Sistema de pensiones, será una tragedia. Sigo con el tema

Hoy en R.D. hay cuatro personas en edad productiva activa, por cada adulto de 62 años o más, que cotizan para jubilación, en el 2020 habrá tres y en 2050, sólo dos.

Y esas dos personas tendrán que sostener, con parte de los recursos generados por su trabajo, a una población que sin dudas vivirá muy probablemente más años que los jubilados actuales.

En ese escenario, la alta informalidad, en RD, además de ser un problema en sí mismo, frena las posibles y necesarias mejoras de productividad y jubilación.

La distribución por rangos de edad que muestra hoy la población ubica al país en una etapa de “ventana” o “bono demográfico”.

Con una participación del 10% de las personas mayores de 65 años sobre el total de habitantes -un índice que se duplicará hacia 2050-; una tasa de fecundidad en caída -la participación de los menores de 15 años no variará de aquí a 2100-, y la expectativa de vida en alza -hoy es de 75 años y será de 85 al final del siglo-, la RD está en la etapa previa a la signada por los costos asociados al envejecimiento poblacional.

El “bono demográfico”, que implica una condición demográfica favorable para crecer, terminará hacia 2020, jóvenes no quieren hijos, como mucho uno como muestra.

Entonces se agravarán los problemas para financiar pasivos jubilatorios del futuro.

Esto plantea, según un informe del Banco Mundial, un desafío urgente. ¿No falta mucho para eso? Hay al menos dos razones por las cuales la respuesta es no.

Una es que a partir de entonces comenzarán a llegar a su edad de retiro quienes están hoy en sus 30 o sus 40 y tantos (como regla general, la edad para jubilarse es ahora de 60 años para las mujeres y de 65 para los varones) o, visto de otra manera, los nacidos entre 1970 y 1980 serán los adultos mayores de 2040 a 2060; la otra razón es que, si se pretende un sistema sostenible, lo que hay que hacer hay que hacerlo ya.

Y lo que se necesita, según coinciden los expertos, es un crecimiento significativo de los niveles de ahorro e inversión, un alza de la productividad y una reducción de la informalidad.

De alguna forma, el desafío es trasladar a la sociedad una idea que muchos tienen en lo personal. “Hoy la demografía plantea un desafío que se resume en la pregunta ¿qué debería hacer la RD para hacerse rica antes de hacerse vieja?”

El informe del Banco Mundial titulado Los años no vienen solos proyecta que, de mantenerse el statu quo, el gasto para cubrir las prestaciones jubilatorias, de salud pasará del 20 al 26,6% del PBI entre 2010 y 2050.

¿Qué hacer?

Cobrar más impuestos ayudaría en lo fiscal, pero hay límites porque se puede afectar la economía; limitar el aumento del gasto con la suba de la edad jubilatoria o la reducción de beneficios tendría un impacto negativo sobre el bienestar de la población y eso no es deseable; lograr un crecimiento sostenido para un mayor PBI per cápita permitiría que, aunque sean menos los que producen, haya más para repartir

El último punto supone el desafío de mejoras en la productividad, que entre otros factores depende de la educación y la inversión.

El camino implica evitar la dependencia, ocurrida en los últimos años, de lo externo o coyuntural, como la variación de precios de las commodities, oro y rubros agrícolas.

¿Qué reparte hoy el sistema previsional? En los últimos años se elevó la tasa de cobertura y así, casi el 92% de la población mayor cobra una pensión

En 2014, la seguridad social insumió un 2.5% del PIB y va en crescendo.

El índice demuestra la magnitud del desafío de prever los ingresos para los pasivos y, a la vez, sostener las otras funciones del Estado. Además de que su financiamiento no se previó para el largo plazo, un problema del índice de cobertura previsional es que se logró, con moratorias para quienes no hicieron aportes o los hicieron en cantidad insuficiente.

Y al ser una medida con efecto temporal (sólo sirve a personas de hasta cierta edad, dado el período por el que se pueden declarar deudas) no soluciona el problema de una sociedad en la cual, si se considera a asalariados y cuentapropistas, el 46% de los trabajadores (según datos de la OIT) o el 49% (de acuerdo con la encuesta de deuda social de la Universidad Católica, no hacen aportes.

Esa enorme deficiencia -vinculada a la precariedad laboral y que demuestra que, de no haber cambios, la cobertura volverá a caer- desafía la necesidad de una mayor productividad, es decir, de elevar el valor de los bienes y servicios surgidos del trabajo de cada uno para así recaudar más, ya sea por aportes y contribuciones o por impuestos generales, las dos fuentes de recursos de las que dependen las jubilaciones.

“En Taiwán hubo un alza de la productividad entre generaciones de 5 veces; acá, en los próximos 30 años podría crecer 2 veces.

“Esta es una etapa en que se necesita ahorrar mucho y hoy eso no ocurre”, dice. Y advierte sobre la necesidad de que los recursos vayan a inversión. “Porque se puede ahorrar y que eso no vaya a lo productivo; a nuestro país le pasa que tiene medio PBI en el exterior, y por eso, a los desafíos pendientes hay que agregar el de garantizar la seguridad jurídica”

PRODUCIR MÁS, TRABAJAR MÁS, ¿PARA QUE?

Así como las edades de ingreso y egreso del mercado laboral influyen para determinar la necesidad de recursos, poder contar con más trabajadores mejoraría la ecuación. “Entre las medidas posibles para abordar el desafío de la sostenibilidad están el aumento de las tasas de actividad (porcentaje de personas que trabajan o buscan hacerlo, sobre la población total) y de empleo, especialmente entre las mujeres y los jóvenes.

En cuanto a la participación de las mujeres en el trabajo, la tasa, de 37,1%, es baja en relación con países como Estados Unidos (44,6%) o Brasil (44,1 por ciento). ¿Y qué pasa con los cambios en el propio sistema jubilatorio? Una reforma “clásica”, fuente de protestas en varias latitudes, es la suba de la edad jubilatoria. 70 ahora es viejo

Lo ideal es ser flexibles y lograr el efecto positivo (para las cuentas de un país) derivado de una salida más tardía de la actividad laboral, pero sin imposiciones.

“Si se obliga hay efectos negativos; quien por ahí iba a retrasar un poco su retiro, ante la incertidumbre se va en cuanto puede, y el efecto puede ser inverso al buscado”

La recomendación es que existan incentivos para que las personas trabajen más tiempo, elevando el nivel de las prestaciones cuanto más año con aportes se logren sumar.

“Deberemos repensar la jubilación como un ingreso universal para los adultos mayores, financiado con recursos fiscales y complementado con sistemas de ahorro privado”

Promover el ahorro de quienes tienen cierto nivel de ingresos aliviaría el efecto fiscal.

Dicho sea de paso, la solución al problema de doble índole (económica y fiscal) que trae el envejecimiento no se resuelve en la antinomia “capitalización o reparto”.

“El tema es qué decide hacer la sociedad para pagar; en Chile el Estado se pudo correr de una parte, pero se hizo cargo del resto”

La sostenibilidad del sistema no depende de eso, sino del flujo de ingresos y del número de pasivos con los que se está y se estará obligado. El uso de ese fondo está previsto para un déficit temporal, pero su composición hace dudar de la efectividad: “En su mayoría es deuda pública, que podría netearse de modo de reducir el coeficiente de endeudamiento.

El resto de los activos podría integrarse al Tesoro, tal vez en el marco de un fondo anticíclico que aísle el gasto social de vaivenes fiscales”.

A sus 45 años, un empleado del cabildo admite que no piensa en su jubilación.

“Creo que es como una caja de Pandora que abriremos en su momento”

Entretanto, los expertos insisten en que los datos avisan…

Y a un país, la sorpresa no se le debería permitir. Queremos un cambio.

Gane quien gane, afrontar esa deuda es un reto. El sistema entrara en crisis. sentarnos para definir las reformas y acciones que nos permitan evitar un desfinanciamiento que terminaría comprometiendo la fiscalidad, en un país donde al Estado no le sobran recursos

Todos quieren pensión buena y los jóvenes son informales, no cotizan y el Estado absolverá el pasivo, otra deuda intangible a los billones de pesos que debemos; un 52% del PIB.

Cientos de trabajadores de la construcción protestan frente a la Superintendencia de Pensiones ( SIPEN) en reclamo de su pensión

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