Reflexiones de Navidad
Por DILMARYS CUELLO
Espero que la primera impresión no sea creer que estoy formando un nuevo partido político.
Les cuento que hace unos meses me invitaron a dar una charla en el colegio Francisco Bueno Zapata. Pensé que era a un curso y luego fue a otro, lo que me resultó más interesante. Mientras exponía el tema “Los desafíos del adolescente”, me surgió la idea de plantear las siglas PPG. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué gano con eso?.
Cada acción que uno realiza, esta evidentemente marcada con cada una de estas interrogantes. Este lo enfocaba con el deseo de cada uno de los adolescentes que me escucharon fijaran la posición de que cada actividad que programen intente que pase por este filtro.
Si lo traemos ahora para un público no tan adolescente, es para que nos revisemos en estos días que marcan pautas para finalizar un año y para iniciar otro, ahora les pregunto a ustedes.
¿Por qué han realizado algunas de las actividades que marcan el final de año? ¿Para qué, he realizado algunas de las cosas que ya hemos hecho? Y la final y no menos importante ¿Qué gano yo haciendo esas cosas? En los últimos días he visto personas que actúan por meros mandatos, dicen las cosas que otros quieren que digan, caminan cuando otros los mandan.
Eso en realidad me preocupa mucho. Lo penoso es que antes los que se dejaban influenciar era en mayor medida los adolescentes o niños, ahora los “adultos” son mas maleables que los antes mencionados. Parece que por dinero se puede hacer de todo. Parece que por conveniencia personal de los “adultos” todo se puede hacer si la teoría de “ganar, ganar” esta a su favor.
Mis queridos lectores: estoy sumamente preocupada, por las acciones de los “adultos” y los reseño bastante debido a que se supone que son los maduros y se comportan peor que niños/as.
Si en manos de ellos está el organizar el camino para una generación que lo está viendo y esperando parainiciar los sus pasos. Si estos son los ejemplos que ellos tienen, a dónde van a parar.
Si los ejemplos políticos que tienen nuestros jóvenes y niños son los que más están en la palestra pública. Si el modelo de empresarios del transporte, son los que están dirigiendo este negocio, pobre de los que compraran unos camioncitos para iniciarse en este mercado. Si el patrón de sindicalistas – por la mayoría lo digo- es el que vamos a tener los que nos hemos decidido resueltamente asumir esta función, ¡que malos modelos tenemos!
Deseo que comprendamos que el ¿por qué? debe estar matizado por una motivación mayor que el mero deseo de ganar en detrimento de mucho. El ¿Para qué? Debe estar lleno de que otros reciban tanto o más que nosotros. Y el ¿Qué ganamos? Debe permitirnos ver que le podemos dejar la generación presente y a la generación futura.
La Biblia dice: Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y que no le sirve. Malaquías 3: 18