Temores justificados
El candidato presidencial de la oposición, Luis Abinader, ha
expresado su preocupación ante la desconfianza que generan algunos
órganos del Estado vinculados a las elecciones, sobre todo el
Tribunal Superior Electoral, al que definió como un “paredón de la
democracia”. Es obvio que esa corte está siendo causa de
intranquilidad.
Abinader, del PRM (Partido Revolucionario Moderno) y una convergencia
de fuerzas democráticas, fundamenta su apreciación en el hecho de
que el referido tribunal ha pronunciado 37 sentencias contra el
PRM, sin observar que con sus decisiones viole la Ley o la
Constitución. Estos hechos, sin duda, han enrarecido la atmósfera
política nacional.
Mucha gente teme que las elecciones generales, fijadas para el 15 de
mayo, puedan resultar traumáticas. Se aprecia una involución de la
democracia dominicana. El Partido de la Liberación Dominicana, que
lleva doce años continuos devorando la cosa pública, luce
empecinado en que no puede perder y recurre a peligrosas artimañas.
En su más reciente bravuconada, el partido de gobierno embistió a la
compañía Gallup, responsable de una encuesta en la que el candidato
reeleccionista, Danilo Medina, aparece con 51.8 por ciento de
intención del voto, mientras Abinader tiene 35.7, es decir que si las
elecciones hubiesen sido en enero pasado, las ganaría Medina.
¿Qué no le gustó al PLD? Ah, que en la medición anterior (julio
2015), Medina tenía 62.6 por ciento y Abinader 17.4, lo cual revela
que el actual Presidente descendió 10.8 puntos porcentuales, mientras
el aspirante bisoño subió 18.3. De ahí el nerviosismo y el
emplazamiento a la Gallup a que explique la catastrófica caída de
Medina.
Antes de eso, la misma organización, impulsada por su embriaguez de
poder, disparó saetas contra la Junta Central Electoral por haber
anunciado un cambio en el número de diputados a escoger en algunas
provincias por la variación poblacional en las mismas. Para elegir
los 178 diputados provinciales, la JCE tomó en cuenta el censo de
población de 2010.
El secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, juzgó
“inconcebible” el anuncio de la JCE, llamó “destape” a esa acción y
calificó como “palo asechao” el hecho de que se aplique lo que manda
la Constitución. El asunto fue sometido al Tribunal Superior
Administrativo, la JCE se hizo la desentendida y la medida fue
echada para atrás.
La propia Junta ha considerado que las elecciones de mayo venidero
serán complejas. Lo serán por los niveles de desigualdad que median
entre los candidatos del gobierno y los de la oposición. Y justifica
los temores de ciudadanos sensatos ante ciertas actitudes y la
retórica del PLD, que parece dispuesto a todo con tal de no soltar sus
privilegios.
jpm