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¿Quién es Danilo Medina Sánchez?
Una persona entra al restaurante Pez Dorado, de Santiago, donde me encontraba. Luego de saludarme afectuosamente me sorprende con esta pregunta: «Doctor, ¿quién es para usted Danilo Medina Sánchez?»
Le contesto: «Como no soy militante de ninguno de los partidos políticos del espectro nacional solo puedo darte mi visión particular del actual presidente de la República. Yo, realmente no sería la persona indicada para responder esa imprevista cuestión, quienes deben responderla son las personas allegadas familiarmente al jefe del Estado, algún miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) o uno de los funcionarios de su Gobierno».
«A pesar de ello, debo decirte algo que ya tú debes de saber como dominicano que eres: se trata del primer ciudadano de la nación, el presidente de la todos los dominicanos. Un hombre que carga sobre sus hombros el peso de un país del Tercer Mundo, con más de diez millones de seres humanos que diariamente se despiertan clamando por mejores oportunidades de trabajo, salud, educación, seguridad ciudadana; de gente que reclama insistentemente mejores condiciones de vida».
Y agrego ahora:
Con empresarios influyentes tratando de hacerle presión, directa o indirectamente, al Gobierno en busca de mayores ventajas económicas que beneficien sus empresas o actividades comerciales, a pesar de las prerrogativas de las cuales gozan y aun así desean más privilegios.
Un presidente con unos vecinos pobres que viven diariamente sobre el filo de una espantosa miseria humana y material, incapaces de resolver por sí solo su penosa situación social, política y económica, con más de diez millones de seres humanos que navegan a la deriva sobre aguas procelosas llenas de peligro, tratando afanosamente de cruzar su propia frontera geográfica, en fin, son personas desesperadas en extremo cuya angustia podría poner en peligro la estabilidad economía de la República Dominicana, la cual está siendo gobernada bajo coacciones de intereses externos e internos.
El jefe de un Estado que enfrenta dentro de su propio territorio político y geográfico una especie de desenfreno de una población que parece que está en camino de perder la sensatez y no se sabe si su locura sea producto, al parecer, de cromosomas que han abandonado su alineamiento y la compactación lógica de sus cuerpos.
Un presidente que al asumir el gobierno de la nación tuvo que responsabilizarse de empréstitos foráneos y de compromisos financieros y económicos internos contraídos por administraciones anteriores que complicarían su gestión desde su instalación en el poder y sucesivamente, por aquello de la continuidad del Estado.
Danilo Medina Sánchez es un presidente que ha asumido una lucha casi solitaria, contra vientos y mareas, por transformar una orientación social equivocada desde hace décadas y tratar de convertir el país en un territorio de gentes capaces de entender que hay formas y métodos políticos, sociales y económicos diferentes que pueden generar mayores niveles de seguridad, una clase de desarrollo socioeconómico en el que todos los ciudadanos estén representados en el cambio.
«Es un gobernante que a pesar de todas las dificultades encontradas en su camino está enseñando con el ejemplo, ejemplo que él mismo exhibe cada día con su conducta y tenacidad haciendo visitas sorpresas, que sí se puede salir de la marisma en la que han metido al pueblo dominicano hasta las rodillas y que algunos débiles de entereza piensan lo contrario, quizás por falta de fe, de anhelos verdaderos o por pobreza de abnegación y de patriotismo.
Danilo está mostrándole a sus gobernados que si bien los discursos preciosistas son esenciales para estimular la confianza y demostrar elocuencia a un pueblo carente de verdadera educación, perseverar con determinación en los hechos produce frutos más durables en el tiempo. El trabajo de los gobernantes que han escogido la difícil labor de la pedagogía social responsable muchas veces no alcanza a ser comprendido por su pueblo, porque algunos ciudadanos no toleran la generosidad del otro ni creen que el sacrificio tiene su compensación.
El presidente Medina está enseñándole a sus gobernados que él proviene de un hogar en el que el sacrificio, la obstinación y la perseverancia fortalecen las almas nobles y lo impulsan a vencer cualquier obstáculo. A todo esto hay que agregarle una dosis alta de fe en sí mismo y creer con firmeza que la labor que se hace beneficia a todos por igual, aunque al principio alguien pueda pensar lo contrario. Siempre habrá alguna persona falta de confianza porque están atrapadas en temores y preocupaciones.
No hay actividad sin oposición; aquel que se imagine que va a gobernar sin la apetencia de los que se creen con las virtudes suficientes para dirigir una nación se equivoca, hay que contar siempre con la labor solapada del codicioso».
Otra pregunta:
«Doctor, ¿ha hablado usted alguna vez personalmente con el presidente Danilo Medina Sánchez?»
Respondo:
«Claro, cuando el doctor Leonel Fernández gobernaba y él era Secretario de Estado de la Presidencia, habiendo yo sido nombrado subdirector ejecutivo de la Autoridad Portuaria Dominicana (APOROM), cargo que también ocupé en tiempos del expresidente don Antonio Guzmán Fernández, ambos gobiernos contrataron mis servicios profesionales para organizar y darle sentido de organismo a dicha institución descentralizada del Estado, labor que desarrollé con eficiencia, lealtad y, sobre todo, sin tomar en cuenta ideología ni debilidad partidarias».
«¿Cuál fue su impresión del entonces secretario Danilo Medina?»
«Para mí Danilo Medina es sumamente disciplinado, inteligente, metódico, con un alto sentido de organización, a cuyas virtudes habría que agregarle el de una persona que asume compromisos. En el país no ha habido escasez de alimento porque el presidente Medina ha tomado valientemente la iniciativa de animar al pequeño y mediano productor agrícola con financiamiento blando a través del Banco Agrícola para que produzca bienes de consumo masivo que beneficie la población y a la vez ha motivado la creación de cooperativas entre los productores agrícolas, lo que ha ayudado a la formación de riqueza y a la estabilidad socioeconómica del hombre del campo».
«¿Usted cree que Danilo Medina dejará algún legado a su paso por la presidencia de la República?»
«No solo lo creo, no tengo la menor duda para no afirmarlo. El día que él deje de dirigir los destinos de este país dejará una nación con una actitud psicológica positiva para el trabajo, un país con una estructura de desarrollo diferente, un pueblo con convicciones más sólidas para acometer grandes aspiraciones de progreso. Su estilo de gobernar tendrá que ser continuado debido a que los ciudadanos han valorado su administración de eficaz, consecuente y trascendente».
«¿Cómo catalogaría usted al expresidente doctor Leonel Fernández Reyna?»
«Son dos estilos de gobernar diferentes. Creo que Leonel es más dialéctico, Danilo más pragmático. Empero, debo dejarte con una frase del filósofo y escritor francés Jean Paul Sartre que sintetiza el pragmatismo: «Todos los medios son buenos cuando son eficaces»».
«Permítame una última pregunta, ya que usted es un intelectual reconocido a nivel internacional y nacional ¿cómo valoraría usted este brote de criminalidad, de corrupción y de inseguridad ciudadana?»
«El país hace tiempo que venía dando señales de descomposición moral y ningún gobierno quiso enfrentar la ola de delincuencia y de corrupción que se estaba amontonando. El bandolerismo a todos los niveles de la sociedad es tan enorme que no hay formulada magia utilizable que pueda detenerlo o acabarlo. Sin embargo, el Gobierno está haciendo lo que se puede con los mecanismos que tiene a su disposición y creo que estos estados de descomposición social podrían disminuir con una dosis fuerte de voluntad de los organismos del Estado.
jpm