Urge definir el proyecto de Sans Soucí 

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Por JUAN LLADO

Hace ya once años y medio que el Congreso Nacional aprobó, en fecha 3/12/05, la venta por parte del Estado a Inversiones Turísticas Sans Souci, S.A. (ITSS) de 495,212 mts2 de la margen oriental de la ría del Ozama, un área de Santo Domingo Este conocida como Sans Souci.

Puesto que el propósito de la venta fue que ITSS desarrollara ahí un gran proyecto marítimo e inmobiliario y eso no ha acontecido, resulta conveniente preguntarse si esa “compraventa” debe ser disuelta o modificada. En vista de que el proyecto es clave para el desarrollo turístico capitalino, esta es una cuestión que urge definir.

 

Según el contrato, ITSS es propiedad de “empresarios desarrolladores de proyectos de reconocida solvencia moral y económica que incluyen a los señores Juan B. Vicini Lluberes, Lisandro J. Macarrulla Tavarez y Osvaldo A. Oller Villalón, comprometidos con el país y la proyección internacional de la ciudad de Santo Domingo como destino turístico”

El precio a pagar por esos terrenos asciende a US$39,375,000 y se pagaría con la ejecución de varias obras de infraestructura (ver el cuadro de abajo) que conllevarían beneficios “tales como incremento de las recaudaciones fiscales del Estado, generación de empleos y riquezas para la ciudad”.

El proyecto se desarrollaría “ya sea en varias etapas o de manera simultánea”.El proyecto (www.sanssouci.com.do) abarca un mayúsculo desarrollo inmobiliario “que tiene como objetivo la creación de un centro urbano de uso mixto compacto, integrado, seguro, enfocado a las personas y pensado tanto para residentes como para visitantes.

Utilizando los más altos estándares de diseño y calidad de construcción, tanto para las infraestructuras urbanas como para las edificaciones. Entre estas diferentes edificaciones estarán edificios residenciales, comerciales, hoteleros, oficinas e institucionales”.

El proyecto también incluiría “la Marina Bartolomé Colón”, la cual “dispone de 192 mts de muelle y calado promedio de 8 pies (desde 4 hasta 12 pies). Cuenta con 29 parqueos para botes y 33 atracaderos para lancha de manga promedio. Adicionalmente tiene 3,092 mts2 de plazoleta y unos 8,799 mts2 de área verde. Dispone de sistema de monitoreo CCTV 24 horas.”

En la revista Arquitexto salió una descripción del proyecto  donde se afirma que ITSS “en el año 2005 recibió una concesión de la administración del puerto por 40 años, gracias a contratos suscritos con el Estado dominicano y aprobados por el Congreso Nacional (Gaceta Oficial, Resolución No. 553-05, suscrito el 3 de junio de 2005).”

Por su lado, la página web del proyecto reporta que: “Sansoucí, Puerto de Santo Domingo es un puerto marítimo privado, de múltiples propósitos que se orienta a la eficiencia, a la seguridad en sus operaciones portuarias, orientada al servicio, la preservación del medioambiente y compromiso social. Por la diversidad de sus instalaciones y las facilidades que brindan sus infraestructuras: Terminal Don Diego, Terminal Sansoucí y Terminal Santo Domingo, es flexible a soportar diferentes líneas de negocios. Por esto, su operación comercial abarca la recepción de cruceros turísticos, ferry, servicios de carga y eventos”.

Arquitexto reportó también que “algunos de los cambios espectaculares que sufrirá el entorno, además del traslado de la base naval a su nuevo puesto en Boca Chica, es el desvío de la avenida España, lo que permitirá convertir el frente marítimo en un parque público de disfrute para la ciudad. Como parte de la concesión, el proyecto contempla la construcción de una nueva edificación de seis niveles para la Jefatura de Estado Mayor de la Marina. Si todo marcha como está previsto, el proyecto completo estará listo en 15 años, pues una vez avanzada la etapa de la fase inmobiliaria procederán con el puerto deportivo”.

Por otro lado, se ha informado que ITSS no será la empresa que lo desarrolle todo. Como promotora del proyecto tiene a su cargo la urbanización (infraestructura, aceras, etc.), pero otros inversionistas –algunos asociados a ITSS– serán los desarrolladores de las parcelas.

INCUMPLIMIENTO

Ahora bien, la mayoría de las obras de infraestructura que ITSS se comprometió a ejecutar no se han materializado. Según se ha podido establecer por reportes de prensa, ITSS cumplió cabalmente con solo las dos obras que se especificaron para la aprobación y firma del contrato. Pero también la prensa ha reportado una importante inversión en la remodelación de las terminales de Sans Souci y la Don Diego (RD$663 millones), aunque la misma no está contemplada en el contrato de compraventa.

Tampoco está contemplado el desarrollo de la Plaza Juan Baron y otras obras menudas como el reacondicionamiento de los parques Cervantes, Plaza Ruben Dario y la rehabilitación del monumento Trujillo Hull. Se ha trabajado también en un sistema de colección de solidos del Ozama y de manejo de aguas negras.

Porque las inversiones realizadas por ITSS a la fecha sobrepasan el monto del contrato, el retraso en la ejecución del gran proyecto no parece deberse a negligencia de la empresa. Según se reporta en los corrillos turísticos, han sido factores de fuerza mayor los que han intervenido.

Por ejemplo, cuando se aprobó el proyecto ITSS comenzó una diligente gestión para atraer cruceros y pronto llegaban al puerto una importante cantidad. Más adelante se ralentizó el flujo porque algunos de los barcos confrontaron problemas y danos en su desplazamiento por el Ozama, todo lo cual se atribuye a que la ría se llena de guijarros y sedimentos constantemente. ITSS ha dragado el puerto varias veces (a un alto costo) y para el próximo año se anuncia el restablecimiento del flujo de cruceros.

También se ha sabido que otra razón del retraso de la ejecución ha sido la modificación del diseño original del proyecto en base a reclamos del Ministerio de Cultura. Este exigió un replanteo del proyecto porque un reporte de la UNESCO sobre la Ciudad Colonial, en tanto Patrimonio de la Humanidad, señaló la incompatibilidad de la altura de los edificios en colindancia –aunque al otro lado del rio—con el centro histórico, alegando que sería un atentado contra “la coherencia visual de su paisaje”.

Quien esto escribe criticó en su momento tal requisito por considerarlo exagerado e innecesario. Son muchos los centros históricos del mundo que están rodeados de edificaciones modernas.

El proyecto rediseñado (2015)
El proyecto rediseñado (2015)

Ya en marzo del 2015 la prensa reportó que ITSS estaba lista para comenzar la fase inmobiliaria del proyecto tan pronto la Armada trasladara sus instalaciones (base y escuela navales) a las nuevas facilidades que han sido construidas en Boca Chica

Sin embargo, tal traslado no se materializa por razones insondables. Aparenta que el Gobierno no ha estado listo para hacer ese traslado, el cual no parece conllevar altos costos. Por tanto, a la empresa no se le puede culpar de los retrasos.

LO QUE PROCEDE

En base a lo anterior no procede pedir la disolución del contrato de compraventa entre el Estado y la empresa ni de la concesión del puerto. Lo que procede es pedir a las partes la agilización del proyecto en vista de que las dos grandes prioridades de desarrollo turístico de la Ciudad Primada de America –el centro de convenciones y el puerto de cruceros—forman parte de él. Huelga señalar que el flujo de visitantes extranjeros a la ciudad se catapultaría grandemente, con su generación de grandes ingresos y empleos, si tales componentes del proyecto pudiesen materializarse.

Al Gobierno le toca ordenar el traslado de las instalaciones de la Armada a la mayor brevedad. Sin embargo, sobre el puerto existe, entre personas entendidas, una gran duda de si la operación de los cruceros está bien concebida en la ría.

La Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (ANAMAR) sostiene la posición de que no es deseable en vista de que el problema del Ozama no podrá resolverse en el mediano plazo. Asimismo, ANAMAR es de opinión de que los grandes barcos cruceros no tienen suficiente espacio para maniobrar en la ría. De ahí que haya propuesto, en un evento de reciente factura, el traslado de la operación de cruceros a las inmediaciones de la Plaza Juan Baron.

Esto de ANAMAR tiene mucho sentido. Con el nuevo puerto no solo se resolvería el problema que causa el Ozama en su estado actual, sino que también permitiría relocalizar la propuesta marina y dejar libre la ría para otros tipos de usos y operaciones marinas. (Si es cierto que en la última versión del proyecto se ha eliminado la Marina, valdría la pena que se reconsidere para ser desarrollada en la ría ya liberada de grandes barcos).

Los visitantes de la Ciudad Colonial tendrían además un lugar alternativo cercano donde buscar esparcimiento. ANAMAR estima que la inversión requerida rondaría los US$100 millones y que el proyecto podría concebirse como una sociedad público-privada. Destinando los impuestos a ser cobrados a los cruceros se podría solventar la parte de la inversión requerida por parte del Estado.

LA PLAYA

Finalmente, habría que asegurar que la playa de Sans Souci pueda servir de lugar de esparcimiento para la población capitalina. Hace varios años quien escribe propuso el asunto en un artículo de prensa del cual vale la pena reproducir las partes que aparecen a continuación.

“La compañía francesa Sogreah elaboró en 1987 un anteproyecto para habilitar la playa de Sans Soucí. Esa playa fue creada cuando, en época de Trujillo, se erigió el espigón protector para el estuario del río Ozama y su puerto. En relación a la playa, la Sogreah produjo cuatro alternativas de solución para proteger el área de baño del embate de las olas. Estas fueron discutidas localmente con un grupo de expertos y se seleccionó la mejor. Todas, sin embargo, contemplaban la construcción de tres espigones o rompeolas frente a la actual playa con separación de espacio entre uno y otro. Lo que comprobó el estudio de la Sogreah fue que la ampliación y uso de la playa de Sans Soucí es perfectamente posible. Además, que el costo de habilitarla para el baño y la recreación era aceptable (US$17 millones en ese entonces). La pendiente de la playa, sin embargo, no sería tan suave como la de Boca Chica.”

En declaraciones a la prensa, los ejecutivos de ITSS han asegurado que la accesibilidad del público estará garantizada en el proyecto. Sin embargo, las instalaciones del Club de Playa parecen ser suntuosas, lo cual entraría en conflicto con el objetivo de hacer de esa playa una alternativa a Boca Chica. Pero si la empresa hace la inversión en los espigones y acondiciona la playa sería razonable que cobrara por su uso. Así se podría permitir el acceso aunque fuera pagando una modesta suma.

El repaso anterior, entonces, sugiere que ITSS ha invertido una suma mayor al precio global establecido por la compraventa de los terrenos de Sans Souci. En consecuencia, ese factor no puede tomarse en cuenta para juzgar si el contrato de compraventa debe o no ser disuelto o modificado.

Lo más evidente es que el Estado no ha cumplido con su parte para la entrega cabal de los terrenos: la mudanza de las instalaciones militares. Porque apremia que la Ciudad Primada de America pueda contar con un mayor flujo de cruceros y un flamante Centro de Convenciones para beneficio de su población, procede el cumplimiento de esa obligación lo antes posible.

Y si las sugerencias sobre el nuevo puerto de cruceros y sobre la playa son acogidas, entonces deberá solo modificarse el contrato, de acuerdo al Art. 10.6 del mismo, para reflejar esas incorporaciones.

j.llado1948@gmail.com

JPM

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