí arriba que vienen y la tiran cuando les pagan para que la boten. De día las moscas nos hacen la vida imposible, y de noche los mosquitos no nos dejan dormir”, expresó una joven que se identificó solo como Juanita.
Aunque en esta vista del parque fluvial La Barquita puede verse el verdor y belleza del área, en otros lugares la situación es diferente con basura por doquier y sin seguridad.
Cuando Juanita se refiere “ahí arriba”, hacía alusión a las localidades de Vietnam y Catanga de Los Mina en el mismo municipio ambas localidades están situadas en los entornos de La Vieja Barquita próximo al citado río.
Desde que concluyó el traslado de aproximadamente 1,500 familias, que habían vivido por décadas en las más deplorables condiciones, hacia el proyecto habitacional “La Nueva Barquita”, en Sabana Perdida, Santo Domingo Norte, el Gobierno inició la habilitación y equipamiento de más de 15 hectáreas liberadas a orillas del río Ozama para convertir el área en un parque ecológico.
El Gobierno del entonces presidente Danilo Medina a través de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entornos (URBE), fue quien inició los trabajos de la construcción de una vía principal y de un muro de protección como parte del proceso para convertir este lugar en un parque ecológico y fluvial.
Aunque el área, de una extensión de 150 mil metros cuadrados, fue reforestada con la siembra de 27 mil plantas endémicas de la isla, y sería administrada como zona ecológica por el Jardín Botánico Nacional, la obra no fue terminada en esa gestión y hasta ahora el actual gobierno tampoco la ha concluido.
Entre las especies plantadas en el lugar se encuentran la caoba, almácigo, cedro, guama, jabilla, cajuil, uva de playa, y pan de fruta entre otras. En cambio, en la ribera del río fueron sembradas gramíneas para evitar la erosión.
Además se han construido nueve plantas de tratamiento de aguas para que el líquido llegue descontaminado al río, y varias trampas de basura para que los desperdicios nunca lleguen al cauce, también se levantaron dos canchas deportivas y se remozó la Capilla San José (ubicada en la calle Padre Gregorio Alegría).
jpm-am
metan a los vagos del ejercito nacional a que lleven a los presos no peligrosos a limpiar el area
aqui eso no se usa, la ley prohibe el trabajo forzado y la esclavitud. en que siglo usted vive?
se le pagaria un peso la hora y con ese dinero pagaria su estadia en la carcel que es bien costoso como yo y usted pagamos en un hotel