Pacto eléctrico: detalles que no se ven
R. Bichara de CDEEE dij “Tiene que haber energía suficiente y a buen precio para que cualquier plan pueda dar resultado”. Analicemos eso. Abordar el déficit financiero del sector energético, el cual tiene muchas aristas, se discutirá este 5 de Noviembre, en reunión obligada del Consejo Económico, Social e Institucional (CESI). Las más importantes aristas son cambiar el parque de generación a una base más económica, a la incapacidad del desmonte al robo de luz, al cobro aplazado y a la baja fiscalización de transmisión, así como al subsidio a la luz, que pagamos todos y que se traspasa del presupuesto nacional a la CDEEE mensualmente. Ese tema no se quiere discutir detalladamente. Tiene costo político. Ese subsidio no es racionalizado y aumenta anualmente, hoy ya va, por 149 mil millones de pesos. Aunque el Gobierno atribuye ese déficit principalmente a los altos costos privados de parte de la generación de luz, el FMI y todos los economistas serios dicen que es necesario limitar, no terminar, el subsidio eléctrico anualmente consignado en el Presupuesto, pero esa tecla dentro del Pacto Eléctrico, que se discute, no se quiere tocar mucho. El servicio de distribución en la zona Este, a cargo del Consorcio Energético Punta Cana-Macao, con alta eficiencia comprobada, demuestra que no es la generación cara, es la distribución, el dilema de la luz con subsidios limitados, no por apagones financieros, sino con buena planificación. Por eso creo, que el mecanismo de focalización geográfica con subsidios a las tarifas de los servicios públicos basado en la estratificación socioeconómica de las viviendas, vigente en la actualidad en RD, ha sido en algo exitoso. Acertaron en dirigir subsidios a los hogares pobres, usando como parámetro el bono luz implementado, que se tiene ya contabilizado y depurado, pero que debe ampliarse. Esto se ha conseguido, no obstante, con el costo de un desperdicio sustancial de recursos, producto de altos errores de inclusión, por cuenta de los cuales una porción significativa de los recursos de subsidio llega a hogares que realmente no los necesitan para asegurar su consumo de servicios públicos. La debilidad del estrato como instrumento para la focalización está en su concepción logística por quintil, y en la medida en que las características de las viviendas que no están perfectamente correlacionadas con el nivel de pobreza de los hogares que habitan en ellas, pero sobre todo en su implementación, que deja espacios para una excesiva discrecionalidad por parte de los inspectores sobre quienes recae la decisión de otorgar subsidios. El resultado es un estrato muy amplio, que contiene hogares a lo largo de toda la distribución de ingresos. Ejercicios de simulación realizados muestran que las propiedades de focalización de un esquema basado en la comprobación previa de medios de vida son mucho mejores. El error que tiene origen en el engaño por parte de los hogares para auto seleccionarse como meritorios de subsidios del gobierno bajo este esquema, es igual al que tiene su origen en la selección administrativa de los pobres mediante la asignación del estrato de las viviendas. Este artículo, por eso, solicita respetuosamente al CESI, y al consejo revisor de nuestra evolución eléctrica, como lo he bautizado, una revisión del esquema de subsidios cruzados a las tarifas de servicios públicos vigentes en R.D., basada en el análisis de encuestas de hogares, con estudio a las propiedades usando esquemas alternativos de diseño implementados en otros países con éxito, mediante ejercicios de simulación. Encuentro, en base a experiencia, que el mecanismo de focalización geográfica de subsidios a las tarifas vigente en RD no ha sido bien estructurado debido a la discrecionalidad de los gobiernos al momento de su implementación. Focalización de un esquema basado en la comprobación previa de medios de vida son mucho mejores, y que un mecanismo de focalización geográfica es, en todo caso, más efectivo en dirigir subsidios hacia los pobres que la focalización basada exclusivamente en el consumo de los hogares. En un contexto de demandas relativamente inelásticas, los incrementos en el costo de los servicios públicos resultantes de la eliminación de subsidios tendrían como resultado la racionalización de los consumos suntuarios de los hogares. A la luz de su impacto marginal sobre el bienestar de los hogares pobres, sobre sus patrones de consumo, y sobre el desbalance del esquema de subsidios y contribuciones y su respectivo impacto fiscal, la evaluación costo- beneficio de la política que desvincula las tarifas sociales de los costos de prestación de los servicios para los hogares más pobres en RD, debe evaluarse mejor. Todos sabemos que los servicios públicos, en particular los servicios de agua y electricidad, son subsidiados, como hacen en la mayoría de países. En algunos casos los gobiernos subsidian la oferta, pero es más difundida la práctica de subsidiar a los usuarios a través de rebajas a las tarifas para algunos segmentos de la población o para determinados niveles de consumo, como resultado de las cuales algunos o todos los consumidores residenciales obtienen los servicios a un precio por debajo del costo. Estos subsidios, sin embargo, son objeto de debate tanto por su efecto sobre el comportamiento de los consumidores y las empresas, como con respecto al propósito que cumplen como instrumento de política pública. Todos estamos de acuerdo con mayor inversión y mas generación, vía planta carbón de Catalina, gaseoducto a gas natural del Este, a los ciclos combinados, con una ampliación de la matriz energética, etc., etc., pero del subsidio y las pérdidas que son deudas que se amontonan, nadie las quiere enfrentar. ¿Se requieren los subsidios a las tarifas para poner los servicios al alcance de los más pobres o constituyen simplemente un mecanismo para transferirles recursos a los amigos del Partido, llamados pobres? ¿Qué implicaciones tienen los subsidios a las tarifas sobre el mejoramiento de la calidad de los servicios y sobre el acceso de hogares carentes de conexiones domiciliarias? ¿Qué efecto tendría sobre los pobres aumentar las tarifas para recuperar una proporción mayor de los costos, posibilitando por esta vía la financiación privada de la prestación de los servicios, o la reducción del gasto de recursos fiscales escasos? Son mis 3 preguntas al panel de genios eléctricos, que nos darán, con buena voluntad el Gran Pacto Eléctrico, como lo sueña y desea Danilo Medina, para dejarlo a la posteridad como su más grande aporte. La luz. Johnnysanchez1147@yahoo.com