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Unificación silenciosa con Haití
A modo de ir ilustrando el concepto de este artículo, traigo dos respuestas de lo que significa la palabra unificar. La primera de ella versa así: hacer que varias cosas o personas distintas formen un todo o contribuyan a una causa común. Y la otra de esta manera: hacer que varias cosas de la misma clase sean iguales o semejantes entre sí.
De acuerdo a estos dos significados de la palabra unificar, cualquiera se pudiera estar haciendo las siguientes preguntas ¿Estamos nosotros unificados sí o no con Haití? ¿Qué es lo que nos falta?
Pienso que hace muchos años arrancó una unificación silenciosa con el pueblo haitiano, debido a las siguientes acciones: Miles de estudiantes haitianos estudian en nuestras escuelas y universidades, miles de mujeres parturientas haitianas dan a luz a sus hijos en nuestros hospitales.
Miles de vendedores haitianos usan nuestras calles y avenidas para vendernos sus mercancías, miles de obreros agrícolas y de la construcción son de origen haitiano, cientos y cientos de haitianos se dedican al moto concho y al concho en carros públicos.
Millones de haitianos viven diseminados por todo el territorio nacional haciendo lo que le da la gana sin que nadie le llame a la atención, miles de haitianos y haitianas conviven con dominicanos procreando hijos.
Miles de haitianos beben ron y cerveza y bailan con nuestras mujeres y hombres en lugares de diversión, miles de ellos comparten con nuestros hijos, juegos infantiles, actividades deportivas y recreativas.
Tenemos decenas de personal médico haitiano, llámese enfermeras y médicos, ha habido, y habrán candidatos a cargos congresuales, municipales y presidencial de origen haitiano.
En fin que es lo que nos falta para sellar esa unificación, que nos han introducido de manera silenciosa para frenar una posible rebelión por parte de quienes aún conservamos el patriotismo.
Se puede decir sin lugar a dudas como expresará el ex presidente Hipólito Mejía “Estamos cogidos por el pichirri” Y no nos estamos dando cuenta, porque no basta con anunciar una unificación, si poco a poco se ha ido haciendo.
Ya lo único que cabe decir frente a esta unificación silenciosa, es la frase del poeta nacional Pedro Mir “Si alguien quiere saber cuál es mi patria, no pregunte por ella”
La unificación está en marcha silenciosamente, ya no existe ningún tipo de separación entre haitianos y dominicanos, los hemos absorbidos en todos los sectores de la sociedad dominicana.
El sueño de Duarte, Sánchez y Mella, ha sido tirado en el zafacón de la historia.
jpm