Un peón descuidado es un riesgo para el rey
Por SABINO PERALTA R.
En el ajedrez como en la política el descuido de un peón podría ser ocasión para poner en jaque al rey. Pareciera que el peón no es una ficha importante, sin embargo, una mala movida de esta o el dejarlo en el letargo, sin movimiento, podría ser utilizado por el contrincante para asestar una estocada mortal, o por lo menos, poner de baja a elementos claves para mantener en el poder al rey.
En el tablero de la política dominicana se ha empezado a jugar una “mano” iniciada a priori. Jugadas se han realizado que favorecen el mantenimiento del rey en el poder, aunque estas han dejado huecos que parecen imperceptibles, pero que el enemigo está observando cuidadosamente para en su momento utilizarlos en su favor. Por esto, es necesario que el rey mantenga vigilado y activo a sus peones, con movimientos que aseguren la seguridad del trono.
El peón aunque está en el lado del rey, cuando este es descuidado, es como si fuera una ficha clave para el oponente. De la astucia del rival depende utilizar al máximo el peón olvidado por el rey. Los alfiles, los caballos, y las torres no son suficientes para defender la position del rey. Al peón hay que mantenerlo, aunque solo sea para evitar que el enemigo lo utilice a su favor.
Muchos dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana, líderes comunitarios y religiosos, inclusive comunicadores, que trabajaron arduamente para lograr la elección del presidente Danilo Medina, han sido olvidados, no han sido tomados en cuenta, han sido ignorados. Pareciera que los alfiles, los caballos, y las torres creen ser suficientes para lograr una victoria aplastante en el 2016.
Nada más peligroso es creerse vencedor antes de vencer. Es necesario no escatimar esfuerzos para poder continuar realizando la obra social de desarrollo que impulsa y aplica nuestro Presidente. No está en riesgo la posición de una o varias personas, es el destino del pueblo dominicano. Y como dice una anciana amiga mía para llamar la atención cuando situaciones de peligro acechan: “ojo pelao”.