Sanear la política dominicana

 

Existe una premisa sobre la cual se erige el poder de un Boss Mafioso: «Séanme leales y les protegeré, no importa cuales crímenes hayan cometido»

Con muchísima preocupación la sociedad dominicana viene observando que el ex presidente Fernández está siguiendo la misma al pie de la letra.

Llamó la atención ver al enjuiciado senador en los recorridos del ex Presidente en Puerto Plata. Se mostraba muy relax, seguro de sí, y esto una semana antes de la trufadora sentencia.

Luego llamó aun más la atención, la sorpresiva convocatoria del Comité Político (CP), un día antes de la sentencia, después de un año evitando reunirse. Una acción sabionda por parte del presidente del partido para embarrar a todos. Para que todos sean corruptos por omisión.

¿Qué trataron? Pues el tema electoral, y el más importante el de la reelección lo postergaron para unascuantas semanas. ¿Qué tema tenían de urgencia?

Obviamente el tema obligado, por las implicaciones políticas y los riesgos del poder en el 2016, por lo que había que tomar una decisión política, ante un sonado caso de podredumbre ycorrupción que mancha al presidente de ese partido. Creo que los precandidatos a lo interno de ese partido no ponderaron esa decisión.

La reciente sentencia de La Suprema Corte de (in)Justicia, representada por un grupo de doctorisimos, miembro del círculo de la Fundación Inmoralidad y Subdesarrollo, miembros de la facciónvergonzante del PLD, más que una vergüenza es una burla a la sociedad dominicana. Un verdadero engaño masivo, una trufa mayúscula.

A partir de este escandaloso y bochornoso hecho, más las denuncias de asociación mafiosa y narcotráfico de esos gobiernos, uno puede estimar que el futuro moral de nuestra sociedad dominicana no será otro que la degradación ético social; que ya era más que una vergüenza, de la cual sus actores ni se inmutan.

Todo lo contrario: con sus caras largas han salido a hacer campaña como única manera de conservar lo que se han apropiado ilícitamente y para arreglar su mundo si lograsen volver.

Sí los jugadores de la actual contienda política, la clase empresarial, no inician «un contra-movimiento»  para aislar a esa gentuza de la política dominicana, se arrepentirán y les veremos pidiendo limosnas en las calles de la historia. Ya vemos los resultados en las encuestas recientes. Su única alternativa es pelear y declararle la guerra a la mafia en defensa del pueblo, no hacerse cómplices en su propio perjuicio.

Todos los boss mafiosos han caído, ahí está la historia, lo que no podemos permitir es que ese reinado se prolongue al punto de parecer eterno, pues mientras más dure, mayor es el daño moral a nuestra sociedad, pues como el óxido corroerán todas las instituciones públicas y privadas.

Esta moscosa y asquerosa situación me recuerda un discurso del Presidente Obama en el cual afirmaba:

 » … A aquellos que conservan el poder a través de la corrupción y el engaño y que reducen el silencio de los inocentes […] nosotros acudiremos para ayudar […] porque nuestros intereses y nuestra conciencia nos empujan a actuar en favor de quien sueña la libertad».

Ojalá que en el caso dominicano donde casi todas las instituciones hoy se manejan según la directriz de un boss mafioso,  Obama actúe y de instrucciones precisas para acabar con este engaño disfrazado de democracia. Que su discurso no se quede en palabras.

En este caso el embajador de Estados Unidos debe velar porque se ejecute el guión al pie de la letra.

De entrada deberían cancelar todos los visados de ese clan mafioso, incluyendo a todos los jueces corruptos de la suprema, al Presidente de ese partido, y demás bufones cuya práctica siempre ha sido la burla del pueblo.

De nuestra parte los y las dominicanas debemos exigir ya mismo, la renuncia en pleno de esos practicantes de in-justicia social en La Suprema.

IMPACTO 

La clase política aún no entiende el daño económico que causa la corrupción al país (y parece que la empresarial tampoco) en cuanto al impacto en el crecimiento del producto interno bruto (per cápita). El hecho de que funcionarios sean culpables de corrupción, no punibles por sus vínculos políticos es una desgracia nacional.

No comprenden que alejamos a los inversionistas sofisticados que podrían llegar a generar empleos, a re-educar nuestra mano de obra, a generar riqueza, a traspasarnos tecnología.

Uno mira estos casos y observa el “gap” entre lo dicho y lo hecho. Entre lo que nos prometen y lo que hacen.

En verdad nos complican el trabajo y nuestra labor, y de que manera. El inversionista observa estas cosas, no dice nada, y toma sus decisiones en base a los perfiles de riesgo de nuestro país, a los indicadores económicos y sociales. Obviamente la corrupción no nos ayuda pues el sistema de justicia no ofrece garantías legales, ni imparcialidad (no es un sistema garantiste).

Y este es el principal circulo vicioso y azaroso que nos mantiene en el “maledeto” subdesarrollo hoy patrocinado por la mafiosa Fundación Inmoralidad y Subdesarrollo que mantiene a unos cuantos durmiendo de un lado, con discursitos de “kindergarden”.

Demos comprender que si logramos recuperar el sistema de justicia (limpiarle los moscos), sacar a los políticos del sistema, sumado a acciones como las que viene realizando el actual gobierno, nuestro país daría un brinco enorme hacia el progreso -con cualquiera que este en el poder-.

Salir de la miseria, del atraso, del subdesarrollo, de los corruptos, de la delincuencia política, no es simple, pero tampoco es imposible.

Solo debemos sanear la política dominicana.

Vamos!

wandyramirez@gmail.com

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