Segunda vuelta en el 2016
Doce años ininterrumpidos en el ejercicio del poder han provocado el desgaste
del Partido de la Liberación Dominicana, que podría quedarse corto en sus
pretensiones de ganar las elecciones en la primera vuelta electoral en
el 2016.
El resultado electoral del 2012 dice que casi la mitad de los electores rechaza
el gobierno morado, y los ruidos internos por la candidatura presidencial y la
lucha soterrada entre Danilo y Leonel podrían disminuir, mucho más, las
simpatías electorales del PLD.
Si ningún partido logra el 50 más uno de los votos en la primera vuelta
cuarenta y cinco días luego se montara una segunda vuelta y obtendrá la
victoria el partido y el candidato que mayor capacidad de negociación tenga.
Asumiendo posibles escenarios de acuerdo a resultados hay posibilidad de que el
Partido Revolucionario Mayoritario logre el segundo lugar en las simpatías de
los electores. De ser así, necesitaría los votos y el apoyo de Miguel Vargas
para ganar las elecciones. Asimismo, podría ser el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, y Miguel Vargas
que logren clasificar en la segunda posición más votada, en ese sentido este
necesitaría el respaldo electoral del PRM para poder ganar las elecciones al
PLD.
Ahora bien, las
diferencias y contradicciones políticas entre estos dos grupos perredeístas no
son lo suficientemente profundas para hacer posibles un entendimiento electoral
que les permita unirse con el solo objetivo de lograr el poder?
De ser así sus
posibilidades de triunfo electoral son altas, pero no tiene sentido vivir todas
esas malas experiencias en el seno del PRD para luego unificarse como si nada
ha pasado dejando de lado hasta sangre de compañeritos.
Dudamos que en menos
de dos años las enemistades perredeístas y sus contradicciones sean colocadas
en un punto tan bajo que pueda dar paso a la avenencia y a la unidad y hasta
ganar las elecciones uniendo fuerza y voluntad.
Aparentemente si el
PLD no logra ganar las elecciones en primera vuelta mantendrá el poder con el
apoyo rabioso de una de las facciones perredeístas, ya que sus niveles de odio
no le permiten ver que la política es con el cerebro y el amor y los
sentimientos son con el corazón.