PERU: Máxima Acuña, la campesina que ganó el premio Goldman
PERU.- «Solo quiero que me dejen vivir tranquila en mi terreno y que no contaminen mi agua».
La peruana Máxima Acuña -quien no es dirigente, ni activista, ni aspira a ser líder- asegura que eso es todo lo que desea.
Sin embargo, este lunes en la tarde ganó el premio Goldman, el galardón ambiental más importante del mundo, junto al científico puertorriqueño Luis Jorge Rivera Herrera.
Es el mismo reconocimiento que otorgaron en 2015 a la activista hondureña Berta Cáceres por liderar una campaña contra la represa Agua Zarca, a cargo de la más grande constructora de plantas hidroeléctricas.
Cáceres fue asesinada seis meses después de recibir el galrdón, el 6 de marzo de este año.
Acuña se enfrenta desde 2011 a Yanacocha, un consorcio minero que posee la concesión para explotar el yacimiento aurífero más importante de Perú y de América Latina, y es eso lo que la ha hecho merecedora del premio.
Durante la ceremonia que se celebrró este lunes en el Teatro de la Ópera de San Francisco, en Estados Unidos, también se galadonó a otros cinco «héroes ambientales» por los «significativos logros en la protección del entorno y las comunidades».
Rivera Herrera fue premiado por su defensa de la Reserva Natural del Corredor Ecológico del Noreste de Puerto Rico.
A 4.000 metros
La lucha de Acuña, una campesina analfabeta de apenas metro y medio de estatura, contra Yanacocha comenzó con la construcción de un camino.
Era 2010 y acababa de pasar tres meses en una choza de su familia a ocho horas de su casa, recuperándose de una infección.
Al llegar a su terreno en Tragadero Grande, a 4.000 metros sobre el nivel del mar en la sierra norte de Perú, vio que algo había cambiado.
La estrecha vereda de tierra y piedras que cruzaba parte del predio se había convertido en un camino amplio y llano.
Su tío, quien se encargó de cuidar la hacienda en su ausencia, le explicó que fue obra de varios trabajadores de una minera que habían llegado con aplanadoras.
Acuña, enfadada porque nadie le había pedido permiso para hacer obras en su terreno, se fue a reclamar a la oficina de Yanacocha en las afueras de Cajamarca, la capital de la sierra norte.
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