OPINION: ‘Pablo Pueblo’ versus el ‘emperador’
Desde hace un tiempo el cantautor panameño y el dictador venezolano, Nicolás Maduro, sostienen una encendida polémica política, motivada a críticas externadas por el artista sobre la forma tiránica de gobernar del polémico dirigente chavista.
En varias ocasiones el atípico tirano, que oprime a los venezolanos sin ningún remordimiento ni pudor, le ha contestado acusándolo de haber traicionado los ideales de izquierda que profesa o que antes profesaba el popular artista panameño.
En su programa radial de salsa, el chabacano gobernante, otrora conductor de autobuses, aunque ponía a sonar la música del salsero, al mismo tiempo aprovechaba para contrarrestar las letras de las canciones que algunas de ellas contienen un tinte social típicamente usado por la izquierda para ganar adeptos en sensibles estratos sociales, que son dados a absorber este tipo de sublime mensaje.
Recientemente, Maduro acusó a Blades de negar sus raíces y traicionar sus convicciones, cuando haciendo referencia de una popular canción del músico le señaló que “yo soy Pablo Pueblo, Rubén Blades, ¿oíste?” y “ y ya no se si tu eres Pablo Pico y te olvidaste de tus raíces” mientras que el canta autor en respuesta tildó al gobernante de “emperador”, acusándole de robar el futuro y reprimir a su gente y de convertir a la izquierda en una bufonada.
En reciente artículo publicado en su página de internet, el autor lo acusó de apropiarse del título de su canción para auto titularse “Pablo Pueblo” y le corrigió diciéndole que Pablo Pueblo jamás reprimiría a su gente y Pablo Pueblo no divide a su pueblo; Pablo Pueblo no le roba el futuro a su propia gente, desconociendo el mandato de su Constitución.
Y siguió diciéndole en su artículo que Pablo Pueblo jamás vivió en el palacio en el que el vive, ni existió rodeado de lujos, ni actuó como un “emperador como lo hace usted”… ¿con el dinero suyo? enfatisó el artista.
También, Blades acusó a Maduro de hacer mucho daño al concepto de izquierda ya que la ha despojado de su nobleza ideológica y la ha convertido en una parodia, un circo de bufonadas, un horrendo ejemplo de cómo no se debe hablar y mucho menos gobernar.
¡Magnífica respuesta del laureado compositor, y cantante!
Hay que notar que esa forma de actuar de Maduro no es casual, ya que es un libreto al que ha ido dándole seguimiento desde que sustituyó de forma ilegal, señalado a dedo y violando lo que mandaba la constitución, al mesiánico Hugo Chávez, quien dejó escrito ese guión.
El caudillo fallecido, utilizaba la táctica del enfrentamiento continuo en contra de sus enemigos, a quienes les contestaba descalificándolos con epítetos insultantes, que al parecer disfrutaba la masa amorfa encandilada por el tirano populista.
jpm