Presidente Jimenes, no Jiménez
Visité Montecristi el pasado fin de semana para participar en un
encuentro del Ateneo Insular, institución fomentadora del estudio y la
creación literaria que preside el doctor Bruno Rosario Candelier.
Me sorprendió y me desconcertó ver que una de las calles céntricas de
esa ciudad está rotulada así: “Presidente Jiménez”. Como no hay
entre los expresidentes dominicanos ninguno de apellido Jiménez, y sí
en cambio ha habido dos mandatarios apellidados Jimenes, infiero que
la vía está dedicada a uno de ellos.
Manuel Jimenes González gobernó en 1848-49 y su hijo Juan Isidro
Jimenes Pereyra fue presidente de la República en dos ocasiones: 1899
y 1914. Este señor se estableció desde muy joven en Montecristi,
donde se destacó como comerciante. Es obvio que es a él a quien se
dedica una calle del municipio liniero.
He seguido sus pasos en la historia porque fue el abuelo del poeta
Domingo Moreno Jimenes, a quien he defendido la escritura de su
apellido.
Jimenes Pereyra ocupó la presidencia meses después del ajusticiamiento
de Ulises Heureaux, ocurrido en julio de 1899 y permaneció hasta 1902.
Ocuparía el trono presidencial nuevamente desde el 5 de diciembre
de 1914 hasta el 7 de mayo de 1916, cuando hubo de renunciar
presionado por los invasores estadounidenses.
Él, como su padre, Manuel Jimenes, escribieron su apellido terminado
en S –sin tilde, lógicamente- tanto en sus actividades comerciales
como políticas. No puedo entender que en Montecristi, ciudad con
tradición cultural, no haya aparecido aunque fuera un estudiante que
solicitara al Ayuntamiento enmendar la afrenta con que se “honra” al
presidente Jimenes, de quien hereda tal apellido el padre del
Postumismo, Domingo Moreno Jimenes.
jpm