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Venezuela: Hipólito Mejía no dice esta boca es mía
Sangra Venezuela. Llora Venezuela sin fuerza ante las botas de un tirano. El pueblo Venezolano se sacude de un estúpido selvático. Nicolás Podrido pagará su ignominiosa conducta ante el patíbulo de la historia. La boquitorcida que ha tomado a Venezuela como un botín de buitres, ahora a la cañona quiere seguir pisoteando al país de Bolívar y de Don Arturo Uslar Pietri.
Leopoldo López languidece en una de las mazmorras venezolanas mientras las organizaciones de Pan con Lechón no levantan su voz de protesta. Tanto que nos quejamos de la jauría cubana y hoy día el mismo pueblo cubano con su mandíbula inferior arrasándola en el chiquero de una tiranía histórica no tiene fuerza ni para decir ni ji.
Sabemos que el politburó del PLD apoya esa satrapía. El Presidente Danilo Medina Sánchez, a pesar de ser hijo de un pastor evangélico, no se pronuncia ante el ignominioso estado que sufre el pueblo venezolano.
El muchacho de Villa Juana parece un fonógrafo defendiendo solapadamente una tiranía, mientras que la OEA y los ciudadanos que se respetan estamos clamando desde el Monte Sacro que se detenga el baño de sangre que se aproxima en Venezuela. No le escuchamos la voz. Vergonzante el caso. Ellos los del PLD que se vendieron como los paradigmas de la Libertad se han convertido en peores que los de la época de Buenaventura Báez y el sarcillo de Rafael Leónidas Trujillo Molina. Entendemos que ellos son pro esa línea tiránica.
HIPOLITO
Lo que sí queremos ver es el pronunciamiento solidario de Hipólito Mejía el ex presidente dominicano, respecto al atropello tremebundo que vive el país de Venezuela. Hay un grupo de ciudadanos que estamos esperando que Hipólito se pronuncie y que no dude que gran parte del pueblo libérrimo dominicano lo apoyaría en una nueva gestión gubernamental que busque ante este descalabro moral que vive el país.
En saco roto. Allí parece que cayeron los exhortos que en la víspera la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, le hiciera a la Policía y a la Guardia Nacional para que agotaran los mecanismos de negociación antes de recurrir a la fuerza pública a la hora de estar frente a una manifestación, pues cada protesta opositora es respondida con mayor brutalidad y fiereza que la anterior.
LEONEL
El ex presidente Fernández, el faraón dominicano, no sale al frente a condenar esos atropellos. De seguro que cuando el pueblo dominicano que está próximo lanzarse a las calles en búsqueda de la Segunda Restauración, estos anacrónicos políticos que sólo amasan carroña como los buitres tendrán que salir huyendo del país para que la justicia del pueblo no los alcance.
Se han olvidado que la balanza de la justicia tiene un bazo poderoso que alcanza a los ladrones donde quiera que se vayan ya sea que la huida sea en los Súper Tucanos o vestidos de mujer como lo hizo Fulgencio Espinal en una ocasión.
En Venezuela sin mediar palabra los uniformados lanzaron decenas de ráfagas de bombas lacrimógenas y dispararon a los manifestantes balas de goma. “En este país no hay azúcar, no hay harina para las arepas ni medicinas, pero a estos tipos no se les acaban las bombas”, se quejaba un señora que marchó con su hijo.
Mientras Hipólito Mejía no dice esta boca es mía. Es tan solidaria la voz de nuestros futuros presidentes que la autopista Francisco Fajardo, la principal vía de la capital venezolana, volvió a ser escenario de un gesto de valentía no visto, pues un protestante decidió desnudarse y subirse a uno de los vehículos blindados que arrojaban las lacrimógenas. Su gesto, que quedó registrado fotos y videos, no sirvió para apaciguar a los uniformados, los cuales incluso le dispararon a él. Nada de levantar la voz en contra del atropello de parte de las autoridades dominicanas ni tampoco la voz consciente del Guapo de Gurabo.
“Los mecanismos de control del orden público pueden contemplar métodos disuasivos permitidos pero nunca pueden ser utilizados para castigar y doblegar el ánimo de los manifestantes por sus ideas o posiciones políticas. Si el propósito es infligir intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales con el fin de castigarla por un acto que haya cometido o de intimidarla o coaccionarla por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, estamos frente al crimen de tortura, tal y como está definido en el artículo 1 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura” Los ex presidentes que son todologos conocen al dedillo el artículo 1 de la Convención de las Naciones Unidas, pero mantienen el silencio cómplice.
El pueblo libérrimo espera que el ex presidente Rafael Hipólito Mejía Domínguez se pronuncie sobre lo que está sucediendo en Venezuela. Hay un grupo de dominicanos que estamos dispuestos a apoyarlo para su candidatura luego que públicamente se dirija al país y condene las arbitrariedades tiránicas que el gobierno venezolano comete contra el pueblo de Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco.
Hipólito Mejía ahora tiene la Palabra. No creemos en la palabra honesta de la bancada de los peledeístas históricos que se han convertido en comesolos y alabarderos de todo tipo de tiranías.
En esas declaraciones está de nuevo el futuro del señor Mejía en la política nacional con ribetes internacionales. La hora viene llegando con Olga Guillot o sin Olga Guillot, querido Guapo de Gurabo.
JPM