Web identifica inmigrantes muertos en frontera de EE.UU.
Una nueva web que ayuda a identificar a inmigrantes muertos tras cruzar la frontera texana entre Estados Unidos y México, fue creada por la revista Texas Observer, medio de comunicación que impulsó la iniciativa.
El portal «I Have a Name/Yo Tengo Nombre», disponible en español y en inglés, muestra fotografías de objetos personales que los inmigrantes llevaban cuando fallecieron, con el objetivo de que sus familiares, amigos o conocidos puedan reconocerlos e identifiquen sus cuerpos.
Se trata de una base de datos que muestra 80 casos numerados con información forense básica sobre las personas fallecidas tras haber cruzado la frontera en Texas, acompañada de las fotografías de sus objetos personales.
El sitio fue creado por la revista, tras trabajar durante un año con el equipo de Lori Baker, una antropóloga forense de la Universidad Baylor (Texas), que desde 2013 exhuma los cuerpos de esos inmigrantes para obtener sus muestras de ADN, con las que ha construido una base de datos para ayudar a su identificación.
Tras revisar más de 160 casos que fueron exhumados en el Condado de Brooks (Texas), donde fallecen la mayoría, en 2013 y 2014, solo en la mitad de ellos se encontraron objetos personales que se pudieron fotografiar para incluir en esta base de datos.
La publicación denuncia que muchos de los restos de los inmigrantes son maltratados, algunos son enterrados en bolsas de basura negras en fosas comunes, e incluso cuando los difuntos son identificados, la desorganización y descentralización de las autoridades dificultan la notificación a sus familiares.
Por ello, hacen un llamamiento a los que reconozcan algún elemento en el buscador de palabras clave y la foto galería de objetos personales de la web, para que suministren una muestra de ADN al Sistema Nacional de Personas Desaparecidas y No Identificadas de EE.UU. (NamUs) y así puedan identificar y reclamar el cuerpo del familiar.
El proyecto se financió con la donación de 120 personas en lo que la propia revista califica como «una mezcla de periodismo y activismo que era a la vez desafiante y gratificante».
Más de 6.000 personas murieron a lo largo de la frontera suroeste de EE.UU. entre 2000 y 2015, según la Patrulla Fronteriza, superando así a Arizona como el lugar más mortífero para los inmigrantes.
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