Un consejo sobre inversiones para gobiernos y empresarios (1 de 2)

 

Sí solo inviertes en el mercado local, pierdes un mundo de oportunidad.

Uno de los principios fundamentales de la inversión -sofisticada- es La Diversificación, con una visión de mediano y largo plazo. Dejando fuera el inmediatismo, que implica el corto plazo. Dicho de un modo más popular: “No es recomendable poner todos los huevos en una sola canasta».

Gracias a este principio es que se origina la primera motivación y la posibilidad de que inversionistas privados deseen invertir en nuestro país. Igualmente es el principio que siguen los principales empresarios y clientes, con cierta cultura financiera y de gestión patrimonial, para mantener una parte de su patrimonio, aunque sea mínima, en el exterior.

También lo hacen para tener acceso a un mundo de oportunidades, que les coloca a la vanguardia, en relación a los que no lo hacen. Debido a la asistencia, consultoría y asesoría que se les brinda, en torno a la mejores economías, mercados y también sobre los riesgos-beneficios de cada operacion. Definiendo una estrategia defensiva u ofensiva, tomado en cuenta su perfil y sus objetivos de inversión en el mediano largo plazo.

Como buena practica de inversión, basado en la experiencia de gestión de un importante fondo con un alcance global, de nuestros asociados en Suiza y Europa, con el cual colaboramos desde el 2008,  hemos identificado 5 Estrategias que, son los principales criterios de la diversificación en las inversiones (5EDI):

(1) Diversificación temporal, (2) Diversificación entre títulos, (3) Diversificación geográfica o demográfica, (4) Diversificación por potencial de crecimiento y (5) Diversificación por instrumentos financieros.

Nuestro mercado hace su mejor esfuerzo por desarrollarse. Hay notables señales de avance, bajo la actual administración, que como he dicho es altamente comendable, pero nuestra economía sigue siendo muy artesanal, en materia de gestión de inversión, así como en otras áreas.

Si analizamos del 1 al 5 anterior (La estrategia 5EDI) nos damos cuenta de que nos quedamos cortos, por no decir que nos deja mal parados. Esto nos pone en desventaja competitiva y estratégica ante la economía internacional, no solo desde el punto de vista de (I) la inversión institucional, sino que tambien afecta o limita (II) la inversión directa, pues en esencia en nuestro país, no están cubiertas todas las motivaciones que un «Equity Manager”, “Trader” o “Portfolio Manager» buscaría.

Como hemos ilustrado en un articulo anterior, un ejemplo de esto, en el primer caso (I), es nuestra subdesarrollada bolsa de valores, que en verdad debería llamarse «Bolsa de deudas». Lo bueno es que al menos no se pierde la esperanza, pues es lo último que debería perderse, y puede que algún día llegue a ser un verdadero sistema de bolsa, donde se encuentre una gran diversificación de títulos.

Tal vez lo lograremos, cuando las autoridades del sector logren adquirir una visión estratégica, más integral y completa sobre como lograr el desarrollo económico del país, a través del mercado de valores, e inicien un verdadero plan para inducir la verdadera creación de ese mercado.

Aunque las bolsas de valores son un negocio privado, en nuestro caso debe ser incentivado, visto que en todos los países es de gran ayuda para dinamizar la economía y hacerla más competitiva. Vemos que la curva de aprendizaje es lenta y que probablemente tomará décadas. Pero no tiene porque ser así.

Un inversionista sofisticado no siempre se detiene a analizar detalle por detalle, la economía de un país: (1) Su nivel de riesgo, (2) su política fiscal, (3) sus políticas de desarrollo, (4) acceso a financiamientos por parte de «La Banca», (5) nivel y calidad de educación de la mano de obra y recursos humanos, entre otras variables propias del sector de su interés. Le basta mirar el desempeño de la bolsa de valores de ese país, para tomar su decisión.  La Bolsa de Valores, es un verdadero reflejo de lo que es una verdadera economía.

En nuestro caso, al momento, no tenemos una sola empresa dominicana, participando como empresa pública, en nuestra bolsa domestica. Lo cual genera muy poca o ninguna confianza a inversionistas internacionales -sofisticados o no- obligándoles a correr un riesgo más alto y menos previsible por su desconocimiento del mercado, por lo que tampoco somos «target» para firmas inversionistas de la categoría de BlackRock, para citar sólo uno dentro de los más importantes del planeta.

Todos los jugadores que participan, hasta ahora, lo hacen en un mercado de bonos, para accesar a recursos que «La Banca» -de consumo- no está en capacidad o bien no le interesa financiar, pues el mercado de consumo deja hasta un 120 por ciento de margen: Financiar vehículos, electrodomésticos, muebles, chucherías, tarjetas de créditos, etcétera.

Obviamente esta estrategia conservadora y oportunista, permite que tengamos un muy sólido «sistema bancario», pero un país anclado en el subdesarrollo eterno, visto que no se financia el progreso ni el avance industrioso del país.

En cuanto a (II) inversión directa la estructura legal aún responde a ciertos intereses. No es completamente independiente, por un lado y por el otro. Son varios los escándalos en los que se ven involucrado abogados, intentando estafar a los ya pocos inversionistas que llegan, sea con temas de tierra o cualquier otro engaño, apoyados por componendas extrañas de gente que busca pasarse de listo. Y no mencionemos los embargos laborales.

Nos consta que el nivel de frustración de un inversionista directo puede ser muy alto, pues también hemos tenido que ayudar a manejar varias de éstas crisis.

Uno termina llegando a creer que vivimos de espalda al mundo. De espalda al desarrollo económico. Que no existe una real y verdadera intención de avanzar, sino de status quo.

Un caso que ejemplifica el escenario anterior, de lo que ocurre en la «Bolsa de Deuda» es lo que hacía Cervecería Nacional Dominicana, entonces propiedad mayoritaria de la Familia León, también propietarios del entonces Banco León: Les veíamos colocando bonos para financiar parte de sus operaciones, a través de la supuesta «Bolsa de Valores«.

Tal vez una mejor opción era convertir la CND en empresa pública, en una proporción, en vez de terminar por ceder todas las acciones que al final cedieron a la multinacional AmBev (51%), que probablemente las adquirió, porque venia adquiriendo gran parte de la deuda, por un interés estratégico de esta, en ampliar su portafolio y participación en el país.

Lo cierto es que, AmBev si cotiza en bolsa internacional, a través de su empresa madre AB InBev, tanto en el EuroNext (Bruselas) «Traded as Euronext: ABI» cómo en la bolsa de NY «Traded as NYSE: BUD».

CND era el mejor caso, para iniciar de manera exitosa con una Bolsa de Valores exitosa. Luego vimos que ‘coincidencialmente’ Banco León terminó fusionándose (M&A) con BHD. Suponemos que a lo mejor fue para fortalecer su alcance en ese mercado -como declararon a la prensa en el caso anterior- o bien para diversificar su riesgo. De nuevo, lamentablemente, nuestra supuesta Bolsa de Valores no fue la opción ganadora.

Continuará…

wandyramirez@gmail.com

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