Otra cuenta del rosario: manía de razonar contra la dominicanidad
Tengo que admitirlo; “no se puede ir con toda la sed a la tinaja”, como dice el estribillo de la canción aquella del inmenso Luis Terror Díaz; porque uno puede equivocarse y descubrir, después de haber bebido hasta la saciedad, que había un zapo nadando en su interior o algún otro elemento flotante de origen orgánico y apariencia difusa. Este himno a la cautela y el comedimiento, me viene como anillo al dedo, al momento de empezar mis lecturas domingueras.
Cuando leí el titular de ese “enjundioso” trabajo titulado “Personalidades dominicanas en los temas: Regulación y Desnacionalización”, presentado por el laborioso compatriota Miguel Espaillat, me acomodé a cuerpo entero en mi butaca favorita y -café en manos y lentes recién limpiados- procedí a degustar lo que suponía era un selecto manjar.
Referencia: https://almomento.
Porque debo confesar aquí que a Miguel Espaillat yo lo leo por los títulos, que casi siempre resultan sonoro, aunque a veces desconcertantes. Del contenido de sus entregas estoy casi seguro que puedo adivinar el rumbo, porque son afectadas todas por el mismo pecado original.
Pero que decepcionante resultó esta vez Miguel. Su pluma, a fuerza de la búsqueda de espacio partidarista y razonamiento excluyente, se ha vuelto cada vez mas obtusa y desenfocada. Preveo que con el norte que marca su brújula personal, para antes de mayo de 2016, el amigo Miguel Espaillat estará demandando del gobierno dominicano que lleve al Panteón Nacional los restos de Toussaint Louverture. Porque tal es su devoción por el noble pueblo haitiano, que ya hasta olvidó que es dominicano de nacimiento, aunque no se si de origen también.
Pero entremos en materia, que a fin de cuentas es lo que ustedes esperan, hagamos algunos puntualizaciones:
1. Suponer que la sentencia TC168-13, buscaba eliminar el voto de mas de 300,000 dominicanos que supuestamente votaban por el PRD, es el disparate mas grande que se le ha podido ocurrir a Miguel Espaillat; de hecho, decirlo en público y peor aun, escribirlo, lo hacen merecedor de un habitación mientras vida tenga en el hotel del 1051 de Riverside Drive, de up town Manhattan. No ceo que valga la pena aclarar los alcances de esta gloriosa sentencia, si se hace para desmentir a este escribidor falaz y desquiciado
2. Pero además, establecer que dicha sentencia fue concebida para hacerle daño al gobierno de Danilo Medina y que de hecho se haya logrado, demuestra que Miguel Espaillat no solo no puede leer el tablero político actual sino, que si el 16 de mayo –una vez pasadas las elecciones- logra despertar de su letargo, será únicamente para vivir otra nueva pesadilla, la de no comprender los resultados
3. En el segundo párrafo del señalado artículo, el autor da un tercer traspié que parece mas de miopía que de mala intención: Miguel cree y así lo deja saber, que los aprestos reeleccionistas se soportan en el manejo de la crisis de frontera que padecemos, por eso afirma sin rigor alguno que la “regularización” de extranjeros está maliciosamente mezclada con la supuesta “desnacionalización” de no sabemos cuántos de cientos de miles de dominicanos de origen haitiano. Claro, todo siempre de acuerdo a su inconcebible razonar, pues los hechos han demostrado todo lo contrario
4. Cuánta candidez en una persona que aspiraba a ser diputado y que ya es evidente que vive -al igual que yo- la última rabiza de la vida. Debo decirle a Miguel que el lado flojo del discurso reeleccionista de Danilo Medina -con el que mucha gente estamos de acuerdo- es que no vincula la intención del voto con la necesidad de mantener a raya la migración ilegal; si lo hiciera, su triunfo estaría asegurado aun mas
5. Cuando el autor se queja de los supuestos cabilderos contratados por el Gobierno dominicano, está claro que no tiene mas nada útil que decir, pues si lo tuviera no hablara. ¿Cuántos comunicadores, nacionales y extranjeros, gratis y/o pagados por las agencias internacionales, embadurnan cientos de cuartillas diariamente, solo para evitar que nuestro país continúe su agenda dominicanista?
6. El mismo Miguel Espaillat es el ejemplo vivo de las bocinas pro haitianas, que desde hace tres años vienen despotricando contra los ideales trinitarios. Ahora, solo él sabe si le pagan en efectivo o en especies; o si por el contrario, su traición es por genuina vocación santanista.
En la segunda y tercera partes de este esperpento periodístico, el autor deambula por los caminos de lo absurdo como un idiota cualquiera, porque eso de vincular a Frank Jorge Elías con el pasado de su padre -haya sido éste bueno, malo o aceptable- como que no es una tarea para un tercero; y mucho menos de un desquiciado en función de perdonavidas. Miguel Espaillat no tiene derecho alguno a rumiar sus frustraciones escogiendo al dueño de un medio como lo es Súper Canal, para a través de su historia familiar airear su distorsionada interpretación del momento que vive el país.
Mas aun, al presentar el ejemplo del general Marcos Jorge, con la melosa inclusión de la justa opinión de don Ubi Rivas sobre el correcto militar, Espaillat solo trata de edulcorar su venenoso razonar de “revolucionario” de pacotillas. Él quiere dejar sentado que para tener sentido común siendo adulto, para ser patriota o revolucionario, para comportarse éticamente en la vida, el niño debe tener un origen humilde o de miserias. Nada mas disparatado e impropio, es la lección que nos regala la historia diaria.
Demos un vistazo a este segmento: “…un niño criado en este ambiente, difícilmente puede ser un revolucionario, o alguien que por lo menos piense en su pueblo…”, aquí el autor deja por sentada su total ignorancia de la historia. La gran mayoría de los líderes revolucionarios que él reconoce, no han tenido origen humilde. Desde Carlos Marx hasta Fidel Castro, pasando por Caamaño y Fernández Domínguez, se puede afirmar que ninguno de ellos pasó hambre en su infancia y eso lo sabe el articulista. El asunto no es la cuna donde usted nace sino, la cama donde decide morir.
En el resto de su artículo, Miguel Espaillat se dedica a divagar sin rumbo alguno, especialmente cuando trae por las greñas los nombres de los oficiales electos de origen dominicano. No hay una pizca de relación entre lo que él dice de las autoridades locales y el título del trabajo que nos presenta, a no ser que nos quiera dejar saber que él conoce a todos los que han sido elegidos en las urnas. De cualquier manera, no entiendo qué busca con ello.
Bien pudiera dar por terminado este asunto de comentar a Espaillat, habidas cuentas de que me resultó todo un chasco el esperado banquete, pero hay un par de aristas de su exposición que no quisiera pasar por alto; porque creo que es aquí donde él deja su impronta real. Eso de que ….”durante mas de cien años mantuvimos a los haitianos en virtual esclavitud….” Es una canallada mayúscula por parte de este espécimen de laboratorio, que bien pudiéramos atribuir a su manía de razonar contra la dominicanidad.
Pero la otra, la que intuimos, la que se traduce de toda su exposición, la que ni aunque quisiera puede disimular, la que brota a borbotones de cada frase que escribe, la que lo permea y aturde inmisericordemente, esa frustración interior la llevará mientras viva y mas allá.
Tal vez si reencarnara en una vida futura, pudiera subsanar ese deseo que lo atormenta y conduce a escribir toda clase de sandeces; el problema es que se augura una era semi helada para este planeta y algunas especies no podrán sobrevivir, a menos que se les realice una total transfusión de sangre.
¡Vivimos, seguiremos disparando!