Sin Temor… Ni Favor: Teorías
Si alguna vez la modernidad se creyó que las enfermedades eran físicas, del cuerpo, y que la mente nada tenía que ver con ellas, cada día se cambia este criterio y se vuelve a nuestras raíces. En todos los animales desde el más simple hasta el humano, la Psiquis juega el papel preponderante en éstas.
Actualmente se están enraizando las teorías cada vez más comprobadas de que toda enfermedad tiene un origen tripartita: El primer componente es un conflicto, mental, psíquico, que inmediatamente, es confrontado por el segundo componente, un microbio de los muchos miles de millones que tenemos en nuestro cuerpo, sin cuya simbiosis no podríamos vivir, digamos que un microbio especializado, que por su característica se dirige a una estructura escogida de nuestro cuerpo, y se produce entonces la tercera faceta que es la manifestación física de una enfermedad, con síntomas, síndromes y demás.
Nuestra experiencia médica nos tiene acostumbrado a que esta tercera faceta es toda la enfermedad, pero no. Los componentes uno y dos son los detonantes de la misma y por lo tanto son las más importantes.
La medicina actual, que es lo que más se parece a una religión dogmática, reacciona ante estas nuevas teorías revolucionarias mandando a la hoguera a todo investigador disidente. Muchos de ellos o tienen que abandonar sus investigaciones, no consiguen fondos o sufren desprestigio, pierden su licencia o exequátur y hasta reciben cárcel.
Todo por tratar de entender mejor nuestra biología, las leyes que la sustentan y ayudar a la salud más efectivamente. Cuando cualquier quehacer humano cae en el mercantilismo, los principios básicos que lo sustentan se deterioran.
Claro, no todas las teorías que se emiten son verdaderas, y el camino para probarlas es caro, largo y arduo, sirviendo a veces de excusa para crucificar a tantos.
Nuestra Psiquis es muy complicada y aun no entendemos por qué el conflicto que a unos afecta de forma dramática, a otros les afecta poco y a otros nada. Hasta ahora se sabe que las funciones de dirigir la orquesta de nuestras vidas, de todas las reacciones y acciones que por millares y por segundo realizamos inconscientemente para estar vivos y saludables, las dirige el cerebro.
Sabemos que fuimos hechos por microbios que fueron los obreros de nuestra creación, la que dicen tardó unos 3,000 millones de años, y que sin los miles de millones de ellos que viven en nuestro cuerpo no podríamos vivir. Ellos nos construyeron, nos mantienen y eventualmente nos acaban, según la orden recibida de acuerdo a la partitura de la vida, llamado ADN.
Todo esto es fascinante, pero ahora quiero referirme al hecho de que en nuestros cuerpos tenemos todos los microbios existentes. Estos microbios son los mismos que existen en el aire, la tierra, nuestro sitio de vida y en todas partes, y la gran pregunta surge porque algunos de ellos, poquitos en comparación, de repente se convierten en patógenos y nos enferman.
Esto es, más que los patógenos externos las enfermedades vienen de adentro, no de afuera, como todos creemos.
Esto se debe según la teoría por la que empezamos, porque a través de un conflicto que se nos queda, el cerebro manda la orden de activar uno o varios tipos de microbios confrontadores y producir la enfermedad física. Muchos ya teorizan que las enfermedades no son malas, sino la forma que tenemos para mantenernos vivo, que son parte de los programas de subsistencia que hemos desarrollado durante el tiempo que llevamos en este mundo, sin médicos ni fármacos.
Quizás debemos pensar más en nuestra experiencias diarias, en los conflictos cotidianos de todo tipo, en evitar confrontaciones, en perdonar y en fluir, para poder no enfermarnos y vivir una vida más tranquila, mientras los genes nuestros 30,000, más el de los microbios 600,000, hacen todo el trabajo, incluso el de deteriorarnos hasta la muerte cuando llega el momento del reciclaje
Monterrey, Méx.* luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *4/I/2015