Trump tilda de «ridícula» la conclusión de que Rusia le ayudó ganar elecciones
El presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha tachado de «ridícula» la conclusión de la CIA de que Rusia lanzó ciberataques con el objetivo expreso de ayudarle a ganar las elecciones de noviembre y opina que es una mentira impulsada «por los demócratas», que se resisten a aceptar su derrota en las urnas.
«Creo que es ridículo. No me lo creo, no me lo creo en absoluto«, ha dicho Trump en una entrevista emitida en la cadena de televisión Fox News.
«Creo que los demócratas están impulsando esto porque sufrieron una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos», ha añadido el presidente electo, que ganó a la candidata demócrata Hillary Clinton por un amplio margen en el colegio electoral (306 frente a 232) pero no logró imponerse en el voto popular.
Trump reaccionaba así a la información publicada este fin de semana por el diario The Washington Post, en la que indicaba que la CIA había llegado a la conclusión de que Rusia intervino en el proceso electoral estadounidense con el objetivo expreso de ayudar al candidato republicano.
«Si te lees esa información, hay una gran confusión, nadie sabe realmente (lo que pasó). Podría ser Rusia, podría ser China, podría ser alguien sentado en una cama en algún lugar», indica Trump.
Anuncia cambio de líderes en Inteligencia
El presidente electo contradice de esta forma a la comunidad de inteligencia que liderará a partir de su llegada al poder en enero, dado que esas agencias, entre ellas la CIA y el FBI, concluyeron el pasado octubre que fue Rusia quien lanzó los ciberataques contra el Partido Demócrata.
Preguntado al respecto, Trump ha dicho que cuando él llegue al poder habrá «gente diferente» al frente de esas agencias de inteligencia y asegura que tiene «un gran respeto» por los que ya trabajan allí.
Sobre la decisión del presidente de EE.UU., Barack Obama, de ordenar una revisión exhaustiva sobre los ciberataques contra el proceso electoral estadounidense, Trump ha dicho que es «una buena idea», pero que «no solo debería centrarse en Rusia, sino también en otros países y en individuos».
Cuestiona la política de «una sola China»
Trump también ha puesto en duda que sea necesario seguir con la política de «una sola China», que ha supuesto la base de las relaciones bilaterales desde 1972, y asegura que no permitirá que el gigante asiático le «dicte» lo que debe hacer.
«No sé por qué tenemos que estar ligados por una política de ‘una sola China’ a no ser que lleguemos a un acuerdo con China que tenga que ver con otras cosas, incluido el comercio», ha afirmado.
Durante más de cuatro décadas, Estados Unidos ha basado sus relaciones con el gigante asiático en el principio de una «sola China», por el que el único Gobierno chino al que reconoce es el de Pekín, por el que se aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
Trump generó tensiones en China al aceptar recientemente una llamada de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, quien le telefoneó para felicitarle por su victoria en las elecciones presidenciales de noviembre.
«No quiero que China me dicte (lo que tengo que hacer) y esta fue una llamada que me pasaron, yo no inicié la llamada, y fue una llamada muy corta que decía ‘felicidades por su victoria», subraya Trump al asegurar que habría sido «irrespetuoso» rechazar la llamada.
Trump argumenta que a Estados Unidos le está «dañando muy profundamente China con su devaluación (de su divisa), con sus fuertes impuestos en las fronteras cuando nosotros no les ponemos tasas, con la construcción de una enorme fortaleza en medio del Mar de China Meridional, lo que no deberían hacer».
Añade que Pekín «no está ayudando en absoluto con Corea del Norte» y su programa nuclear, un problema «que ellos podrían resolver».
El Gobierno chino advirtió este mes a Trump de que la única manera de mantener la actual cooperación entre ambos países es el respeto de Washington al principio de una «sola China», dado que el gigante asiático considera a la isla de Taiwán como una provincia «rebelde» y parte del territorio bajo su soberanía.
Piensa si aceptará el acuerdo del clima de París
Por otro lado, el magnate ha asegurado que continúa «estudiando» si retirarse del Acuerdo de París contra el cambio climático, porque teme que seguir sus reglas suponga perder competitividad económica ante países como China.
«Estoy estudiando lo de (el acuerdo de) París. No quiero que nos ponga en una desventaja competitiva con otros países, no quiero que le dé a China y otros países una desventaja sobre nosotros» ha explicado.
A Trump no le sería tan fácil retirar a Estados Unidos de ese acuerdo que reúne a más de 100 países, dado que éste ya ha sido ratificado y contiene una cláusula que le obligaría a esperar cuatro años desde el momento en que decidiera abandonarlo hasta que la desvinculación entrara en vigor.
Trump eligió esta semana a Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático, para liderar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, en inglés), que está a cargo de las regulaciones sobre el medio ambiente en Estados Unidos.