Un hospital para Enriquillo
Por CARLOS VIDAL
La salud, es una de las prioridades necesaria para la vida digna del ser humano, sin salud, la vida se va mermando y finalmente languidece con el pasar del tiempo. Desde el 1981, el entonces presidente de la República Dominicana, Antonio Guzmán Fernández, sintió la necesidad de que ese lejano e histórico municipio de Enriquillo, perteneciente a la provincia de Barahona, ubicada al sur del país, necesitaba atenciones de salud y finalmente construyó una edificación para tales fines.
Con esta tan importante acción del entonces presidente, el municipio pudo disfrutar de las atenciones requerida para el momento y no solo el municipio, sino todas las poblaciones aledañas que allí se trasladaban a buscar la tan anhelada salud. Lo que permitía que los munícipes se sintieran satisfechos por esta gran obra dedicada a la salvaguarda de la salud.
Sin embargo, a más de 34 años de construcción de ese centro de salud, todavía permanecen equipos propio de la época, solo ha recibido algunas ligeras y superficiales reparaciones, que solo han servido para lavarle la cara a las precarias e inhóspitas condiciones que el hospital posee. Hoy en día, ese importante centro de salud, que más que ser local, se puede decir que es regional y municipal, pues allí van en busca de salud todas las comunidades aledañas, inclusive provinciales.
En la actualidad, a pesar de llevar el nombre de un prestigioso médico de la comunidad, el cual corresponde a Jacinto Pérez Vidal, (Chocho), que según el licenciado Octavio Bienvenido Méndez Galarza., es descrito como aquel “cirujano que dejó marcadas sus huellas en los cuerpos de muchos compueblanos que necesitaron sus servicios gratuitos y humanitarios”.
Cabe destacar que, es lamentable que ese centro de salud lleve ese nombre, ya que lo que allí se encuentra es: colchones en mal estado, depósitos de camas enseñando los bastidores, sala de cirugía cerradas, sala de parto no apta para la mujer dominicana que tanta dignidad amerita en ese estados de poder traer una nueva vida al mundo, que dicho sea de paso, ni dónde ponerlo hay, ya que las cunas que allí aparecen, son solo simulacros. El techo se desploma con regularidad, llueve primero adentro que afuera. En sentido general, un verdadero macondo.
Esperamos las manos del excelentísimo señor presidente de la República Dominicana, Licenciado Danilo Medina Sánchez, nos pueda caer de sorpresa a ese centro de salud y que al menos solicite que le midan la presión, le chequen un oído o la garganta, le ponga un poco de oxígeno, le brinden una sábana, así como un colchón bien cómodo y por demás le hagan un hemograma. Le aseguro señor presidente que “se lo harán con todas las prioridades de lugar” “allí hay de todo”.