Viejos y jóvenes, ¡adelante!
Ahora, cuando tenemos ejerciendo el poder como gobernantes en muchos países de nuestra América Latina a personas relativamente muy jóvenes, que sirven de inspiración a otros para continuar sus luchas partidarias e ideológicas para alcanzar una mejor sociedad desarrollada.
No descarto los viejos por ser viejos ni los jóvenes tampoco. La vejez por sí sola, no es sinónimo de aptitud para ejercer el poder político, y por igual la misma juventud.
Los invito a dar un paseo por algunos países de nuestra América, para que recordemos nombres y edades.
Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México tiene 67 años de edad. Lenin Moreno, Presidente de Ecuador, cuanta con 67 años de edad, lo mismo que el Presidente de Chile Sebastian Piñera.
El Presidente de Brasil Jair Bolsonaro, tiene 65 y el de Nicaragua Daniel Ortega, cuenta con 75 años de edad.
Les recuerdo, que Pepe Mujica, al iniciar la presidencia de Uruguay frisaba los 75 años de edad.
Angela Merkel, Primera Ministro de Alemania tiene 66 años de edad. Vladimir Putin, Presidente de Rusia tiene 67. Donal Trump, Presidente de EEUU alcanzó los 74 y quien aspira a la misma posición Joe Biden, llega a los 77 años de edad.
Entre nuestros Presidentes jóvenes de América Latina y el Caribe, merecen destacar a Nayib Bukele de El Salvador, con apenas 39 años de edad. Carlos Alvarado de Costa Rica 40, Miguel Días-Canel de Cuba, tiene 60 años de edad y Luis Abinader Presidente de República Dominicana y que recién inicia su gobierno, cuenta con 53 años de edad.
En nuestro país son muchos los jóvenes hombres y mujeres, que llegan a la administración pública con menos de 40 años de edad.
Inician desde abajo. Concejales, Directores Generales, Gerentes, Administradores, Congresistas, Vice-Ministros, Cónsules. A todos sin importar la organización política les deseamos la mejor de la suerte.
Que labren su transitar con honorabilidad. Que muestren competencias, respeto, pasión y luchen sin denuedo por un mejor país con mejores oportunidades para todos.
No desdeñes a los viejos. Tú también lo serás, si no te mueres antes.