Ser y Respetar: qué nos cuesta?
Al hacer el siguiente análisis, trataremos de no radicalizarnos, ni mucho menos huir de la responsabilidad que entraña el hablar de lo que se ve y de lo que se conoce, porque en definitiva la única intensión en educar con palabras llanas para llegar a todas partes.
Nos hemos acostumbrado a ver los efectos de la “doble moral” como algo que es parte de la cotidianidad de las personas y cosas que antes eran censuradas, hoy compiten sin juicios de valor, en las acciones que compiten por un Tending topic, que se celebran o se aborrecen partiendo desde el punto de vista de los intereses individuales.
En el campo de la Política, si opinas a favor del Gobierno de turno, algunos hasta ese momento amigos, se destapan con epítetos y descalificaciones lo que provoca o induce a no hacerlo, a menos si la opinión no resulta agradable a la colectividad.
Si por el contrario tu opinión es desfavorable, salen del propio gobierno y de personas que coyunturalmente devengan un sueldo del estado, favorecido por ese mismo gobierno, y te tildan de ser un “cobra botellas” del gobierno anterior, lo que provoca hilaridad y hasta cierto pique porque no te lo dicen directamente, o sea que no tienes como debatirlo y cambiarle la idea enunciada.
Lo que si estamos viendo es como se genera un ambiente de “dejar pasar” hasta volverlo normal y mientras tanto la vida sigue y como los moluscos que cambian de caparazón y con su quitina crean uno nuevo, la sociedad cambia de paradigmas que siempre estarán asociados al interés o al ángulo en el que observamos las cosas.
Mas aun, esa actitud de que no importa nada va provocando desinterés, irrespeto por la vida, libera al ser de los cotos para el control de la humanidad, que son las bases para la existencia de las Sociedades y minan la convivencia pacifica de los miembros de estas.
Se ha vuelto normal que un personaje de los medios faranduleros o del deporte reciba lluvias de aplausos cuando logra alcanzar un merito distinguido y que en su momento unió a la sociedad en un sentir, y luego ese mismo elemento saca aspectos de su construcción humana que resultan aborrecibles y provocan un sabor a resina que mas amarga y mata, para luego estrujarte en la cara que es su vida o es su dinero.
Las sociedades necesitan tener valores que armonicen, que unifiquen sobre el criterio de hacer lo mejor para todos, que muevan hacia la sanidad del alma, que lleven a sus integrantes al desprendimiento pensando en los demás y que sobre todo destierren los egos e individualismos, propios de los instintos animales que por naturaleza estamos llamados a superar.
Si usted es como quiere ser, pues sea como quiere, pero no trate de influir en los demás pues usted decidió, deje que los otros sean lo que decidan, mas no promueva lo antinatural, lo que no genera valor a la vida, lo que no inspira de forma sana, lo que es la contra de la aspiración global de todos.
Si usted tiene dinero para hacer lo que le plazca, pues gaste sin enrostrarle en la cara a la pobreza manifiesta en la juventud y en adolescentes que aún no se han desarrollado como adultos, sus extraviados excesos y mal educar para destruir las familias, que al final son quienes pagan los platos rotos.
Como Martin Luther King todos tenemos un sueño, en el caso de los dominicanos, todos vivimos en un país colocado en el mismo trayecto del sol como nos enseñó Don Pedro Mir, vivamos y permitamos vivir, respetemos para ser respetados, eduquemos para ser enseñados y sembremos para poder mantenernos positivos y agraciados.
» mientras más conozco a las gentes,amo más mi ****»-dijo un sabio.he visto documentales,de lo responsables y amorosos que son algunas especies de animales con sus hij@s y toda su familias,ejemplo,las elefantas matronas,líderes en su grupos.es una constante,en cambio,cada día encontramos más irresponsabilidad,entre muchos humanos,padres y madres incluidos.