Un Presidente debe ser un buen jardinero: ¿Cómo reintegrarnos a la raza humana?

Los expertos, economistas y sociólogos afirman que justo después de una crisis económica se registrará una crisis moral en una sociedad. 
 
Aparentemente ese ‘teorema’ no se aplica en RD o hay algo que no estamos viendo, pues nuestro país crece a un ritmo envidiable, gracias a la gestión del Presidente Medina, pero la crisis moral parece no parar.
 
¿O será que el efecto residual de la crisis moral instaurada, en gobiernos anteriores, aún es muy fuerte y necesitamos igual cantidad de tiempo para su corrección?
 
Tal vez hay que esperar que las recién juramentadas comisiones de ética ayuden a crear una cultura de comportamiento honesto, hacia afuera del Estado, que impacte en toda la sociedad. Este podría ser un propósito muy noble y un objetivo mucho más ambicioso. Si el primer propósito es real, el segundo se podría lograr.
 
Hace unos diez años, yo ya estaba bastante preocupado por la espiral descendente de la sociedad dominicana y muy preocupado de la tendencia degenerativa que ya se venía visualizado de nuestro país y sus instituciones.
 
Así lo establecí en varios artículos, en un blog que creé en ese momento y en posteriores escritos en diferentes medios, para expresar mi preocupación, visto que nadie escuchaba o a casi nadie le importaba. Lo peor y lo más angustiante, para mi, es que veía tantas personas ensimismadas y preocupadas de sus propias nimiedades y nadie, ni en el estado, ni en las demás instituciones de nuestra sociedad, parecían actuar ante dicha espiral degenerativa.
 
Todo lo contrario, gobierno, instituciones se justificaban con argumentos falsificados del tipo: (1) «Ese es el costo del desarrollo». (2) «Pagar para no matar» etcétera. ¡Nada más falso! Países como Holanda están reduciendo y cerrando cárceles por la cuasi ausencia de delincuencia y criminalidad.
 
La verdad es que se intentaba ocultar una incapacidad que se veía desde la superficie lunar, mientras el libertinaje político comenzaba a campear, el cual daba riendas sueltas a dicha espiral descendente en la que hoy nos encontramos y que si no hacemos algo pronto, como si fuese un poderoso huracán o terremoto de magnitud “6.66” dicha espiral podría ser devastante para nuestro país.
 
Eran los gobiernos del excelentísimo Presidente ‘Lío-nel’ Fernández, a quien ahora vemos ha iniciado su «Teasing» o campaña de expectativa titulada RD2044, para prepararnos a todos, con su acostumbrado relativismo inmoral, a fin de que le aceptemos volver, después de 12 años desperdiciados. Volver quien sabe quizás con cuales propósitos ocultos. ¿Cobrar venganza por lo de Quirino, por lo de Bautista y Díaz Rúa? Yo voté dos veces por él y me arrepiento. Creo que con ese apoyo, a cambio de nada, ayudé sin querer, a hacerle daño a mi adorado país.  
 
UN PRESIDENTE DEBE SER UN BUEN JARDINERO
 
Confieso que si el Presidente Danilo Medina, quien por las políticas que viene ejecutando, tiene todo mi apoyo, ayudare a frenar la espiral descendente de nuestra sociedad, como aparenta ser su intención, yo personalmente empiezo una amplia campaña para su reelección, ayudando a convencer a todos a mi alrededor, también a otros líderes, para que se le conceda cuatro años más, para completar ésta tarea tan vital para el futuro de nuestra sociedad. “Corregir lo que está mal” es un argumento muy serio, no solo un ‘slogan’ de campaña.
 
Ya el Presidente viene mejorando la vida de cientos de miles de Dominicanos, y como se sabe la economía crece; solo nos falta corregir ciertos males sociales, heredados de sus antecesores, debido a la permisibilidad voluntaria para sacar provecho político del libertinaje que instauraron.
 
Un buen Presidente es como un buen jardinero o un buen agricultor: Debe eliminar «la yerba mala» para que las flores y los frutos puedan crecer, florecer y prosperar. Algunos dirán “…pero yerba mala no muere». ¡Eso no es cierto! Si usted la arranca y la quema se convierte en ceniza. Y no se trata ahora de salir a matar delincuentes. Se trata de imponer el orden y un sistema de justicia incorruptible, también correccional que funcione de manera estable.
 
–Presidente dicen que en el Estado también quedan algunas «yerbas malas” tal vez del gobierno anterior. Consiga unas buenas tijeras, una podadora, también un buen herbicida. Para asegurarse haga visita sorpresas a las instituciones públicas. Es probable que parte de las protestas también se deban a esto–.
 
El rol del Estado, de un monarca, quedó establecido y claramente explicado ya en el 1651 por Thomas Hobbes, en su famoso libro titulado “Leviatán” también otros Filósofos Políticos, como Jhon Locke, Jean-Jacques Rousseau en su “Contrato Social” (1762). El Punto es que a éstas alturas “The State of Nature” donde todo el mundo hace lo que le da la gana, en detrimento de todos, como hace siglos han descrito estos grandes filósofos, ya no es posible.
 
Tengo que anotar también la tendencia maligna, de gobiernos, de retardar soluciones a problemáticas sociales, de usar el caos a su favor para hacerse apreciar, para justificar aumentos de impuestos, etcétera en una perversa interpretación de Thomas Hobbes: Muchas veces gobiernos perversos se alegran de las desgracias de los pueblos, a veces no hacen nada a favor, con el propósito de incrementar dicho caos a los fines de capitalizarlo. Otras veces los contrarios a los gobiernos también inventan el caos o lo incentivan para desestabilizar dichos gobiernos dándole a la política una connotación muy aberrante.
 
Hoy tenemos el tan deseado avance y el tan fanfarreado progreso material –a lo mejor ayudado por el incontrolado progreso del incentivado Narcotráfico que algunos estiman en un 30% de la economía– pero se registra la peor decadencia y crisis moral de todos los tiempos, que es heredada, gracias a una política de gobierno que apoyaba el libertinaje, haciéndose de la vista gorda (2004-2012).
 
¿NOS ESTAMOS SEPARANDO DE LA RAZA HUMANA?
 
Como parte de dicha crisis socio-moral,  que nos enrostran los medios, los cuales nos entristecen y bajan nuestros ánimos, provocando rabia e impotencia, cuando de víctimas inocentes se trata, en semana pasadas  la moda eran los linchamientos continuos y sistemáticos de policías —que es un evento no-fortuito, que se registra desde que tengo uso de razón, cuando se quiere el cambio del Jefe de La Policía—.
 
En años anteriores, las víctimas eran ciudadanos comunes, combinándolo con la delincuencia común, eventos que luego eran ampliamente promovidos en los medios, pero ésta vez, aparentemente, se buscaba hacer llegar un mensaje más claro y fuerte al Presidente de la República.
 
En estos días, como si todos los psicópatas se hubiesen puesto de acuerdo, todos los medios brotaban sangre por doquier, solo que las víctimas eran menores, incluyendo una joven con una criatura en su «grembo». Sus verdugos no eran policías o delincuentes comunes, sino personas de sus mismos entornos.
 
¿Qué significa todo esto? ¿Es que acaso nuestra sociedad está tocado fondo? ¿Nos estamos separando de la raza humana y acercándonos a la raza animal, que no tiene el don de la razón, que vive en su estado natural?
 
Estos hechos deberían llamarnos a reflexión, en el sentido de si estamos obteniendo o si estamos construyendo la sociedad y modelo de civilización que queremos dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos o si por el contrario, no nos importa absolutamente nada o si  solo nos importa el “carpe diem”.  
 
Si nos comportamos como animales, estamos afirmando que la entidad que dirige, controla nuestro pensamiento y por ende nuestro cuerpo y accionar no es un espíritu o un “ser» humano. Significa que aún no tenemos esa conciencia.
 
¿Alguien ha visto alguna vez un marrano o marrana u otro animal sonriendo?
 
Por más que las pseudo-ciencias, con la ayuda de los medios, intenten convencernos de que somos animales, les recuerdo que los animales no tienen ningún nivel de consciencia. Los seres humanos, por muy bajo nivel de inteligencia y/o de conciencia que tengamos, no somos animales. Podemos razonar y podemos evolucionar. Esta es la principal meta de la vida humana.
 
Estas son preguntas e inquietudes que debemos plantearnos todos, no solo en las iglesias, de todas las nominaciones –donde con frecuencia también se registran todo tipo de aberraciones y atrocidades–. No sólo en el Estado,  en las empresas, en el seno familiar, entre amigos. No solo en los medios –muchos de los cuales usufructúan el morbo para generar ‘likes, clicks, rating’ y generar ‘profitto’ económico– sino también en nuestras conciencias.
 
Finalmente, a modo de reflexión, les dejo con uno de los preceptos tomado de un pequeño libro, titulado The Way to Happiness» con el que me encontré hará ya más de 25 años y que regalé al Dr. Fernández en el año 1998 con la ilusión de que él podía y tenía la oportunidad de ayudar a desarrollar nuestro país en todos los ordenes. ¡Qué desilusión la mía! Esa desilusión explican algunas de mis férreas criticas a los gobiernos de ‘Lìo-nel’ Fernández.
 
 ¿Todo está perdido? ¡No! Aún hay esperanza. Hace tiempo me di cuenta de que el Presidente Medina es muy diferente a ‘Lìo-nel’ y que debemos sostener sus gobiernos. EL Presidente Medina escucha a su pueblo y pone en práctica acciones para la mejora socio-económica de las grandes mayorías.
 
UN PRECEPTO VITAL: “TRATA DE NO HACER A OTROS LO QUE NO QUERRÍAS QUE TE HICIERAN A TI”
 
En muchos pueblos, en muchas tierras y en muchas épocas, han existido versiones de lo que comúnmente se conoce como *“La Regla de Oro”; la versión que se presenta aquí se relaciona con acciones dañinas.
 
Sólo un santo podría pasar por la vida sin dañar jamás a otros; pero sólo un criminal lastima a los que lo rodean sin consideración alguna. Sin tomar en cuenta los sentimientos de “culpa”, “vergüenza” o “conciencia”, que pueden ser bastante reales y bastante malos, también es cierto que el daño que uno causa a otros puede regresar a uno mismo.
 
No todos los actos dañinos son reversibles; uno puede cometer un acto en contra de otro que no puede hacerse a un lado ni olvidarse. 
 
El asesinato es uno de estos actos. Uno puede darse cuenta de cómo una severa violación a casi cualquier precepto de este libro, podría volverse un acto dañino irreversible en contra de otro.
 
El arruinar la vida de otro puede destrozar la propia. La sociedad reacciona; las prisiones y los manicomios están llenos de personas que dañaron a sus semejantes, pero hay otros castigos: ya sea que se le atrape o no, el cometer actos dañinos contra otros, en especial cuando se ocultan, puede causar que la persona sufra cambios severos en sus actitudes hacia los demás y hacia sí mismo; todos infelices. La felicidad y la alegría de la vida se van.
 
Esta versión de “La Regla de Oro” también es útil como una prueba. 
 
Cuando uno persuade a alguien para que la aplique, la persona puede obtener una realidad de lo que es un acto dañino, nos aclara lo que significa dañar. La pregunta filosófica sobre malas acciones, la disputa sobre lo que está mal, queda contestada de inmediato desde un punto de vista personal: ¿no te gustaría que eso te sucediera? ¿No? Entonces, debe ser una acción dañina, y desde el punto de vista de la sociedad, una acción equivocada. 
 
Puede despertar el estado de conciencia social, puede permitirte distinguir lo que deberías y lo que no deberías hacer.
 
En una época en que algunos sienten que no existen restricciones ante los actos dañinos, el potencial de supervivencia del individuo se hunde a un nivel muy bajo. Si puedes persuadir a las personas para que apliquen esto, les habrás dado un precepto con el que podrán evaluar su propia vida, y a algunas les habrás abierto la puerta para que puedan volver a integrarse a la raza humana.
 
El camino a la felicidad está cerrado para aquellos que no se reprimen a sí mismos de cometer actos dañinos. 
 
 
*La Regla de Oro:
Aunque los cristianos la consideran cristiana y se encuentra en el Nuevo y el Antiguo Testamento, muchas razas y pueblos hablaron de ella. También aparece en las analectas de Confucio (Siglos quinto y sexto a.C.) quien a su vez la citó de obras más antiguas; También se encuentra en tribus “primitivas”. De una forma u otra aparece en los antiguos trabajos de Platón, Aristóteles, Isócrates y Seneca. Por miles de años, el Hombre la ha considerado una norma de conducta ética. Sin embargo, las versiones que se dan en este libro se acaban de redactar, ya que en versiones anteriores se creía que era demasiado idealista para llevarse a la practica. Es posible llevar a la practica la versión que aquí se presenta.
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Bruno González
Bruno González
6 Años hace

Oye a éste, que los actos horrendos que se están cometiendo no son culpa del gobierno, sino de administraciones pasadas. Habla de una bonanza y una prosperidad que ni él mismo se lo cree. Cómo puede haber crecimiento económico con déficit fiscal y con una deuda externa que ya llega al 51% del PIB? Estará loco ese tipo? Lo único que han «crecido» son los bolsillos de los funcionarios.

Juan_Luis_Gonzalez
Juan_Luis_Gonzalez
Responder a  Bruno González
6 Años hace

Para mi que ese es el «sabio!?!? Don Tulio»

ANTI-COMESOLO-2
ANTI-COMESOLO-2
6 Años hace

…»USTEDES ACASO SON HUMANOS O SE CREEN EXTRATERRESTRES», «PERO YO LES ASEGURO QUE USTEDES, GATOS COMESOLOS, SON GATOS SUPER-LADRONAZOS» !!!…