Fidel Vs Mario Vargas Llosa

Sí, es verdad, tal como ha escrito Mario Vargas Llosa: «Vivimos en la civilización del espectáculo (a lo que yo añado) del espectáculo político y en la era de los canallas en la cual el imperio o los imperios usan de títeres como él, pagándole muy bien su labor de (zapa-títere-maquinador) para mantener alienada a una muchedumbre global con pan y circo que está dominada por el 1% de la población mundial, la cual es dueña del más del 50% de las riquezas del planeta.   Lo paradójico en este escenario es, que el mismo Mario es parte protagónica del elenco que actúa en este espectáculo.  Lo hace como impostor de la política y prostituto del pensamiento y de la palabra hablada y escrita, al construir sofismas con los cuales pretende defender lo indefendible y causas innobles para beneficio propio y de las élites globalizadas, que mediante el poder militar y económico, que opera con guerras psicológicas, financieras, convencionales, de la informática y de la información, se han adueñado del mundo en que vivimos para su solo usufructo. 

 Entre los títeres que usa el imperio para sus fines de dominación, hay artistas supremamente bien pagados, como Marc Anthony, Jennifer López, Shakira, Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Joaquín Sanabia, María Conchita Alonso,

Franco de Vita, Ricardo Montaner, José Luis Rodríguez (El Puma), Juanes y Willy Chirino entre otros títeres, que en sus conciertos piden a voces «libertad para Cuba y Venezuela», soslayando ese pedimento para países verdaderamente carente del más mínimo respeto por los derechos humanos.   También, pertenecen a esta clase de marionetas muchos de los grandes deportistas, a quienes absurdamente se les paga astronómicas fortunas que resultan obscenas antes los magros salarios que devengan los obreros, que sí producen riquezas.  En esta distorsión, ni los más grandes cerebros, como son los científicos de la Nasa, sueñan con ganar semejantes fortunas.   Pero toda esta de distorsión tiene un fin maquiavélico, el cual más adelante expondremos.

Breves comentarios sobre algunos escritores y periodistas que hacen de marionetas del imperio junto a MVL. 

 Son títeres-bocinas del imperio y sus transnacionales, escritores y periodistas como Andrés Oppenheimer, Jaime Bayly, Jorge Ramos, Carlos Alberto Montaner y por supuesto Mario Vargas Llosa, el varón alfa de esa jauría de psicópatas, entre otros no menos dañinos.  Todos ellos son sirvientes bien retribuidos por sus amos, para hacer una labor en zapa con la satanización de los lideres a derrocar.  Lo hacen con sucias manipulaciones, desinformaciones y distorsiones a las ejecutorias del gobernante a derrocar, adjunto a guerras económicas y financieras con el fin de hacer el mayor daño posible, tal como por siglos lo han venido haciendo en confabulación con sus transnacionales.  El derrocamiento de Jacobo Arbenz, Salvador Allende y Juan Bosch, son amargos ejemplos del uso de esas metodologías golpistas.  En el ínterin, estas bocinas viven como jeques árabes, dándose la gran vida con las altas remuneraciones que reciben a cambio del trabajo infame que hacen. 

 El colmo de estas acciones tendientes a utilizar las influencias de estos artistas sobre las muchedumbres incultas, ocurrió en el año 2012 en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobiernos de América, celebrado en Cartagena de Indias, Colombia. En ese evento, donde asistieron 34 jefes de Estado, llevaron a la cinturóloga Shakira para que diera una cátedra a esos gobernantes y a los megas empresarios mundiales, sobre las bondades de la educación financiada por el “capitalismo filántropo”.   Aquello fue una falta de respeto a esos gobernantes, pero ellos, sumisos, aguantaron sin rechistar aquella humillación, cosa que no hubiese soportado un Juan Bosch, porque hubiese abandonado abruptamente ese conclave. 

 Mario de izquierdista apasionado a ultraderechista radical  

 Siempre han existido personas, intelectuales o no, con la capacidad para comportarse o definirse positiva o negativamente ante un mismo evento según sus conveniencias.   Por ejemplo, un abogado representará en defensa a quien le pague.  En esa, quien lo contrató es el bueno.  Pero si por alguna razón, deja ese caso y el contrario lo contrata para el mismo caso, el que antes se tenía por bueno, automáticamente pasa a ser el malo.  Eso se ve a diario en los pleitos judiciales.  También, periodista y literatos sin escrúpulos, de conductas basadas en antivalores, pero que tienen el don de escribir, venden su pluma al mejor postor.  En esta transacción, lo bueno puede ser malo y viceversa.  Lo que les importa es, ganar dinero.

 En ese tenor, Vargas Llosa, antes de 1967 proclamaba, que ser de izquierda era lo mejor.  Esta postura positiva de Mario hacia el socialismo, la dejó saber al recibir en aquella fecha (1967) el Premio Rómulo Gallegos al expresar: «La realidad Americana, claro está, ofrece al escritor un verdadero festín de razones para ser un insumiso y vivir descontento. Sociedades donde la injusticia es ley, paraíso de ignorancia, de explotación, de desigualdades cegadoras de miseria, de condenación económica, cultural y moral. Pero dentro de diez, veinte o cincuenta años habrá llegado a todos nuestros países, como ahora a Cuba, la hora de la justicia social y América Latina entera se habrá emancipado del imperio que la saquea, de las castas que las explotan, de las fuerzas que hoy la ofenden y reprimen”.(expresiones textuales de Vargas Llosa). 

 Esa actitud o disposición psíquica positiva que sobre el socialismo tenía Vargas Llosa fue cambiada radicalmente por una negativa, a partir de 1980.   Desde entonces Vargas Llosa ha atacado ferozmente a Cuba, a Fidel y a su revolución.   En esta línea, también le cogió de manera compulsiva con Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Cristina Kirchner, y ahora con Nicolás Maduro.  Sus sucias embestidas retoricas han estado dirigidas contra todo gobierno desafecto al imperio y al neoliberalismo.  Y digo sucias, porque cuando se ha dirigido a Chávez, a Evo o a cualquier otro anti-imperialista, lo ha hecho con pronunciamientos irrespetuosos, denigrantes y soeces.  De Chávez dijo: «Es una bestia autoritaria, que está desestabilizando a buena parte de Sudamérica.   Chávez es un gran peligro y debe ser un motivo de preocupación para quienes no queremos que haya un retroceso hacia formas dictatoriales, tan vigorosas por desgracia en nuestra tradición histórica».   A Evo, Vargas Llosa lo ha tachado de ser el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador, con vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical.  Además, lo ha signado de indio ignorante y ladino, y a quienes les siguen de estúpidos, incompetentes e ineptos y perfectos idiotas.  Perlas como estas, nunca lanzó Mario contra Augusto Pinochet, o Rafael Videla ni contra todos aquellos dictadores asesinos y ladrones impuestos por el imperio.   En fin, Vargas Llosa, de socialista militante, pasó a defensor del capitalismo salvaje, eligiendo con esa decisión, ponerse al servicio de los colonialistas e imperialistas, dueños de las voraces transnacionales que saquean a nuestra América hispana, Asia y África.

 Mario, violando un código cristiano, tira la primera piedra.

 Los dos primeros matrimonios de Mario fueron con familiares directos: primero, con su tía Julia Urquidi diez años mayor que él, y luego con su prima hermana, Patricia Llosa, sobrina de su exmujer (Julia Urquidi).  Personalmente no me importa con quien él se haya casado, ese es su problema y su vida.  Pero como estos matrimonios son algo incestuosos, si en vez de ser él, el casado con estos familiares directos, lo hubiesen sido Fidel, Chávez o Evo o cualquier otro de los líderes progresistas de hoy, imagínese el lector, cuanto hubiese usado Vargas Llosa y los medios de comunicación al servicio del imperio, un hecho así para difamar a esos líderes.  Pero como Mario se considera impoluto, se arroga el derecho de tirar la primera piedra, y todas las piedras, contra los adversarios que él considera infame pecadores. 

 Mario Vargas Llosa un escritor sobredimensionado

 En repetidas ocasiones y en diversos escenarios, hemos afirmado que Mario es un escritor sobredimensionado.  A ningún otro escritor le han dado tanto espacio para manifestarse políticamente como a él.  Es que su trabajo de resaltar el neoliberalismo, difamar, calumniar y satanizar a los adversarios de este modelo de saqueo económico, es compartido por el 80 por ciento de los medios de comunicación global al servicio del capitalismo neoliberal, porque ellos son los dueños de estos medios, y Mario su empleado.  Solo por este motivo se resalta tanto a este escritor y se le brindan los recursos para que viva viajando por el mundo en primera clase y hospedándose en hoteles de cinco estrellas.  Aceptamos que es un escritor excelente de la derecha recalcitrante, pero no al grado plus ultra del literato que se nos quiere vender.  Su literatura es buena, pero nunca al nivel de un Dostoievski, Tagore, Víctor Hugo, Tolstoi, Gógol, Hemingway o de pensadores como Sartre, Bertrand Russell, Saramago etc. Tampoco su literatura política (él se cree un político plus ultra) no es tan voluminosa, y ni es, ni será trascendente como la de Fidel.  Tampoco en este campo Mario puede cantar victoria frente a un Eduardo Galeano.  Incluso en este acápite, para mayor comprensión del tema, traigo a colación el hecho, de que en nuestro país, obras maestras y sus autores no se les toma en cuenta para nada.  Es el caso de Fernando Hernández Díaz y su hermosa novela «Anacaona: La Reina del Nuevo Mundo».  Esta novela es más grandiosa que la Ciudad y los perros de Vargas Llosa, sin embargo este hermoso texto ni lo brincan ni lo saltan, como hacen con la obra de cualquier extranjero.

 Mario frente al reto de la vida  

 Ser revolucionario… ser de izquierda, implica un sacrificio que no todo humano asume.  Cargar la cruz hasta el Gólgota es cuestión de cristianos verdaderos y Vargas Llosa, no lo es. Un hombre que ha dedicado su vida a la causa de los ricos, y que usa la calumnia y la diatriba como armas de combate, no es un cristiano solidario, ni un ser moral, ni ético. ¿Por qué cambió él tan de repente de socialista confeso a derechista recalcitrante?  Asumo que él meditó sobre la milenaria frase que reza: «El que se mete a redentor muere crucificado», para al final comprender, que ese no sería su destino.  Él se dio cuenta a tiempo, que no tenía madera para una vida de sacrificios y privaciones.  Él no tenía esas características del Che, de Fidel, de Camilo Cien fuegos ni de ningún otro revolucionario.  Consecuentemente, Mario se inclinó por la «dolce vita» que se deriva de servir y contemporizar con los oligarcas de su país y del mundo; mientras Fidel se decantó por servir a la causa de la justicia y a la causa de los pobres de su país y del planeta.

 Mario vocero de capitalismo neoliberal y beneficiarios

 Sin lugar a dudas, Mario es un vocero pagado por el capitalismo neoliberal y sus beneficiarios, quienes son los dueños y señores de las grandes transnacionales globalizadas, entre las que cuentan, las petroleras (Exxon, Shell, Chevron, British Petroleum, etc.), los grandes y pequeños bancos (Chase, Bank of América, HSBC Citigroup, Santander, Wells Fargo, Mitsubishi Financial Group Wall Street Lehman Brothers, Goldman Sachs, etc.), las compañías mineras (Anglo American, Barrick Gold, Alcoa, Falconbridge, Gold Corporation, etc.), las grandes compañías agrícolas (Monsanto, Grenada Company, United Frut Company etc.), el Complejo Militar Industrial, los grandes medios de comunicación (CNN, Glovision, ITT, Venevision, Fox, Televisa, Time Warner, CBS Corporation, New York Time etc.), empresarios, banqueros y políticos (Carlos Slim, Gustavo Cisneros, George Soros, Rockefeller, JP Morgan, José María Aznar, Felipe Gonzales, los Dupont, los Roschield, Warren Buffett, Club Bildergerd, Club de Paris,  FMI, BM, etc.), reyes, nobleza y el Pentágono.  De todos estos súper poderes terrenales, es vocero Vargas Llosa y, por supuesto, de las indolentes oligarquías del Tercer mundo. 

 Fidel VS Vargas Llosa

 En estos días en que la mayoría del pueblo cubano y los sectores revolucionarios y gente sana de los pueblos latinoamericanos, caribeños, africanos, asiáticos y de todo el mundo, sienten un respetuoso dolor con la desaparición física de Fidel, Mario Vargas Llosa se disparó con la manida frase: «la historia no lo absolverá».

Pero ¿qué autoridad moral tiene Mario para dar por hecho, semejante veredicto? 

 Fidel ha pasado a la historia como el más grande pensador y político latinoamericano del siglo XX, y como un intelectual de fuste, estratega de la vida y la solidaridad, padre y artífice de la revolución cubana, creador de una conciencia colectiva e individual, que trascendió a Cuba y América. Fidel habló en nombre de los niños que en el mundo no tienen un pedazo de pan, de los enfermos que no tienen medicinas, y en nombre de aquellos a los que se les ha negado el derecho a la vida y a la dignidad humana.  Mientras que Varga Llosa abrazó la causa y la ideología de los imperios y sus transnacionales, necesitadas de materias primas a precio de saqueo, expropiaciones, golpes de estados y guerras en la que han masacrado pueblos enteros y hecho de la democracia, la libertad y los derechos humanos, letras muertas. 

 Fidel ha trascendido y seguirá trascendiendo, pese al veredicto en contrario de Vargas.  Fidel fue un revolucionario; Vargas un contrarrevolucionario.  Fidel fue un humanista; Vargas un vive bien.  Fidel fue un filósofo de la política; Vargas un comerciante de la política.  Fidel, un ser autentico; Vargas, puro teatro.  Fidel, todo carisma; Vargas, mera careta.  Fidel, todo humanidad, Vargas; todo narcisismo.  Fidel pensador alto, ancho y profundo; Vargas de ideas cortas y triviales.  Fidel, inmensidad de talento político; Vargas, carencia total. Fidel se debió a sus propios principios; Vargas a los dictados de sus empleadores.  Fidel fue defensa e inspiración para los pueblos empobrecidos y oprimidos; Vargas, todo lo contrario.   Fidel fue y seguirá siendo una potencia moral y de dignidad mundial; Vargas, apenas será recordado como el vocero-títere de los opresores, y como el literato que le diligenciaron un premio nobel con el fin de empoderarlo de prestigio mundial, para que con esa calidad, sus prédicas a favor del neoliberalismo se hicieran creíbles ante las masas iletradas, que nada saben de estos amañados arreglos subterráneos.

 En este escenario del espectáculo político y de la era de los canallas, a Fidel (quiérase o no) hay que acreditarlo como el catalizador del proceso revolucionario que inició la democratización de América Latina y de otras partes del mundo, al derivar paulatinamente su revolución, por influencia e inspiración, en la eliminación de las dictaduras impuestas por el imperio.  Vargas, por mezquindad y mediocridad, no reconoce este legado y porque se le paga, para ello.  Entonces, viene a ser, que el legado (la obra revolucionaria) de Fidel, es profundamente humana; la de Vargas, algo satánica, puesto que su causa, es la causa de los ricos que masacran la humanidad.  La historia de Fidel compendia una enciclopedia de epopeyas; la de Vargas, un pequeño folleto de futilidades.  En fin, Fidel fue y no dejará de ser, el personaje político más trascendente de la historia del siglo XX y XXI; Vargas frente a Fidel, un enano político de poca monta.

 Al lector dejo la palabra.

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