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Tomarle la palabra al presidente Trump
Efectivamente, tomarle la palabra al presidente Donald Trump es lo único sensato que puede hacer la clase política norteamericana, ante el debate que se suscita en torno al programa “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (Deferred Action for Childhood Arrivals), mejor conocido como “DACA”.
El Partido Demócrata en particular, debe emplearse a fondo para manejar correctamente este lance del presidente Trump, que ha puesto la bola en la cancha del Congreso. Cualquier devaneo politiquero -tan propio de los “demócratas”- o intento de torpedear las acciones de la Casa Blanca, de seguro que tendrá consecuencias negativas para ellos en las venideras elecciones de 2020.
De hecho, si el Congreso -con la participación de los dos partidos- generara una ley que regularice a los dreamers, Trump la apoyaría y la promulgaría de inmediato. Si resulta anti popular, no será culpa de él sino, de la dificultad de los partidos para interpretar a la ciudadanía. Si resultare del agrado de la sociedad, se argumentará que fue posible solo por la energía que puso el Presidente al emplazar el Congreso a regularizar la estancia de esos niños, ya personas adultas en su mayoría.
Si por el contrario, el Congreso “se pone bruto” y decide mantener en la incertidumbre a este medio millón de muchachos -que no están en las calles haciendo fechorías- después de haber invertido en cada uno de ellos casi $250,000, que es el costo aproximado de la educación pública hasta entrar a la universidad, entonces, en esas circunstancias, Trump le buscará una solución diferente a la actual (la de Obama) y sobre ella y los logros económicos que se esperan, levantará su proyecto de reelección.
Hay que señalar en este punto, que en todo esto, poco importa el papel que decida jugar la cúpula republicana. El valor agregado que recibirá la figura del Presidente con este asunto de los “dreamers”, le garantiza que su partido tenga que apoyarlo -como es la norma- so pena de que gane de nueva vez, con el establishment político y mediático en pleno, en su contra.
La realidad es que con este desafío franco a los dos partidos mayoritarios, Donald Trump desarma por segunda ocasión los planes demócratas de impedir que termine su mandato. El “impeachment” o impugnación, es una idea que la cúpula republicana, si no la ha alentado, por lo menos la ha acariciado con cierta hipocresía, pues se entiende que ellos prefieren al vicepresidente Mike Pence, porque resultaría mas manejable y es menos “acido” que Trump. Desde luego, que pudieran estar apostando en falso con la supuesta “docilidad” del Vice, una cualidad que muchos no hemos visto en Pence.
Otra complicación de esta “fantasía juvenil”, que no prevén esas mentes calenturientas hormonalmente, son las consecuencias a futuro. Si el “impeachment” a Trump avanza -no importa si se materializa o no- tendría consecuencias catastróficas para el GOP. La única posibilidad electoral de los congresistas y gobernadores republicanos, es mantenerse junto a su líder Donald Trump.
Sin embargo, creo que al momento que vive USA y el mundo en general, no existe posibilidad alguna de una “maroma política” como la planeada por los demócratas contra el Presidente. De hecho, con la firme actitud de Donald Trump frente a las provocaciones norcoreanas, el panorama internacional y local se ha distendido en su favor; convirtiendo los pedidos de renuncia o impugnación en simples disparatadas opositoras.
Solo imagínese usted que en medio de este “berenjenal” mundial; de esta recomposición geopolítica, el presidente del país líder del mundo pueda ser depuesto del cargo. ¿Cuál sería el futuro de Europa con la amenaza de migración masiva desde Asia y África? ¿Quién enfrentará a ISIS? ¿Hasta qué punto se atrevería a llegar Corea del Norte? Estas simples preguntas, sabemos que conllevan muy complicadas respuestas.
Nuestros muchachos, esos soñadores que no son responsables de su pasado, pero si de su futuro, deben usar la mejor herramienta que tienen para enfrentar su adversa situación. Esa masa blanduzca que le fue entregada al momento de la concepción y que atesoran dentro de sus cabezas como su mayor propiedad y único pasaporte para construir su futuro, debe indicarles claramente que ya está bueno de que los usen como conejillos de Indias. La única oferta digna, responsable y sostenible en el tiempo, es la que hace el presidente Trump: una ley salida del Congreso para solucionar de manera definitiva su limbo jurídico.
Todos los esfuerzos de nosotros los inmigrantes, especialmente de ellos, los mas afectados, los dreamers o soñadores, deben encaminarse a pedir a los congresistas -republicanos y demócratas- la elaboración de esa ley que los ponga en el mapa de este país de manera definitiva. No hay tiempo ni espacio para seguir jugando el juego de los demócratas, que cuando tenían el control del Congreso, no tuvieron voluntad política para hacerla promulgar y mucho menos para impulsar la reforma migratoria.
Si los demócratas aprecian a los inmigrantes latinos, como pregonan a los cuatro vientos, deben tomarle la palabra al presidente Trump y junto a los republicanos, elaborar ese proyecto de ley definitivo. Así se hacen las cosas en este país, constitucionalmente.
JPM
tremendo articulo mi hermano roble sin desperdicio y dando donde es
Robles. No me atrevo llamarte hermano de raza como el Visionario te llama, ya que yo creia que tu era decendiente de Africano como los Haitianos y. Robles la interrogante, hasta donde va a llegar Corea del norte? Yo la respondo, hasta donde los Chino le permita llegar. Es el mismo problema de Israel y los Estados Unidos.
Tienes razón en este comentario. Korea del Norte es el «**** de presa» de los chinos. Lo único es que los chinos no son tan «indulgentes» como los yanquis con Israel, pues en la práctica son los judíos internacionales quienes realmente mandan a los gringos,pues los gringos son la «mampara» con que se cubre el judío internacional para cometer sus fechorías mundiales. En China, el caso es parecedo, pues es la familia Roschild los verdaderos dueños de los capitales chinos. En conclusión, guerra entre grupos judíos encubiertos. Apréndete esa, Luis!!!
Rolando, cómo estás, hermano de raza¿ Tremendo artículo, y te felicito por tan tamaño acierto. Resulta,que tanto los demócratas como los republicanos seguirán pescando en mar revuelto, pues creen que Donald Trump es presa fácil de atrapar.
Una realidad insoslayable/
Excelente!!….Rolando,excelente!!!!