Zapatero prodigioso
José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente de España, visitó República Dominicana a principio de esta semana. Por las cosas –sí, cosas- que dijo pudo resultar más provechoso que no hubiese venido. Vino a hablar de política criolla y demostró que en eso anda muy ajeno a la realidad. De ahí que incurriera en notables dislates.
El Partido Socialista Obrero Español es miembro de la Internacional Socialista, organización de la que ha formado parte también el otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el cual se ganó una posición estelar en la lucha por la democracia dominicana y en la solidaridad con otros pueblos oprimidos.
El último líder del PRD, José Francisco Peña Gómez, de incuestionable honradez y de inquebrantable vocación democrática, habló en todos los foros mundiales en representación de la Internacional Socialista.
Rodríguez Zapatero, dirigente del PSOE, lo conoció de cerca, ¿lo oyó alguna vez hablar del tipo de negocios que se hace ahora en el PRD?.
Ha causado pesar que el dirigente español viniera a asegurar que el PRD seguirá siendo una organización fuerte y clave en el desarrollo de la democracia. En tiempo pasado eso estuviera muy bien. ¿No sabe Zapatero que el una vez glorioso PRD ha desaparecido? ¿De verdad cree Zapatero que la alianza con el gobierno es por el bien del país?
En algo estamos de acuerdo con el visitante: no se entiende la historia de la República Dominicana sin la historia del PRD. Fueron setenta años de lucha por la democracia y las libertades públicas, ¿quién puede borrarlos? Pero ese partido no es ni sombra de lo que fue, sobre todo porque sus dirigentes perdieron la dignidad.
Lo que no pudieron el tirano Rafael Trujillo ni el déspota ilustrado Joaquín Balaguer, lo ha podido un negociante disfrazado de político a quien Zapatero ha venido a aupar, hablando de acuerdo programático y de que prime el interés general. Quien no vea el uso nefasto que se le está dando al que fuera el más grande partido dominicano, ha de ser estúpido o sinvergüenza.
Para afrenta del PSOE, su líder reiteró la vigencia de los viejos vínculos entre éste y el PRD: “Tienen un afán compartido, una visión de la vida y de la propiedad en la que prima el interés general”. No hay interés común, pues la alianza con el Presidente Medina es cuestión de burda conveniencia. Como lo fue el matrimonio de la zapatera prodigiosa.
En la obra de Federico García Lorca, la actitud hacia su marido de la joven zapatera, casada por conveniencia, no era amorosa. Para que el PRD vuelva a “ser fuerte y clave en el desarrollo de la democracia”, como dijo el político ibérico, una fuerza superior tendrá que obrar maravillas. Quizá estemos en presencia de un Zapatero prodigioso.