Reformas al sistema de fianzas tienen poco impacto
NUEVA YORK.- En diciembre pasado, los tribunales de la ciudad de Nueva York dieron un paso adelante con una nueva iniciativa destinada a reducir el número de personas que son encarceladas en Rikers Island después de haber sido acusados por delitos menores.
El programa que ya tiene tres meses, concede a algunos de los acusados de delitos menores, una nueva audiencia para solicitar fianza ante un juez diferente dentro de los 10 días de su comparecencia inicial en la corte.
El programa es un componente del esfuerzo que viene haciendo por muchos años el ex juez Jonathan Lippman, para reducir el número de personas detenidas en la prisión de Rikers Island únicamente porque no podían darse el lujo de pagar el pequeño monto de una fianza.
Las primeras noticias sobre el programa que revisaría las fianzas, inicialmente parecían despertar optimismo entre algunos defensores, que han luchado durante mucho tiempo para reformar el sistema de fianza. Pero los informes iniciales de los abogados de defensa criminal indican que a la medida todavía le falta hacer una diferencia significativa.
“Es un comienzo muy, muy lento”, dice Tina Luongo, que dirige la Legal Aid Society’s Criminal Practice.
“En la oficina del alcalde, estábamos muy, muy emocionados”, añadió Scott Hechinger, un experimentado abogado de Brooklyn Defender Services, que representa a 45,000 personas detenidas en Brooklyn cada año. “El potencial de esta iniciativa era grande, pero en la práctica, ha sido limitada”.
Lippman propuso audiencias de revisión automáticas en octubre pasado, después de que otros esfuerzos más ambiciosos para reducir el uso de las fianzas se vieran estancados.
En teoría, las audiencias de revisión pueden beneficiar a los acusados por dar a sus abogados más tiempo para recoger información de los clientes y sus familias después de la formulación inicial de cargos.
Ese tipo de información podría contribuir a la presentación de argumentos, en el sentido de que los acusados están conectados a sus comunidades, y por lo tanto, son susceptibles de volver a la corte.
El juez administrativo Lawrence Marcks en declaraciones que hizo a The New York Law Journal en diciembre, dijo que los jueces que llevan a cabo las revisiones “tendrán más tiempo, y por lo menos en algunos de estos casos, más información a su disposición para tomar determinaciones sobre las fianzas”.
Y agregó: “Es de suponer que esto conducirá a que más personas que ahora podrían estar guardando prisión, puedan demostrar que no representan ningún riesgo para nadie, sí son liberadas de forma segura en la comunidad”.
No todos los jueces estuvieron entusiasmados con la propuesta. En octubre, el juez del Tribunal Supremo Edward McLaughlin hizo circular una carta entre más de 100 jueces criticando la iniciativa. Él escribió que el plan “insulta a los jueces, ignora la capacidad de revisión que tienen actualmente sobre las fianzas, no proporciona un registro completo de las decisiones que se toman sobre la libertad bajo fianza y se entromete en la independencia del poder judicial”.
Como las cosas se han presentado, sin embargo, los abogados defensores han dicho que las revisiones automáticas se vienen dando demasiado tiempo después de que la presentación de cargos a los acusados, tengan mayor impacto.
En la actualidad, las audiencias de revisión automática no tienen lugar hasta al menos ocho días después de la detención de los acusados, y eso es sólo si los acusados están de acuerdo en que las audiencias puedan ocurrir en su ausencia. Si los acusados quieren estar presentes en las audiencias, éstas se producen al menos 10 días hábiles después de la comparecencia inicial en la corte.
Sin embargo, la fecha crítica para los acusados de delitos menores se produce mucho antes en el proceso, cinco días hábiles después de la detención.
Como un antecedente, en la jerga conocida en los juzgados como el “170,70 días”, los acusados mantenidos en libertad bajo fianza en casos de delitos menores son liberados automáticamente, a menos que los fiscales hayan obtenido declaraciones juradas de los demandantes.
Si los fiscales han obtenido dichas declaraciones, muchos acusados se declaran culpables en el término de cinco días a cambio de una sentencia corta, a menudo por el tiempo que ya han pasado en prisión.
Hechinger apunta a una razón adicional por la que el programa no está teniendo un gran efecto: Las revisiones automáticas no están disponibles cuando un acusado es imputado inicialmente por un delito grave, pero el juez o el fiscal deciden posteriormente que el hecho amerita solamente un cargo menor.
Esta situación se produce con regularidad, explicó Hechinger. Las estadísticas compiladas por su oficina muestran que el 28 por ciento de los acusados que están acusados inicialmente de un delito grave, y no son liberados bajo su propia responsabilidad en la lectura de cargos, ven los cargos reducidos a delitos menores. Muy a menudo, esto ocurre dentro de una semana en que el acusado comparece por primera vez en la corte.
En la ciudad, las fianzas de más de $ 1 se fijaron en 22,718 casos de delitos menores en 2013, según la Agencia de Justicia Criminal de la Ciudad de Nueva York.
El 12 por ciento de esos acusados fueron capaces de acordar salir bajo fianza en el proceso de formulación de cargos. Un 12 por ciento adicional fueron puestos en libertad bajo su propia responsabilidad después de que fueran instruidos de cargos, mientras que el 28 por ciento logró salir con fianza en algún momento después de haber sido acusados.
En general, un promedio de alrededor de 100 acusados por semana en toda la ciudad han tenido audiencias en el marco del nuevo procedimiento automático, de acuerdo con Paul Lewis, funcionario de alto nivel de la New York’s Office of Court Administration (OCA).
No se dispone de estadísticas sobre los resultados de esas audiencias, pero los abogados defensores dicen que los jueces revisores no son sólo han puesto el sello a sus decisiones anteriores sobre las fianzas y que han oído hablar de, al menos, una reducción de la fianza de vez en cuando, como resultado de las revisiones.
Lewis dijo que las autoridades judiciales decidieron programar las audiencias de revisión automática después del “170,70 días” porque no quieren abrumar al juez que revisó los casos. Y añade que, si bien el nuevo programa ofrece a los acusados un proceso simplificado para solicitar la revisión de la fianza, los acusados siempre tienen la opción de solicitar afirmativamente una audiencia de revisión.
La diferencia es que con frecuencia los abogados tienen que tomar medidas para obtener esas audiencias, como la presentación de una moción por escrito.
Algunos abogados defensores han utilizado durante mucho tiempo los procedimientos de revisión existentes para argumentar que la fianza es excesiva.
Matt Knecht, abogado que es parte de Neighborhood Defender Service of Harlem dijo que su oficina obtiene audiencias de revisión el mismo día de la instrucción de cargos (o el lunes después de un fin de semana en que se formularon los cargos). A menudo, la oficina hace al menos una o dos de esas audiencias a la semana, añadió.
Knecht añade que su oficina no ha representado ni un sólo cliente que haya tenido una de las nuevas audiencias de revisión automática.
Lewis indicó que OCA tiene previsto examinar el programa esta primavera, y tendrá en cuenta las revisiones, incluyendo hasta el cambio de fecha de las audiencias.
Mientras tanto, los abogados defensores dicen que todavía están esperando por más reformas de largo alcance.
“La conversación real”, dice Luongo de Legal Aid, “es lo que realmente se necesita para fijar una fianza, incluso en estos casos”.
Fuente: City Limits