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Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que la forma de hacer la política hoy en día, tanto en el escenario nacional como internacional, está colmada de procederes absurdos, increíbles, risibles, inauditos y hasta revestido en cierta forma, de un humor negro, que muchas veces no sabemos si llorar o reír.
Esta reflexión viene al caso, porque en mis lecturas de diarios internacionales que hago diariamente, leí una noticia que lo menos que me ha provocado en un asombro acompañado de risas. Es algo digno de considerarlo como de las cosas inauditas que giran y dar forma al ejercicio político de los gobiernos del llamado «Socialismo del Sigo XXI» y algo propio de ser leído en una de las páginas del libro Ripley’s Believe Ir or Not (Aunque usted no lo crea de Ripley). (Ver enlace): https://www.
En una publicación aparecida en el diario Diario Las Américas y haciéndose eco de una información del reconocido periodista venezolano Nelson Bocaranda, hizo de público conocimiento a manera de primicia que Ernesto Maduro Guerra el hijo del cucuteño y exconductor de autobús de Caracas que hoy desgobierna a Venezuela, fue nombrado por éste como «Director general de Delegaciones e Instrucciones Presidenciales de la Vicepresidencia de la República». (Otro nombre rimbombante para no hacer nada).
Dicho cargo (además de los otros que ostenta), es con la finalidad de «investigar» las obras inconclusas en Venezuela de la empresa brasileña Odebrecht, la cual ha salpicado a varios gobiernos de la región con sobornos escandalosos para la adjudicación de obras públicas en esos países. Como era de esperase, hubiese sido una sorpresa que el gobierno «socialista» del Siglo XXI estuviera exento de estos actos bochornosos de corrupción en grado sumo, porque siempre se han vendido como los más puros y moralistas en la manera de gobernar.
Como siempre he manifestado en mis humildes aportes de opinión, lo irónico y lo que sale realmente a relucir en estos aberrantes casos de corruptela gubernamental, es que estos gobiernos socialistas que siempre llevan la voz cantante para denunciar a los demás y que, muchas veces deben su ascenso al poder por su manera cínica e hipócrita de aparentar lo que no son y de presentarse como ejemplos de idoneidad y moralidad, siempre están sumergidos hasta el cuello en actos de saqueos al erario y hacen justamente lo mismo y hasta con más saña que los gobiernos de la derecha que ellos tanto critican.
Lula, Chávez y Odebrecht
Alguna vez se ha preguntado el lector, de las manos, la anuencia y el padrinazgo de quién llegó la empresa Odebrecht a Venezuela? La respuesta no es difícil: fue con el bautizo del presidente de entonces del Brasil Luis inácio Lula da Silva y recibida con mucho beneplácito (sabía el dineral que venía a sus manos) por el presidente de entonces de Venezuela, el glorificado «Comandante Supremo y Galáctico» Hugo Rafael Chávez Frías.
Lula da Silva se convirtió para Latinoamérica y el mundo, en un astro de la política y en una «reserva de moralidad e idoneidad» a la vista de todos. Craso error en que caen muchas veces la prensa y los pueblos por las actuaciones de estos fariseos. En lo particular, nunca he tenido ni un ápice de confianza ni mucho de credibilidad con esos personajes «socialistas», debido a que se muy bien que en el fondo, son unos hipócritas, resentidos, mentirosos, corruptos e inmorales.
En toda la gama de estos camajanes de la política, que se cobijan bajo el calificativo de «socialistas» y que siempre se jactan dizque de servir a los pobres y de aparentar ser figuras sin máculas, sólo en la historia puedo dar fe de uno, aunque erró en la forma de llevar sus ideales políticos: Thomas Isidore Noel Sankara. Los demás son meras pirañas, ladrones, corruptos, buitres hambrientos de poder y riquezas, fariseos y camaleones que saben adaptarse a las circunstancias.
En cuanto al gran traidor Hugo Rafael Chávez Frías, fue precisamente bajo su égida gubernamental en donde la empresa Odebrecht inició sus operaciones en toda la geografía venezolana (2006-2015), pagando en sobornos a diversos funcionarios del gobierno chavistas unos $98 millones de dólares, convirtiéndose la nación venezolana después de Brasil, en la de mayor receptividad en sobornos. (Ver enlace): https://www.
Todos sabemos que los gobiernos socialistas y totalitarios, aborrecen la prensa libre y la única que ellos consienten en permitirle sus labores, de informar con la verdad y ejercer el periodismo con absoluta libertad, es aquella asociada al partido del poder. Ejemplo tenemos en Cuba, Corea, China, etc. En Ecuador hemos visto como la misma está acosada por el gobierno del Guapetón Rafael Vicente Correa Delgado y en Venezuela eso es harto conocido y vimos como se adueñaron de casi todos los medio de comunicación y los que no, los hicieron desaparecer (caso Globovisión).
Es por eso que no sorprendió a nadie, cuando los periodistas Leandro Stoliar y su camarógrafo Gilson Souza de la televisora brasileña Rede Record, que llegaron a Venezuela a investigar los casos de corrupción de Odebrecht en esa nación, fueron detenidos por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) el 8 de febrero por un espacio de 10 horas y al siguiente día, montado en un avión y devueltos a Brasil. (Ver enlace):https://www.ifj.org/nc/
Denunciará el hijo al padre?
Como está evidenciado a través de investigaciones hechas en los Estados Unidos por el Departamento de Justicia, por las propias averiguaciones periodísticas que han destapado la Caja de Pandora de todos estos sobornos cuantiosos a costilla del erario de los pueblos para beneficiar a unos pocos y de las propias confesiones de los altos funcionarios de la empresa Odebrecht, cabe la pregunta en el caso venezolano: denunciará este imberbe de la política a su progenitor, a sabiendas de que éste ha formado parte del tinglado de la corrupción desde cuando Hugo Rafael Chávez Frías?
Tiene la capacidad suficiente y el bagaje moral para asumir una responsabilidad de esa magnitud y denunciar a la Justicia a todos los que de una u otra forma han depredado al Estado venezolano en la construcción de más de 10 obras de gran magnitud que nunca llegaron a terminarse pero que, sin embargo, fueron pagadas?
Qué puede alegar este hijo de la corrupción, cuando su padre sabe muy bien que la empresa Odebrecht inyectó en una de las campañas de Hugo Rafael Chávez Frías, la friolera de unos $35 millones de dólares?
Sin lugar a dudas, si esto ha sido así con conocimiento de causa desde el 2005 hasta la fecha, cómo se puede creer que tendrá otra visión con un simple nombramiento a manera de nepotismo y de querer poner paños tibios a un quebranto de gran envergadura? Sencillamente, una manera cruel, burlona, sarcástica y hasta cínica de un gobierno llamado «socialista» que se jacta se estar denunciando los actos de los gobiernos de la derecha dentro del marco del «capitalismo aberrante e inhumano» Qué hago?……… Me río o lloro?
Sin lugar dudas, es comprensible las palabras del sabio y filósofo de la Antigua Grecia Aristóteles cuando dijo: «No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto»
JPM