OPINION: Pacheco es pueblo
Me sorprende que casi ninguno de sus compañeros asuma la defensa de un exponente de la estatura política y comunitaria de Alfredo Pacheco, vocero de los Diputados del Partido Revolucionario Moderno
Sin embargo, la debida solidaridad hacia un dirigente del máximo nivel ha ido mucho más allá en el caso de Andrés Bautista por parte del Partido Revolucionario Moderno.
En efecto, el PRM alega que el caso Odebrecht se ha desvirtuado, contaminado y que a Bautista lo toman como “chivo expiatorio”.
Mientras que el jefe político de mayor carisma en el PRM, Hipólito Mejía se aventura a considerar a Bautista como “preso político”.
Hasta dos exponentes de la vagancia política, socialmente improductivos, como Max Puig y Guillermo Moreno, pretenden influir en el debido proceso y sin aportar elementos de prueba aseguran la inocencia de Bautista.
El presidente del PRM es un hombre acaudalado, representante de los sectores productivos de la región Norte del país.
Pero he aquí que no se ha notado igual énfasis en la defensa de uno de los dirigentes de mayor arraigo y acumulación de méritos en ese litoral político, desde los tiempos en que se aglutinaban en el Partido Revolucionario Dominicano.
Se trata de Alfredo Pacheco, una figura nacional del PRM, pero que si fuéramos a focalizarlo, es el político que posee mayor identidad con los sectores de la Circunscripción 2 del Distrito Nacional, pero sobre todo en el densamente poblado Cristo Rey.
Como una vez le dijo Don Juan Bosch indistintamente a Cheché Luna y a Rafael Corporán de los Santos: “Usted es la representación del pueblo dominicano”, la gente del común, el ciudadano de a pie, se siente reflejado en Pacheco.
Ni en sus momentos de mayor jerarquía política, oficialista y social Pacheco se ha desvinculados de sus orígenes y de su entorno de toda la vida. En momentos que no desempeña funciones públicas, cualquier interesado lo encuentra en Cristo Rey.
A Roberto Rodríguez, Andrés Bautista, a Pacheco y a todos los demás imputados en el caso Odebrecht, les ampara la presunción de inocencia. Son personalidades honestas mientras no se demuestre lo contrario.
Empero, en tanto se desarrolla el debido proceso, hay que reconocer que Alfredo Pacheco ha invertido la mayor proporción de su capital político, su trayectoria y su accionar, en procura de elevar la condición de vida de su comunidad, de las gentes con las que convive día a día.
Tanto es así, que la estrecha vinculación comunitaria de dirigentes del antiguo PRD, como Pacheco y Andrés –Licho- Matos, fue emulada por algunos de sus colegas de partidos rivales, que con ese estilo de trabajo barrial lograron replicar sus éxitos en elecciones municipales y congresuales, y hablamos de peledeístas como Elpidio Báez y Yudelka de la Rosa.
Alfredo pacheco es merecedor como el que más de que su partido saque la cada por él, o al menos le extienda su solidad y apoyo moral.
jpm