A los dieciocho años del fallecimiento de Peña Gómez
Asistimos hoy ante la tumba del compañero José Francisco Peña Gómez, el más grande líder político dominicano, más valiente, abnegado y consecuente en la lucha por la liberación social de su pueblo durante el siglo 20.
A los 18 años de su partida a las regiones de la inmortalidad, nos dejó la herencia de la obra política del Partido Revolucionario Dominicano, nacido en 1939 en La Habana Cuba en los albores del Fascismo, la ideología de exterminación racial que se identificaba con la metodología criminal de la dictadura trujillista que sojuzgaba al pueblo dominicano desde 1930.
Un grupo de desterrados concibió fundar una organización política radical e intransigente en la lucha por la libertad, democráticamente comprometida contra todos los totalitarismos de derecha o de izquierda, alimentada con el pensamiento de la Izquierda Democrática Latinoamérica, corriente política al margen de la confrontación ideológica este-oeste.
Así se hizo el camino al andar, con la daga al brazo preparado para la guerra. El quijotismo de aquellos desterrados los condujo a la aventura de preparar 3 proyectos de guerra con la solidaridad de Cuba y de otras personalidades libres del mundo. Ahí están escritas con sangre las expediciones militares patrióticas de Cayo Confites de 1947; Luperón 1949 y Constanza Maimón y Estero hondo 1949.
La historia de la libertad contra un tirano brutal, dueño de vidas, bienes y hacienda tenía que labrarse con sangre, como oportuno fue la acción del plomo homicida que ajusticiara el tirano la tarde del 30 de mayo de 1961 que abrió los cielos de la patria a la comisión del 5 de julio integrada por Miolan Silfa y Castillo y que descubriera en su contacto inicial al fenómeno militante más impresionante en el joven José Francisco Peña Gómez, propagandista y agitador de las grandes masas desposeídas, que en combinación con las charlas del candidato presidencial despertaron la conciencia popular el 20 de diciembre de 1962 al triunfo de Juan Bosch presidente.
Esa labor consagró el triunfo de la libertad y democracia. A partir del 27 de febrero de 1963 con la toma de posesión del presidente Bosch, se inició el camino hacia la conquista de la justicia social con la vigencia de la constitución democrática de 1963 y su programa de transformación social y económica que anunciaba la revolución democrática prometida.
Al producirse el zarpazo golpista el 25 de septiembre de 1963 cuando la oligarquía se sublevó contra la voluntad popular, en medio de la represión y el exilio del gabinete derrocado, solo José Francisco Peña Gómez con su ambición de reivindicar los ofendidos era capaz de interpretar la protesta nacional convocando al pueblo a la revolución constitucionalista de 1965.
Solo José Francisco Peña Gómez nos dio aliento para enfrentar la grosera intervención Yankee del 28 de abril y solo José Francisco Peña Gómez con su talento y valor ejemplar dirigió el combate de las masas contra la dictadura sangrienta de los 12 años, hasta conquistar las victorias electorales de 1978 y 1982 de los presidentes Antonio Guzmán Fernández y Salvador Jorge Blanco.
En el conflicto interno que le separó de su maestro Juan Bosch, siempre aspiró al reencuentro del discípulo aventajado con el maestro respetado. Así lo intentó en el año 1990 cuando le ofreció el apoyo a su candidatura presidencial, cuando el balaguerismo le robó las elecciones al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, fraude colosal que volvió a repetirse en 1994 cuando el doctor Peña Gómez fue colmado por millones de votos Presidente de la República Dominicana.
Aquel golpe a la voluntad popular acometido por la maestranza del fraude se llevó la vida de nuestro inmenso líder inmortal.
IMPERATIVO HISTORICO
Hoy José Francisco, con 55 años de militancia ininterrumpida, a los 18 años de tu desaparición física, confesamos ante ti que no había vivido nuestra organización política una situación tan inédita como la actual, ausente del protagonismo que caracterizaron las jornadas electorales del pasado; de ahí que la alianza programática con la candidatura presidencial del Lic. Danilo Medina la aceptamos como un imperativo histórico y el deseo sincero de reencontrar las esencias ideológicas del Boschismo y el Peñagomismo, en un proceso de concreción social de cambios que satisfaga las expectativas del pueblo dominicano que concurrirá a las urnas el día 15.
En la coyuntura actual, la consigna fundamental del perredeismo revolucionario es trabajar permanentemente por la edificación de un partido consustanciado con las masas populares que constituyen el alma de la organización que tu fundaste.
Consecuente con los altos destinos que le depara la historia, los bueno y verdaderos perredeistas embargados de optimismo y entusiasmo marchamos a rescatar la vocación de lucha por el poder, puesto que la misión fundamental de un partido es la toma del poder político.
Consciente de ello toda nuestra capacidad organizativa propagandística y agitacional debe estar dirigida a llenar las urnas de votos blancos señalando la casilla número 1. Multiplicando los esfuerzos en esta tarea, garantizaremos nuestra participación efectiva en un gobierno compartido de unidad nacional encabezado por el presidente Danilo Medina.
Invocamos a Dios que el aliento de tu espíritu que nunca muere conduzca la bandera blanca del perredismo a puerto de salvación.
¡Gloria eterna a nuestro líder inmortal José Francisco Pena Gómez !
(Discurso ante la tumba de José Francisco Peña Gómez. 10 de mayo del 2016)
jpm