Emblemático hotel Oloffson sobrevive en medio de bulliciosa Puerto Príncipe
Por Aneli Ruiz García
Puerto Príncipe, 25 abr (Prensa Latina) En el centro de la capital de Haití sobrevive el Hotel Oloffson, una edificación de madera custodiada por jardines tropicales, como especie de oasis en medio de la bulliciosa y congestionada ciudad.
Su modelo neogótico conocido como «pan de jengibre» -un estilo arquitectónico que se originó en Haití- data del siglo XIX, con columnas blancas, balcones, amplios patios y una frondosa vegetación.
Se ganó el nombre de legendario al seguir en pie luego del mortífero terremoto de 2010 que arrasó con las principales estructuras modernas y antiguas de Puerto Príncipe, desde la emblemática catedral hasta el Palacio Presidencial.
El hotel, con una larga tradición artística y turística, fue bautizado por Walter Gustav Oloffson, un capitán sueco de la marina que convirtió la propiedad en hospedaje tras la intervención norteamericana (1915-1934), periodo en el cual el ejército estadounidense empleó el inmueble como hospital militar.
Fue escenario de una novela y resguardó a artistas e intelectuales, además, sus predios sirvieron de plataforma musical y de galería de arte relacionado con el vudú, la principal expresión mágico-religiosa del país.
Entre sus huéspedes habituales durante la década de 1960 figuraban el actor británico John Gielgud, el caricaturista estadounidense Charles Addams y los escritores James Jones y Graham Greene. Este último se inspiró en la institución para recrear el Hotel Trianón en su novela Los comediantes (1966).
También se alojaron Mick Jagger, Jackie Onassis, Jimmy Buffet, John Barrymore, Paul Haggis y Jean Claude van Damme, y cada una de las habitaciones lleva su nombre.
Desde mediados del pasado año, el Oloffson redujo de manera considerable sus servicios en plena crisis sanitaria, la tensa situación sociopolítica y la caída del turismo.
La noticia conmocionó a muchos, pues el centenario establecimiento es testigo de una parte importante de la historia cultural del país, un lugar místico, acogedor, sugerente y legendario.
(Tomado de Orbe)
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