Solos no podemos con Haití (OPINION)
Haití es el país más pobre de América Latina y el Caribe, con más de 11 millones de habitantes y tiene una de las tasas de desigualdad de ingresos más altas del mundo. El 60% de la población pobre habita en zonas rurales. “La pobreza en Haití continúa caracterizándose en gran medida por las extremas desigualdades sociales, la exclusión de los procesos de toma de decisiones y del poder, y una creciente vulnerabilidad ante los desastres y los conflictos inherentes a la inestabilidad sociopolítica sistémica”
Desde hace muchos tiempos, los organismos internacionales nos están presionando para que ayudemos resolver los problemas de nuestros vecinos haitianos, quienes han orquestado todo tipo de campaña difamadora para doblarle el pulso al gobierno a los fines de que legalicen a ciudadanos haitianos indocumentados que cruzan nuestras fronteras para obtener un documento de identidad, en vista de que el gobierno de su país los ignora. No los inscriben en el libro de nacimiento, por lo que no figuran en el inventario de ciudadanos!
Esa misma comunidad, se había comprometido invertir para ayudar a desarrollar la hermana nación; sin embargo, hasta el día de hoy, no han entregado ni un solo centavos, como lo informó en Dajabón el ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter. Aseguró que no existe forma alguna de que República Dominicana sea capaz de eliminar la migración haitiana, y que los dos países están atados uno al otro y que no hay forma de separarlo.
¿De qué se quejan los organismos internacionales, si este es el único país del mundo con frontera abierta para que ingrese todo el que les dé su gana, sin que las autoridades los molesten? Los dominicanos que, en contubernio con señores de la UE, quieren que la República Dominicana cargue sola con los problemas socioeconómicos de la vecina nación.
Los ejemplos están ahí. Parturientas haitianas con el apoyo de autoridades civiles y militares, cruzan nuestra frontera para dar a luz en los hospitales públicos a costa de los impuestos que pagamos los dominicanos. La inversión en los servicios sociales para beneficios de esos ciudadanos, resulta ser una carga muy pesada para nuestra economía.
Actualmente nuestro país está haciendo más por la hermana Haití que los países de la Comunidad Económica Europea (UE) que, en el siglo pasado, fue la que más se beneficiaron, saqueando los recursos naturales de esa media isla, que, en un momento, fue la más próspera del caribe, especialmente Francia y Canadá. ¿Hasta dónde quiere la UE que nosotros llevemos en nuestros hombros el problema de los haitianos, como si se tratara del “hombre con el bacalao a cuesta”?
Estos ciudadanos, desde hace mucho tiempo, vienen presionando a la comunidad internacional, sobre la base de sus necesidades que no les han brindado sus gobiernos; además de acusarnos de racistas. La población haitiana enfrenta diariamente un grave problema de inseguridad y violencia crónica, las bandas armadas de los barrios luchan por el territorio y el poder, convirtiendo las calles urbanas en espacios donde ocurren continuamente enfrentamientos, robos y secuestros.
Según informe de la CEPA del 7 de julio del 2004, La crisis política y social detonada en Haití en febrero de 2004, tiene raíces profundas, que además de los factores políticos abarcan la debilidad institucional, la falta de dinamismo de su economía, y la aguda inequidad y pobreza que afecta a su población desde tiempo atrás. De seguir la actual crisis, le será muy difícil a los haitianos lograr una estabilidad política y económica.
Es necesario la creación de un Centro de Estudio Sobre Seguridad, para prevenir y asesorar a los gobiernos y los partidos; y de una Oficina Permanente para el acompañamiento y reforzamiento de la Seguridad, tanto en la República Dominicana, así como en Haití.
Desde un enfoque superficial se pretende atribuir a la República Dominicana ser indiferente ante la situación de Haití, cuando la verdad es que nuestra nación, nuestra economía y nuestra sociedad, son las que más aportan a los ciudadanos y hermanos del vecino país.
El apoyo al vecino país es un problema que forma parte de la seguridad regional y continental. Su situación interna demanda soluciones integrales, humanitarias y de una mayor responsabilidad de la comunidad de naciones, porque “sólo no podemos con Haití”.
jpm-am
solos no podemos con haitíxxx¿ y quien te esta pidiendo que puedas con haiti?no pueden controlar internamente el tema de los haitianos dentro, ¿ y pretendes poder con ellos alla?su problema es que no cesan de inmiscuirse en los asunto internos de otro estado para ocultar su incompetencia al no resolver los problemas dominicanos!basta ya de justificarse con ellos!
siempre hemos estado solos, salvos algunos momenticos historicos.
desde cuando los domi han sido los guardianes del caribe,los problemas de haiti son sus problemas.nunca en mi vida he oido decir a un norte americano decir mi hermano canadiense o venezolano mi hermano colombiano dejemonos de estupideces y digamos los vecinos haitianos.
haitÍ y la repÚblica dominicana son como cuando algÚn se esta ahogando y otro se tira a salvarlo y se van al fondo los dos juntos
señor luis marÍa ruÍz pou, quién le ha impuesto o le has dado a los dominicanos derechos para asumir los problemas de haití. costa rica y nicaragua, colombia y venezuela, chile y bolivia, tienen los mismos problemas de dominicana con haití. ellos tienen controladas sus fronteras. por qué nos hemos podido hacerlo nosotros, por los malos gobernantes de los últimos tiempos: leonel, hipÓlito, danilo y abinader, no han sido capaces de parar a ha.