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Rotulación de calles
El AUTOR es abogado. Reside en Santo Domingo.
Si bien es cierto que algunas de nuestras calles tienen nombres irrelevantes, como por ejemplo La Argolla, Aldaba, Diagonal, El Paseo, entre otros cientos, y que mejor deberían tener, para una mejor ubicación de los ciudadanos, una numeración ordenada de forma ascendente o descendente, no menos cierto es que hay otras que tienen nombres de personajes, fechas y eventos que sí son importantes.
Para que un nombre sea adjudicado a una calle o avenida, este debe ser sometido a la Sala Capitular del Ayuntamiento a que corresponda, para su aprobación y posteriormente se rotula la misma en todas sus intersecciones para la debida ubicación de los ciudadanos. Esta rotulación la hará el mismo ayuntamiento o, en algunos casos, como el que nos ocupa, por la otrora Secretaria de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones (SEOPC). Lo decimos porque el mismo letrero contiene las siglas de esta última.
Sin más preámbulos, de lo que se trata. es que hoy cuando transitaba la Avenida Nuñez de Cáceres en dirección norte-sur, me tuve que detener en una de sus calles transversales, por que así me lo impuso el semáforo, y al leer el gran letrero de centro del nombre de la calle, le dije a mi hijo: «quiero saber mas de ese personaje», y rápidamente entro en el buscador de internet de su celular, y obviamente lo escribió tal y como estaba escrito en el letrero, y me dijo: «papi esa persona no existe» y siguió diciendo: «Aquí hay otro que se llama Olof Palme; no hay nadie que se llame Oloff Palmer como dice el letrero». «Se parecen», continuó diciendo, «pero no deben ser los mismos porque no es posible que haya un error así con un personaje tan importante como se menciona aquí en su biografía».
Como venia conduciendo no pude confirmarlo, pero desde que llegue a la casa comencé a buscar y justamente no apareció nadie que se llamara Oloff Palmer; y entones me dije a mi mismo: «parecería ser que tenemos una calle con el nombre de alguien que no existe».
En el caso de que se tratase de Olof Palme, y presumiendo de que el equivocado no sea yo, quiero hacer saber que aprendí que se trata de un estadista socialdemócrata sueco que fue asesinado de un tiro por la espaldas mientras ocupaba el cargo de Primer Ministro, y mientras salía del cine sin guardaespaldas con su esposa Lisbet el 28 de febrero de 1985. A pesar de que se apresó a una persona, no hubieron suficientes pruebas en su contra, y se puso en libertad, por lo que se desconoce el verdadero asesino y las reales causas.
Se reseña, sin embargo, de que este político se declaró en contra de importantes intereses norteamericanos, como la guerra de Vietnam, la eliminación de las armas nucleares, el embargo a Cuba; de igual manera se pronunció en contra de la política acerca el aparteheid en Sudáfrica.
Se pronunció y se comprometió a favor de los países del tercer mundo, e igualmente con del derecho de la autodeterminación de Palestina, entre otros aspectos importantes en el ámbito socio político. La defensa del pacifismo y el universalismo eran posiciones que lo definían plenamente.
Por lo expuesto, se han hecho conjeturas de que su asesinato pudo estar ligado a sus contradicciones con la política estadounidense sobre asuntos vitales de la época.
El 28 de febrero del 2011 hubiese prescrito la persecución sobre el asesinato de Palme de acuerdo a las leyes suecas a esa fecha, pero ello se evitó con una modificación que hiciera el parlamento aumentando la prescripción de aquellos delitos calificados de «muy graves», como es considerado el caso del hombre de estado.
Así pues, el próximo 28 de febrero, cuando se cumplen 29 años de la muerte de ese Primer Ministro Sueco, y siempre que se trate de el y no de otro cuyo nombre sea parecido, honremos su recuerdo, señalizando la calle con su nombre real: Olof Palme. Es posible que Suecia nunca no los reclame, pero mi hijo no lo concibe, y al decir verdad, yo tampoco.
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