OPINION: Trump angustia a Maduro
El dictador venezolano Nicolás Maduro, desde la asunción al poder del presidente Donald Trump, parece haber sido contagiado por el síndrome psiquiátrico conocido como “ataques de pánico”, pues el hombre no deja de mostrarse donde el “capitán lo vea”, haciendo declaraciones matizadas por el temor de que el nuevo mandatario lo ponga en “la mira”.
Inmediatamente, luego de la juramentación de Trump, Maduro empezó a hacer nerviosas declaraciones tratando de congraciarse con él, que evidencian su temor por las futuras acciones del presidente estadounidense, mostrando así un excesivo nerviosismo comparando sus discursos arrogantes y desafiantes con los que solía referirse al gobierno de Barack Obama.
Es evidente que el hombre está asustado… le teme como el diablo a la cruz al carácter impredecible de Trump. Y sus temores realmente no son infundados, pues aunque intelectualmente Maduro carece de brillo, como cualquier animal, tiene sus natos instintos de supervivencia.
La pública comparecencia de Donald Trump, el vicepresidente y el senador Marco Rubio en la Casa Blanca, con Lilian Tintori, la esposa del preso político Leopoldo López, donde pidió la libertad de este último, es una clara evidencia de que las cosas están cambiando y no favorecen, evidentemente, al infame régimen de Maduro.
En un discurso pronunciado en cadena obligatoria, Maduro pidió a Trump no “dejarse enredar por el millonario cabildeo para forzar un cambio de gobierno en Venezuela”, asegurando que “se están pagando millonarias sumas de dólares en pasillos y oficinas de la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro para enredarlo a usted y conducirlo en una política contra Venezuela”…
Al tratar de congraciarse con Trump, Maduro se rebaja de tal manera que da vergüenza ajena, tratando infantilmente de engatusarlo con eso de que lo están tratando de engañar con respecto a Venezuela, como si el mundo no conociera la alarmante situación de emergencia que ha provocado el chavismo en esa potencialmente rica nación, por ellos tan mal administrada y donde han provocado una hecatombe económica, social y política, inimaginable en estos tiempos.
Al parecer su jefe político Raúl Castro le ha aconsejado que baje la guardia con respecto al acostumbrado provocador discurso que en cualquier momento es utilizado en forma de chantaje; el que también es usado para mantener encendido el fanatismo patriotero de las huestes chavistas que con frecuencia son atizadas con ese discurso “anti imperialista”, simulador e incendiario, propio de los dictadores comunistas.
En mi opinión, esa impopular y extremadamente corrupta dictadura, que se sustenta en la fuerza, la arbitrariedad, el chantaje y la mentira, ahora mismo está viviendo en una incertidumbre, notable en el nerviosismo mostrado por las últimas declaraciones de Maduro y el silencio manifiesto de Raúl en la Habana, quien al parecer padece del mismo temor de enfrentar al impredecible nuevo presidente Norte Americano
Esperemos para ver lo que pasará en el marco de estos nuevos tiempos; estamos a la expectativa de acontecimientos que pueden ser sorprendentes.
JPM