¿Y qué hago con mi voto?
La pregunta del millon a nivel global es, ¿y que hago con mi voto?, aunque votar es un deber de todo ciudadano para preservar la democracia (José Polanco)…pero, «son tantos los tropezones que ya no podemos levantar los pies».
Si nos detenemos, pensamos y analizamos los acontecimientos y escenas de protestas de la actualidad, concluimos en que realmente esta interrogante a cualquiera le pone los pelos de punta.
Si bien es cierto- dice Polanco- que los gobiernos corruptos e irresponsables han matado de alguna manera la esperanza en el unico sistema politico, no es menos cierto, que hasta ahora por lo menos se le da participacion al pueblo para sufragar el voto, sin embargo, este proceso «fallido» de elecciones, en el cual el pueblo decide quien administrará la nacion, el voto sirve y servirá de estadística para determinar de que lado se inclina la fuerza y/o preferencia de los pueblos.
Partiendo de este efecto: pueblo, ¡“No dejes de votar! Cuando lo haces, le entregas la única herramienta que sigue determinando la preferencia de la ciudadania… Yo diría- amigo Planco- se le entrega la única pieza que le falta al rompecabezas para que se siga fortaleciendo la normativa antidemocrática que impera en el país a través de los partidos políticos.
Los que administran el poder económico- entiende el experto en sistema- tienen el poder judicial y gubernamental, además de contar con todas las herramientas para decidir quien gobierna sin necesidad de tu voto, pero en un sistema democrático, cuando tu voto está presente, se les hace mas difícil tomar esa decisión. Ellos también están obligados por el sistema democrático a que el proceso parezca transparente, por tanto, cuando te toque votar, ve y vota, cuando sea, donde sea.
Retomando el caso referente a la disolución de las elecciones municipales sin ningún marco jurídico conceptual que le diera calidades a la Junta Central Electoral (JCE), es prudente otorgar poderes a la masa juvenil que en las calles del país exige con radicalismo la renuncia en pleno de los jueces del organismo comicial, ahora bien, ¿sería esta la medida más salomónica para que se devuelva el respeto a la democracia y a la voluntad popular? Eso no lo puedo predecir. De lo que si estoy seguro es de que las rotaciones y/o cambios en las instituciones gubernamentales siempre serán saludables para cualquier país del mundo.
«La voz del pueblo es…la voz del cielo», por eso; y a pesar de las aptitudes borrasca y malsana de quienes se consideran los dueños del país y sus instituciones, corresponde a los ciudadanos cumplir con el futuro, a los fines de rescatar la democracia que a través de sobornos nos han arrebatado de cuajo, claro, esto lo podemos superar votando masivamente el 15 de marzo.
Más que un escenario donde las partes deberían ponerse de acuerdo, la suspensión de las elecciones han servido para disputarse poder mediante discursos acusatorios entre los partidos y la JCE, sin embargo; y desde mi óptica, es posible que el pueblo dominicano se convierta en el gran triunfador de los comicios programados para el 15 de marzo y el 20 de mayo, respectivamente, convirtiendo ambos procesos en los más importantes de nuestra historia.
De un tiempo a esta parte y; sin piedad, los dominicanos estamos padeciendo con la resignación de santos, la “diarrea oral, mentirosa y gráfica” que distingue a los voceros de los grupos de poder políticos. Esa práctica debemos enfrentarla ejerciendo nuestros derechos, no en las calles, más bien, en las urnas.
mbaezjj@gmail.com
el voto es manipulado? esta pregunta siempre me la he hecho. luego de este escándalo donde se puso entredicho la seguridad del voto, el país está avanzando en una corriente que lo miran como un despertar ante la impunidad de hechos, repetitivos, dios tenga misericordia de nuestro pueblo.