Una controversia innecesaria y estéril

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EL AUTOR es médico y comunicador. Reside en Santo Domingo.

Por BOLIVAR RONDON

No  tienen lógica ninguna la opinión vertida por un funcionario de alto nivel del Ministerio de Salud Pública ni las respuestas de galenos pertenecientes al Colegio Médico Dominicano respecto a quién tiene la culpa por los fallecimientos que ha causado el Dengue en lo que va de año en la República Dominicana.

Es cierto y penoso que las víctimas sobrepasan las 90,  excediendo esta cantidad los límites de fallecimientos del pasado año, lo que ha provocado que la enfermedad esté siendo catalogada como epidemia y se haya emitido una alerta para poblaciones como la provincia Sánchez Ramírez, por la cantidad de casos reportados allí.   No obstante, esto no da motivo para que se enfrenten los genuinos encargados de velar por la salud del pueblo y para que no hagan lo profesionalmente posible para evitar que más personas sigan contrayendo la enfermedad, diagnosticando a tiempo la presencia de la misma, evitando con ello un aumento en el números de fallecidos.

Es conocido de todos que el Dengue es endémico en países tropicales como el nuestro. Ante esta realidad,  de que tenemos que convivir con el mosquito transmisor, lo más sensato y apropiado es lo que ha estado haciendo la titular de Salud Pública,  doctora Altagracia Guzmán Marcelino, de reunirse y realizar las coordinaciones pertinentes con personas y sectores representativos de la sociedad que pueden coadyuvar para detener las muertes mediante un trabajo mancomunado.

Las reuniones de la Ministra de Salud con el cardenal Nicolás del Jesús López Rodríguez, el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, y otros personajes de similar importancia, darán positivos resultados a corto, mediano y largo plazo, en el entendido que todos los pueblos, por minúsculos que sean, tienen una iglesia y los feligreses siguen las orientaciones del líder religioso. De igual manera  los ayuntamientos son los responsables de la recogida de la basura y la deposición de la misma en los vertederos, y con una recogida  adecuada y a tiempo de los desechos sólidos, mejorarían grandemente las posibilidades de menos criaderos para el mosquito.

Son positivos los esfuerzos de dicho Ministerio para llevar a todos los médicos del país el conocimiento del protocolo  a ser utilizado ante la presencia y sospecha de un infectado por dengue, antes de que las pruebas de laboratorio confirmen la enfermedad por la disminución de plaquetas.   Unido a esto, es de capital importancia llevar el mensaje a las personas de que deben tomar  conciencia de no lanzar indiscriminadamente a las calles o patios, vasos plásticos, botellas y latas que puedan con las lluvias ser sostén para criaderos del mosquito.  Es bueno llevarles  información de cómo eliminarlos y para que conozcan a plenitud los signos y síntomas de la enfermedad, esto mediante una amplia difusión por todos los medios al alcance (volantes, periódicos, cuñas de radio, televisión y  medios digitales) de  mensajes escritos, sin dejar de lado la continuación de las jornadas de fumigación. Pero sobre todo, hay que seguir aunando voluntades, sin diatribas, ya que es la clave del éxito de esta lucha que será por siempre y que indefectiblemente es de todos, porque un mosquito, infectado o no, no tiene un favorito para ser picado, ni es excluyente;  simplemente es un hematófago que pica para saciar su sed de alimentarse.

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