El autor es miembro del Comité Central del PLD. Reside en Nueva York.
Nadie puede ocultar que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) obtuvo más del 50% del total de los votos emitidos en las pasadas elecciones presidenciales. Tampoco se puede ocultar que ha triunfado en los últimos 5 de los 6 procesos electorales. Y no hay manera de ocultar la gran obra de gobierno del Presidente Medina y el gran esfuerzo del PLD para que el país funcione y avance. Todo esto se puede ver fácilmente en las incontables obras de infraestructuras viales, y educativas; la implementación y beneficios de la tanda escolar extendida, y la reforma educativa. Igualmente, a través de los resultados de las visitas sorpresas y la construcción de las plantas para producir energía barata, como es el caso en Bani. Y nosotros agregamos: Nadie puede ocultar que el PLD ha tratado de distribuir de una manera más justa y equitativa los ingresos nacionales.
Pero de la misma manera, nadie puede ocultar, que aún nos quedan muchas tareas pendientes para hacer, las cuales solo podrían ejecutarse con una profunda, estructural, e inteligente reforma del Estado y del fisco, gracias a las cuales el Estado dominicano, de manera natural enfrente las evasiones de impuestos, frene la burocracia institucional que obstaculizan las inversiones de todo tipo, y que pueda movilizar recursos hacia las regiones menos adelantadas del país.
Es importante también recordar algo que nadie puede ocultar: que los países que se han transformado, revolucionado y/o desarrollado de una manera positiva, lo han hecho, según las evidencias históricas, por dos vías: mediante una revolución burguesa y/o una reforma radical del Estado. Para citar un par de ejemplos; los griegos hicieron una revolución de los propietarios y los romanos, varias reformas del Estado. Además, los ingleses, los franceses, los norteamericanos y los rusos realizaron sus revoluciones burguesas.
Nadie puede ocultar que Juan Bosch decía: “En la República Dominicana no existe ni una clase gobernante ni una clase dominante, por lo tanto, al día de hoy, la burguesía criolla no está en la capacidad de producir ningún tipo de revolución”. De ahí la importancia de que el PLD, como única fuerza liberadora, pueda producir estos cambios y/o reformas.
En conclusión, nadie puede ocultar el hecho de que el PLD obtuviera más del 50% del total de los votos emitidos en las elecciones generales de 2016, y haber ganado cinco (5) de las 6 posibles elecciones, lo cual se traduce en un espacio de orden, y/o mandato del pueblo dominicano para que hagamos lo que tenemos que hacer: Transformar el Estado dominicano y convertirlo en un Estado moderno, al servicio de las mayorías, en el que la gente pobre y la pequeña burguesía dominicana sean el centro, el motor y la razón del desarrollo.