Una medalla olímpica que inspira jóvenes a perseguir sus sueños

LA AUTORA es periodista. Reside en Puerto Rico.

Por DOMINGA VALDEZ
Fecha: 11/08/2024
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Al ver en el podium olímpico a nuestra campeona Marileidy Paulino bañarse de gloria con este oro histórico, me sentí muy orgullosa de ser dominicana, de ser mujer y de ser antillana.

Todo triunfo de una mujer deportista quisqueyana es un logro, en sí, de todas las féminas dominicanas y del mundo.

Marileidy Paulino, primera mujer en ganar este histórico oro en unas olimpíadas, envió un claro mensaje de que las mujeres podemos lograr realmente grandes metas, poniendo alma, vida y corazón a nuestros proyectos.

Me sentí tan honrada, bien representada, que lloré al verla llegar tan cómodamente a la meta a los 48.17 segundos y quebrar el récord olímpico de 48.25, que estaba en manos de Marie- José Pérec (Atlanta 1996).

Marileidy Paulino llegó a los Juegos Olímpicos de París con un objetivo claro: colgarse la presea dorada y llevarle a República Dominicana ese anhelado de oro, en esta 33 edición de Juegos Olímpicos, en los que participaron
10, 714 atletas de 206 países.

Nuestra campeona llegó a París confiada primeramente en Dios, en su velocidad, en su gran fortaleza, en sus musculosas piernas, en su equipo de trabajo.

Llegó a la fiesta olímpica sin presunciones, se mostró siempre segura de lo que debía hacer, correr duro como acostumbra, con sus enormes saltos largos y pisadas fuertes. Llegó enfocada en su meta, pues sabía que estaba compitiendo con atletas de calidad, las cuales hicieron un excelente trabajo y obtuvieron el segundo lugar (plata), Salwa Naser (de Bahrein) con 48.53 y tercera posición ( bronce) Natalia Kaczmarek (de Polonia) que hizo tiempo de 48.98.

Las zancadas de Paulino sobre la pista del Stade de France fueron muy veloces y nos llenaron de un orgullo patrio inmenso y emocionante.

Su triunfo confirmó que no importan las circunstancias vividas si realmente tienes sueños por cumplir. Pero solo las atletas con propósitos y disciplinadas llegarán tan lejos como se lo propongan, en sus carreras deportivas.

La velocista hija del pueblo de Don Gregorio, del municipio de Nizao, le dejó ver a las nuevas generaciones del atletismo dominicano y al mundo que no importan los obstáculos ni las precariedades que se presenten en la niñez o en la vida de adultos, si se sabe hacia dónde se desea llegar.

Luego de su triunfo pude leer algunas de sus expresiones a los medios, y realmente me llenaron de satisfacción.
“Las mujeres están tomando un poco de poder, no solo yo, hay otras que tendrán buenos resultados y pueden hacerlo en Los Ángeles», manifestó.

“Ha sido un gran ciclo olímpico, esta era la única medalla que me faltaba para el ciclo de oro, estoy agradecida con mi equipo y conmigo misma”, agregó la espigada atleta.

Marileidy es una joven de fe que no se rindió en sus proyectos deportivos y continuó trabajando fuerte, entrenando con disciplina y enfoque, hasta concretar su misión en estos históricos juegos.

En toda la historia deportiva dominicana sólo contábamos con tres preseas doradas, de las cuales Félix Sánchez obtuvo una en Atenas en 2004 y otra en Londres en 2012. La tercera fue lograda en el 2008 por Félix Díaz, en Boxeo. Con la que acaba de ganar Marileidy suman cuatro las obtenidas por el país en toda la historia deportiva dominicana

Gracias por representarnos, tan dignamente.

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