Solo queda esperar o no desesperarse
Sin impedimento constitucional y sin que su ejercicio se pueda calificar de malo, en función de lo que heredó y de circunstancias adversas encontradas en el camino, el presidente Luis Abinader tiene la vía despejada para si quiere optar por otro período de cuatro años.
Aunque con justificadas críticas de la oposición y de otros sectores sociales por las fale
En campaña, cuando con un PLD todavía unido el poder parecía no sonreírle, el hoy presidente de la República dijo que no buscaría la reelección, que para ser un buen gobierno no se necesitaba más de cuatro años. El no ha dicho -ni se sabe- lo que piensa hoy al respecto, cuando hay una serie de obras y proyectos a medio talle o todavía solo a nivel del anuncio o del primer picazo.
Sin embargo, el PRM gobernante –que al desprenders
Al día siguiente, y para enmendar una nota de tinte jocoso, pero que no dejaba de ser una pifia, la primera dama -como debe ser y es esperable que también terminen haciendo sus tres hijas- puso en claro que, cual sea la decisión que finalmente tome su esposo y jefe del Estado, ella lo apoyará.
La misma aclaración de la afable señora Arbaje no despeja dudas sobre la decisión final a tomar por Abinader, sino que alimenta una acentuada creencia en distintos sectores del país, en el sentido de que el mandatario, ya con los anuncios de obras y la promoción en radio, televisión y otros medios, está dando señales de que iría en busca de un segundo mandato.
Ya realizado, al llegar a donde las circunstancias no le permitieron a dos hombres que fueron su mayor inspiración en política: su padre, José Rafael Abinader, y el doctor Peña Gómez, al presidente le sería más fácil, provechoso y conveniente -con miras a la historia y poner fin al sacrificio personal y familiar que significa gobernar un país– anunciar en hora cero que, renunciando a un derecho y obviando posicionami
Se crecería y sentaría un precedente mayúsculo, pero… Lo difícil, muy difícil, es que eso ocurra. Sencillamente, por las complejidades y variadas circunstancias que envuelven el poder. Y es que, al margen de egos, de ambiciones personales o de desprendimientos poco vistos, hay situaciones que obligan y que ya no dependen del deseo o de la voluntad de un líder político.
En el caso del presidente Luis Abinader y una casi segura búsqueda de la reelección, y en el hipotético de que lo estuviera pensado, se da por un hecho que buscaría un segundo mandato que le permite la Constitución, sino por gustosa y reflexiva decisión personal, obligado por las circunstancias ya mencionadas.
Primero, porque en su partido no hay otra figura con sus condiciones para sacarla de la manga e improvisarla como candidato y, segundo, porque d
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jpm-am
no es sorpresa de que tratarà de reelegirse, de que su anuncio no sorprenderà a la oposición ni al pueblo.lo anunciarà cuando crea que no halla remedio, que guido y alburquerque no tengan tiempo de respirar siquiera. buena tàctica para evitar sorpresas.