Simulación, hipocresía y mediocridad 

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El autor es profesor universitario de Lengua y Literatura. Reside en Santiago de los Caballeros 

«Simulación – Acción y efecto de simular»… «Simular – Hacer que algo parezca real no siéndolo»… «Representar algo fingiendo o imitando lo que no es» 

(Diccionario de la Real Academia Española)

La sinceridad, autenticidad e integridad personal, en la sociedad dominicana, se nos presentan como tres de los valores tradicionales progresivamente en vía de extinción o como parte de las luces que poco a poco van dejando de iluminar el comportamiento humano.

La lucha por la supervivencia o el “sálvese quien pueda”, nos ha transformado en verdaderos seres «simuladores», «cínicos», «hipócritas», “mediatintas”, “fofos”, «plásticos» y «artificiales«. Y hasta la sonrisa, en ocasiones, parece grapada en el rostro de muchos de los hombres y mujeres con los cuales necesariamente tenemos que interactuar en nuestras cotidianas relaciones sociales (laborales, familiares, políticas, sindicales, culturales, etc.).

Un determinado interés genera una determinada conducta no siempre benigna, sino perversa; pero escondida tras la máscara maldita y no menos perversa de la simulación. Y como en los mundos políticos y del trabajo es donde con mayor énfasis se ponen de manifiesto las luchas de intereses, es en esos ámbitos donde fluyen las más dañinas lacras comportamentales, como fluye a la superficie del agua el olor pestilente del cadáver que por mucho tiempo se mantuvo oculto en el fondo del océano.

Mundos en los que hay que mantenerse siempre a la defensiva e interpretando, para no sucumbir, las verdaderas intenciones que se esconden detrás de cada palabra, cada gesto, cada acción y hasta detrás de cada manifestación de cortesía. Mundos en los que aquel que no te soporta ha hecho todo lo posible por no tenerte a tu lado o excluirte de la organización en la que comparte compromisos contigo, por delante te colma de elogios, aunque por detrás te inserte el dardo que neutraliza para siempre tus habituales movimientos.

Somos, pues, una sociedad pletórica de simuladores. Y ante cada nueva y fingida actitud, parece cobrar vigencia el contenido de un artículo que hace muchos años publiqué en la prensa nacional con el título de “Sicología de los hipócritas”, y el que, por considerarlo de interés, nos permitimos reproducir  a continuación:

SICOLOGÍA DE LOS HIPÓCRITAS.

 “El hábito de la mentira paraliza la lengua del hipócrita cuando llega la hora de decir la verdad” (José Ingenieros).

El diccionario  académico define los términos hipocresía e hipócrita de las siguientes maneras:

“Hipocresía: Fingimiento y apariencia de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan” “Hipócrita: Que finge o aparenta lo que no es o lo que no siente”.

 “La hipocresía – apunta José Ingenieros (1877 – 1925) – es el arte de amordazar la dignidad. Es el guano que fecundiza los temperamentos vulgares, permitiéndoles prosperar en la mentira: como esos árboles cuyo ramaje es más frondoso cuando crecen a inmediaciones de las ciénagas” (El hombre mediocre, pág., 1975, 83).

Sostiene Ingenieros que: “La hipocresía es más honda que la mentira. Esta puede ser accidental, aquella permanente. El hipócrita – amplía” – transforma su vida en una mentira metódicamente organizada. Hace todo lo contrario de lo que dice, toda vez que ello le reporte un beneficio inmediato” (ob. cit., pág.87)

De las ideas preindicadas se infiere que la mentira es la materia prima de los hipócritas, vale decir, el hipócrita es necesariamente mentiroso, y en virtud de esta cualidad es, sobre todo, un ser simulador, cínico, desconfiable y traicionero.

Si la hipocresía es una de las más perversas expresiones del egoísmo, los hipócritas son por naturaleza egoístas. Para ellos el yo de los demás carece de importancia. Sólo importa su propio yo. De ahí que siempre actúen movidos por sus particulares intereses, nunca inspirado en el interés colectivo.

Los hipócritas suelen tener cómplices circunstanciales, pero no amigos fieles y permanentes. Son utilitarios, oportunistas, individualistas y ambiciosos; pero fundamentalmente traicioneros. Con tal de materializar sus planes o propósitos son capaces de traicionar hasta sus más íntimos amigos o más cercanos parientes.

Los centros de trabajo, sindicatos y partidos políticos están pletóricos de estos indeseables personajes.

El hipócrita es un ser peligroso a quien hay que temer. En él todo es falsedad, engaño y apariencia. Por eso ríe cuando desea llorar y llora cuando quiere sonreír. Receta la medicina para curar el mal que él mismo ha provocado y suele desear larga vida al ser que desearía ver muerto. E l triunfo ajeno constituye su propia derrota. Por eso odia reconocer el mérito de los demás, y cuando lo hace, sus elogios resultan ser siempre falsos, irónicos y sarcásticos.

La lengua del hipócrita es mortal como el veneno de la víbora y destructora como la furia del huracán. Una palabra suya puede provocar el divorcio de dos amantes y la enemistad de dos amigos.Estos individuos se rebajan sin saberlo. Su propia condición los transforma en entes chismosos, envidiosos, intrigantes y mediocres.

Conocer su verdadera identidad no siempre resulta fácil, pues aparte de actuar con gran habilidad, astucia y sagacidad, están también dotados de una increíble capacidad histriónica. Proceden como esos veteranos actores cuyos rostros parecen estar cubiertos por máscaras invisibles que les permiten ejecutar libremente sus maléficas acciones.

Más, sin embargo, conviene hacer todo lo posible para identificar en cualquier lugar a estos magos de la simulación, como única forma de no perecer devorado por sus garras mortíferas.

 dcaba5@hotmail.com

JPM

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Rafael Morales
Rafael Morales
2 Años hace

Maestro, no sólo la hipocresía sino también la envidia, el egoísmo , el endiosamiento. Vivimos en un mundo sin Dios , sin Él todo se vale. Se olvidaron las reglas morales, hoy todo se puede hacer, todo conviene si le favorece al individuo. Cuídate de la que duerme a tu lado,dice la misma biblia. Solo Dios cambia los corazones. Los títulos,el dinero ni la estirpe transforma al individuo.

Zumarraga
Zumarraga
2 Años hace

En eso esta convertida la sociedad actual, no solo en Dominicana, diria, en casi todo el mundo.
Estamos en el Mundo Al Reves de Galeano. Donde nada es lo que parece, donde ser honesto, es un problema para si mismo como para otros. Hablar con la verdad es provocar un conflicto hasta con la familia.
La Honrradez es un obtaculo para progresar, mas aun, cuando estas en el ambito laboral y politico ni se diga.
Cont.

Zumarraga
Zumarraga
Responder a  Zumarraga
2 Años hace

Ser consciente de algo para tener solidaridad verdera, osea,( no esperar nada a cambio de ello), te trae problemas, porque alguien esta esperando que se joda su vecino, su hermano, su amigo. etc.
El bienestar de alguien, le causa la desgracia al que lo envidia. La bondad, no existe, porque de ella se espera una recompesa.
Pues, no terminariamos porque la lista es muy grande.
Profesor, espero que no se qume por poner el dedo sobre la yaga.

Zumarraga
Zumarraga
Responder a  Zumarraga
2 Años hace

Ud. es muy valiente, debido a que Ud. se mueve en un ambito social pletorico de todo eso que Ud. describe.
Gracias, siempre lo sigo, porque me edifica cada vez que escribe, y lo digo con sinceridad.

Zumarraga
Zumarraga
Responder a  Zumarraga
2 Años hace

La sociedad actual con su gente, es de mentiritas, de fantasias y ficticia. Donde la verdad molesta y la mentira agrada.
Si uno ante una circunstancia requiere que sea autentico, pasa como ridiculo, porque no esta acorde con los tiempos de imitarlo todo.
Ahora mas que antes, los medios de informacion se valen de las noticias falsas, o de medias verdades y sensacionalismos manipulados como cualquier mercancia, con el fin de garantizar su existencia como medio, porque la objetividad y la verdad no venden, y defienden intereses extranjeros.

Miguel Espaillat
Miguel Espaillat
2 Años hace

Un perfecto retrato escrito de Leonel Fernandez Reyna…

Opino que........
Opino que........
Responder a  Miguel Espaillat
2 Años hace

También se puede decir con certeza, que es tu imagen plasmada y la de los líderes comunistas que tú tanto defiende……

Zumarraga
Zumarraga
Responder a  Opino que........
2 Años hace

Partiendo del estilo de como escribes, puedo instuir que eres la falacia personificada en un sujeto que se hace llamar Morrata. Y no con lo que digo, implica que este defendiendo a Miguel Espaillat. Pues, difiero de El en muchos aspectos. Pero contigo, no hay la minima posibilidad de pensamientos iguales. Repito, eres la personificacion exacta de la mentira y la lisonja, por ser tu, un adulon empedernido.