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Salud y Economía
Por: ROBERTO LAFONTAINE
Cuando FC prefirió postergar chequearse en el hospital una sencilla molestia en el pecho con el objetivo de preservar los escasos recursos disponibles para la comida de los hijos y hacerle frente a los gastos escolares del inicio del año, jamás pudo valorar que estaba jugando a la ruleta rusa.
El Sector Salud y el Sector Económico tienen una perspectiva diferente de abordar los elementos que inciden en el Sistema de Salud del país. Esta visón cartesianano permite proyectar una estrategia que permita aprovechar las potencialidades de dicho sistema para incidir en el aumento del Producto Interno Brutoy por ende impulsar la economía por el sendero del desarrollo sostenible.
Uno, el Sector Salud, enfoca el medio ambiente y al individuo desde la perspectiva de sus componentes genéticos y sus mecanismos biológicos, físicos y de interrelación social y como estos inciden en su estado de salud. El otro, el Sector Económico, enfoca los mismos elementos pero desde la óptica de la proporcionalidad en la determinación de la salud de la población.
Uno, enfoca las modalidades de organización del sistema de salud, asigna roles al Estado y los ciudadanos, reglamenta el ejercicio de los profesionales, determina las modalidades de financiamiento y de pago de los recursos y servicios. El otro, trata sobre asignación de recursos tomando en cuenta los mercados y el rol de los precios, racionamiento y asignación intersectorial de recursos, el efecto de los incentivos, la cobertura y el racionamiento de los servicios.
Uno, trata del volumen y la organización de los recursos humanos, físicos y financieros, así como el estado de los conocimientos. El otro, se enfoca en la evaluación económica de las intervenciones, concentrándose en la minimización de los costos; teniendo en cuenta la eficacia, la utilidad y el beneficio de los tratamientos, tecnologías, programas, medicamentos, organizaciones, políticas, etc.
Uno, pone el acento en el comportamiento de la persona enferma y en comportamiento del recurso humano al abordar los problemas de salud. El otro, se preocupa por la demanda de los cuidados, tales como: la especificidad del bien y los determinantes de las necesidades, determinantes de la demanda, demanda inducida, demanda de medicamentos; y la oferta de cuidados, tales como: comportamiento de los profesionales y del hospital, funciones de producción y el mercado de los recursos, la organización de la oferta y la industria del medicamento.
Uno , ve la actividad económica desde la óptica de la prosperidad socioeconómica. El otro, desde la evaluación del sistema de salud, evalua aspectos como: la equidad, eficiencia, las libertades individuales y las comparaciones de los gastos, organización de los cuidados, servicios y los resultados en salud.
En fin mientras uno, vela por el bienestar de las personas. El otro, por medir y valorar la salud y para esto la especifica, mide sus intervenciones en termino de tiempo de vida útil adicionado a la persona, llegando a poner, incluso, valor a la vida humana.
Los mismos elementos pero diferentes visiones que no aportan por separado solución a la complejidad de la existencial de FC: no puede producir los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de salud, educación y alimentación de los hijos, requiere de un trasplante cardiaco para sustituir su insuficiente corazón, resultado de una intervención clínica tardía cuando se había instalado un amplia área de necrosis en el tejido cardiaco, por lo que estuvo más de diez días en la unidad de cuidado intensivo, en la que hubo de hacerle por tres ocasiones maniobras de reanimación cardiopulmonar.
La protección de la salud del individuo y por lo tanto, la reversión de los negativos indicadores, solo se puede lograr desde la integración de las perspectivas de los sectores de salud y económico, mediante un dialogo que permee el tejido social, de manera que al valorar el estado de Salud como un derecho consustancial a la existencia del individuo, se tomen las decisiones pertinentes para lograr una cobertura universal de los servicios de salud sin ocasionar una catástrofe financiera en la persona que requiera de dichos servicios.