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Un bono de dignidad
A final de cada año las ruedas del tiempo se aceleran y de repente llega la magia de la Navidad, despertando los mejores sentimientos del ser humano.
En estos días nos envuelve cierta fascinación de vivir con la esperanza de un mundo mejor, de una República Dominicana más digna.
Los orígenes sobre la noción de dignidad se encuentran en la antigua Roma y nos llega como un concepto o forma de vida que, desde aquellos tiempos, ha estado ligado a la política y etiquetado con un fuerte carácter moral.
Existen muchos relatos en los cuales se ponen en evidencia las luchas que conocidos romanos como César, Pompeyo, Bruto, Cicerón y Antonio, entre otros, llevaron a cabo en defensa de su dignidad, pues para ellos se trataba de algo más caro que la propia vida.
En nuestro país, durante los últimos 50 años, los políticos que han ocupado la Primera Magistratura del Estado no han orientados sus acciones conforme a su dignidad y por el contrario han pisoteando la de millones de ciudadanos, muchos de los cuales desconocen que les corresponde ese bien supremo.
Sin embargo, se percibe claramente que Luis Abinader se ha instalado en el Palacio Nacional con el firme propósito de trabajar por una Patria más digna y recientemente puso en ejecución un plan con el que ha puesto fin a los atropellos contra la dignidad humana que durante décadas los gobiernos desplegaban durante las festividades navideñas.
En la presente navidad no veremos los indignantes espectáculos de repartos de cajas navideñas, una escena deprimente que nos impuso el clientelismo político durante decenas de años.
Las promesas de cambio que hizo Abinader se están imponiendo y actualmente pasan de las palabras a los hechos. Recientemente el mandatario inició la entrega de un millón de la denominada Tarjeta Bono Navideño a familias de escasos recursos económicos.
Esta modalidad de ayuda dirigida a los que no reciben ningún beneficio del Estado es un bono de dignidad que también viene a poner fin a turbios manejos de los recursos públicos y al favoritismo de un pequeño grupo de suplidores.
Si antes las cajas navideñas representaban corruptas acciones de los políticos que ostentaban el poder, hoy la referida tarjeta impulsará la economía de miles de establecimientos comerciales, en los cuales se podrá utilizar solo para adquirir alimentos, pues no tiene disponibilidad de efectivo.
Las fiestas navideñas de este año representan el nacimiento de nuevas esperanzas sobre un mejor futuro que auguran los cambios que incuestionablemente está desplegando el actual inquilino del Palacio Nacional.
Cuando en una sociedad todas las personas se sienten libres e iguales en derecho es porque los gobernantes reconocen la importancia de proteger la dignidad humana como garantía de que cada ciudadano constituye la base del Estado de derecho.
Con la medida de protección de la dignidad humana de millares de dominicanos, el gobierno del presidente Abinader cumple con un importante papel relacionado con el valor absoluto de cada ciudadano.
JPM