OPINION: Una tercera fuerza nacional
En el panorama político dominicano es casi imposible que pueda surgir una tercera fuerza. El camino está cerrado para grupos emergentes incapaces de formar una alianza de segmentos sociales, como los obreros, profesionales, campesinos, empleados públicos y privados, chiriperos, vagos…
De seguir su curso actual el panorama electoral dominicano podría estar masificado por el bi-partidismo, o la victoria de un partido único. Habrá que esperar los dos últimos meses antes de las elecciones para hacer evaluaciones finales.
En la historia reciente siempre el bi-partidismo fue el bastión fuerte de la vida política, en ocasiones surgieron tres partidos con cierta fuerza, pero la polarización se dio entre dos candidatos.
Por muchos años, el Partido Revolucionario Dominicano fue el principal rival del doctor Joaquín Balaguer. De hecho el PRD le ganó al Balaguer de los doce años con Antonio Guzmán al frente, y repitió esa línea victoriosa con Salvador Jorge Blanco.
Pero el PRD, como pasa hora, se fracturó al final del período de Jorge Blanco, cuando se abría la posibilidad de que ganara las elecciones Jacobo Majluta. En unas votaciones muy cerradas y contradictorias, Balaguer retornó al Palacio Nacional por diez años, y se presentaron acontecimientos que alejaron por muchos años al grupo blanco del área de mando.
La prisión de Salvador Jorge Blanco, abandonado por su partido, y el enfrentamiento a muerte entre Jacobo Majuta y Peña Gómez abrió brechas para que Balaguer se mantuviera en el poder, y de paso el bi-partidismo se corrió entre reformistas y peledeistas.
Hay dos alianzas en la historia política dominicana que mueven acciones de corte histórica. La de Balaguer y el PLD, que posibilita la victoria con Leonel Fernández, y la de ahora, entre el PRD y el PLD que facilita la reelección de Danilo Medina. Son movimientos entre partidos del sistema, pero no se dan variaciones y surgimiento de una tercera fuerza, que cambie la correlación política nacional.
Los que podrían ir sentando base para un relevo político, con una fuerza popular, no soportan el camino a recorrer y terminan siendo aliados de fuerzas tradicionales, que le dan cargos administrativos o municipales, pero que los ahogan en sus pretenciones futuristas.
La política se rige por coyunturas, pero también el futuro se tiene que comenzar a escribir hoy. Creo necesario a largo plazo el surgimiento de una poderosa tercera fuerza nacional, integrada por obreros, campesinos, profesionales, desempleados y gente del pueblo, que en toda ecuación son los que tienen que llevar a cabo las necesarias transformaciones.
jpm
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