¿Una mujer o un pedazo de carne?
La chica es enfocada de abajo hasta arriba. Toda ella hace juego con el color de la cerveza que promociona. Cabello, tacones y traje de baño dorado, que permiten hacer un paralelo con el producto.
La similitud es tal que al principio todo apunta a que el locutor habla de la joven y no de la botella de cerveza Quisqueya que está al lado y que no es puesta en cámara hasta que la muchacha mueve la cabeza hacia el lugar.
Que una marca de lo que sea pretenda posicionarse con comerciales que rayan en lo grotesco debe poner a pensar hacia dónde va la sociedad del consumismo, del culto al cuerpo.
Hace tiempo que las pantallas están inundadas de mujeres mercadeadas como trozos de carne.
En programas de televisión son exhibidas féminas de exuberantes senos y traseros, mostrados a propósito frente a las cámaras y toqueteadas por los presentadores como artículo a promover.
Un anuncio para informar que el espacio televisivo El bumper vuelve al canal 13 es la expresión más denigrante de la que puede ser objeto una persona. Es repulsivo.
Poco a poco esa tendencia de exhibicionismo abarca otras áreas y llega hasta el mercado laboral. Ya no solo los centros nocturnos requieren “chicas de buena presencia”.
En un tramo de la capitalina avenida Lope de Vega un letrero en la acera solicita vendedoras y entre los requisitos está ser bonita y elegante y enviar fotografía de cuerpo completo.
Ante esto la pregunta de rigor es ¿venderán o serán vendidas?.
jpm