Policía de Haití entre las víctimas de secuestros, pese medidas enfrentarlos
Puerto Príncipe, 5 ene.- Un oficial de policía es la más reciente víctima del clima de inseguridad que azota a Haití, pese a las medidas gubernamentales para frenar el fenómeno.
El inspector Wilner Séraphin fue raptado en el centro de la capital por individuos armados no identificados, confirmó a la prensa una fuente policial.
El agente capacitado en técnica y estrategia de seguridad está asignado a la subcomisaría de Delmas 3 y los secuestradores pidieron un millón de dólares por su liberación.
El caso se inserta en una oleada de retenciones y asesinatos que se agudizó a finales del año pasado y cobró la vida de al menos un millar de personas, mientras una cifra similar fueron secuestrados para cobrar rescate, indicaron organizaciones locales de derechos humanos.
Los policías no se encuentran ajenos al fenómeno, pues informes de plataformas sociales señalaron que en 2020 al menos una treintena de agentes murieron a tiros en el país.
El gobierno, por su parte, dispuso medidas para combatir la inseguridad y en las últimas semanas la Policía desplegó varios operativos en barrios vulnerables de la capital y sus alrededores, bajo la influencia de bandas armadas.
De hecho, el primer ministro Joseph Jouthe aplaudió la reciente intervención en Caanán 3, comuna de Croix des Bouquets, que concluyó con varios muertos y heridos en las filas de las pandillas.
«La Policía Nacional de Haití y las Fuerzas Armadas de Haití son las únicas fuerzas armadas reconocidas por la constitución haitiana, cualquier otro grupo armado será perseguido en su último reducto», escribió el jefe de Gobierno en sus redes sociales.
Las unidades del orden público también desplegaron operativos en los barrios de Martissant y Villa de Dios, situados en la entrada sur de Puerto Príncipe, aunque sus directivos no ofrecieron un balance de las intervenciones.
A pesar de las acciones, en la última semana de diciembre medios de prensa reportaron al menos cinco secuestros, entre ellos un pastor religioso y su hija, y varios homicidios solo en la capital.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rockefeller Vincent, anunció que la policía se encuentra en estado de alerta máxima «hasta que todos los bandidos sean neutralizados».
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